Viva la muerte
Sinopsis de la película
Al final de la guerra civil española, Fando, un niño de diez años, intenta encontrarle sentido a la guerra y a la detención de su padre. Su madre es religiosa y simpatizante de los fascistas, y su padre fue acusado de ser rojo. Fando, que tiene sentimientos edípicos hacia su madre, descubre que ella podría haber colaborado en la detención de su padre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Viva la muerte
- Año: 1971
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
6.4
58 valoraciones en total
Surrealista, creativa y original, elementos estos que no alcanzaron para hacer una buena película.
Tiene un planteo inicial interesante, con temas de gran relevancia, pero la historia, que es contada a un ritmo casi tedioso, se pierde en una cantidad de representaciones oníricas y ensoñaciones que confunden y no terminan de dejar claro su significado. Nada tiene demasiado desarrollo y la historia central se narra con poca coherencia, lo que hace que el interés se pierda. Algunas situaciones no tienen sentido, no llega a comprenderse el porqué de su inclusión y sinceramente, dejan la sensación de que están de más.
La estética elegida y fotografía, que recurre constantemente a la distorsión de colores, pese a ser atractivas, son contraproducentes en muchas secuencias, puesto que por momentos impiden apreciar los detalles con claridad, lo que hace a las escenas aun menos entendibles. Tampoco convencen sus actuaciones ni su musicalización, que es destacable por su originalidad y potencia, que en más de una ocasión realzan lo que se está mostrando, pero en muchas otras más, suena algo molesta.
Para terminar, no puedo obviar el hecho de que en su segunda mitad, se vuelve (a mi gusto) demasiado bizarra, escatológica y con un toque de gore, que, antes de servir a la historia, buscan impresionar y dejan la sensación de que más de una escena era innecesaria.
En fin, como película experimental, surrealista y (tengo que reconocerlo) original, funciona muy bien, pero como película en general es bastante pobre y aburre. Me costó terminar de verla.
Una película con una historia bastante interesante, que aunque con deficiencias en el guión, logra mantener el interés. Siendo una película surrealista y experimental, no explota mucho el drama y recurre más a las escenas crudas que ironizan alguna situación social o política.
La principal virtud es la historia que aunque con alguna laguna y situaciones que no terminan en una conclusión clara, es atrapante. Su defecto, un par de escenas sin ningún sentido ni aporte a la trama, muy bizarras y que pueden resultar perturbadoras, además de un final poco concluyente para ciertos temas manejados.
Supongo que, tratándose del género, el autor podrá excederse en consencuencia siempre y cuando alegue o justifique la metáfora como vinculante, y la doble interpretación como excusa popular.
Es lo que conlleva involucrarse en un terreno así. El gusto por la innovación obsesiva se convierte en el disgusto latente del espectador.
Y es que hay formas y formas, como se suele decir. Y hay libertad formal y artística, aunque ésta no esté muy extendida por la escasez de oferta en el género.
El surrealismo es como la técnica digital: te permite hacer cosas impensables, te sientes desatado y das rienda suelta a tu imaginación.
Pero si se ha repetido tantas veces que el cine no solo es una excusa para contar historias, sino también un medio de reflexión sobre contornos, formas y texturas, no es para que el motor principal quede fuera del juego: la historia.
Arrabal no nos conduce sobre los desmanes mentales de un joven asustado: no introduce en sus propios desmanes. Visiones deformadas de una jodida realidad, que se suman con una época convulsa de la adolescencia. Un colage de síndromes de Edipo, degradación degenerativa sexual, violencia desmesurada engendrada por la soledad y la impotencia, y otras formas pintorescas de escatología y gratuíto mal gusto.
Olvídense aquí de historias desgarradoras y enrrevesadas a lo Lynch, o de la impiadosa crítica social, a veces, de Buñuel, por poner dos ejemplos de rápida asimilación.
No hay trama argumental, ni lineal ni circular. Virtualmente no la hay.
¡Viva la muerte, viva el libertinaje formal (curiosa palabra en este caso)!
Primera película de Fernando Arrabal, basada en una novela escrita por él. No es solo por eso que esta se trate de una obra muy personal, sino que en se podría considerar autobiografiílla, especialmente porque su fue encarcelado y condenado a muerte tras la Guerra Civil, posteriormente, la condena se redujo a 30 años de prisión, donde intento suicidarse y finalmente escapo, sin que se volviera a saber nada más de él. Eso es algo que marco muy fuertemente a Arrabal y a su obra, siendo su debut, la película donde mejor lo refleja.
La historia nos narra el drama que sufre Fando en la posguerra. Hijo de un rojo y una ultracatólica, esta enamorado de su madre, pero aun así no puede perdonarle que entregara a su padre a las tropas fascistas. Fando era un niño inocente, pero cada vez queda menos de esa inocencia debido al ambiente de violencia, odio y rencor que le rodea. Siente un fuerte deseo hacía su madre y hacía su tía, y los castigos físicos destinados a reprimir esos deseos, en lugar de conseguirlo, hacen que aumenten y se vuelvan más depravados. Pero nunca perderá la esperanza de que su padre este vivo. Los temas del síndrome de Edipo, las relaciones de amor/odio con una madre autoritaria y la ausencia del padre, serán muy constantes en las obras de Arrabal, pero en esta más que nunca.
El mundo que el niño ve, se mezcla con el que crea en su imaginación. Los dos están relacionados, uno depende del otro, se complementan, hasta que ninguno de los dos tendría sentido sin el otro. La unión de estas dos realidades crea un mundo surrealista, con tendencia a lo bizarro, que el autor utiliza para criticar la represión política y religiosa, a la par que muestra la imposibilidad de vivir y relacionarse con los demás en un ambiente donde absolutamente todo esta contaminado con el odio, el dolor, el resentimiento, y sobre todo, la muerte.
Película no apta para todos los estómagos, ya que contienen varias escenas escatológicas, y otras muy sangrientas (algunas de ellas, sin usar sangre falsa), que llegan a lo desagradable, pero que no se deberían considerar gratuitos debido a los temas que trata la película.
Posiblemente el título más conocido y relevante de Fernando Arrabal en su faceta de cineasta. A partir de su propia novela, claramente autobiográfica, Arrabal compone una especie de onírico manicomio fascinante/repulsivo. Onírico, pues todo surge de una realidad constantemente invadida por sueños, pesadillas, imaginería, ilusionismo. Fascinante, pues así es su candorosa música aparentemente infantiloide, o la belleza de una Nuria Espert en plenitud, o la brutal y sangrante crítica al Poder, a la autoridad y a la Religión, o su desafiante y provocadora miscelánea.
Y repulsiva, también: por el crudo realismo, literal, de la escena de las vísceras del venado y Nuria Espert, del rapado de cabeza, de ciertos pasajes violentos, surreales, desagradables.
Arrabal, tipo exageradamente inteligente, genio y por ello también a veces no muy soportable, logra un exorcismo autobiográfico potente, una visión de la Guerra Civil española diferente, desafiante, de la delación una mujer a su esposo, de un niño edípico, de una pegajosa sensación de disfrute y rechazo.
Obvio, sus paralelismos con Jodorovsky y su cine. Dibujos de Topor, el más admirado del grupo, al menos por el propio Arrabal. Muy interesante, se conserva mejor de lo que algunos piensan.
Arrabal, enemigo público de Franco y sus secuaces, lo hizo bajo pabellón franco/tunecino, lógicamente.