Vida y color
Sinopsis de la película
Mientras Franco agoniza en el Palacio de El Pardo, en otoño de 1975, Fede, un niño de catorce años que se asoma a la adolescencia, intenta integrarse en la pandilla de chicos de su barrio: «Las Islas», un núcleo obrero y suburbial. Fede se lamenta de su suerte: querría que su amiga Sara le confiara el oscuro secreto que comparte con una chica deficiente llamada Ramona, que Javi, el gurú del grupo, le tratara como a uno más de la panda, que sus padres le hubieran llevado a estudiar en el colegio del barrio, en lugar de en los Jesuitas, poder reunir el valor suficiente para enfrentarse a Richard y a su banda, no tener que compartir su habitación con su viejo abuelo republicano, conseguir el cromo de la calavera, tener televisión en color, etc. Mientras la realidad le niega sus deseos, los misterios que emana el barrio se multiplican en su imaginación, sin encontrar respuesta… Ópera prima de Santiago Tabernero, director del programa de TVE sobre cine Versión Española .
Detalles de la película
- Titulo Original: Vida y color
- Año: 2005
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
6.1
51 valoraciones en total
Es una película de esas en la que vemos como el niño se va convirtiendo poco a poco en adolescente, cuando las únicas preocupaciones son los cromos, los amigos y divertirse. Una película de iniciación ambientada en una España de Cuentamé, pero menos ñoña. Los actores bastante bien y el director sabe crear fluidez, con un guión bien construido, aunque le falta algo más, quizas una emoción mejor repartida. En todo caso, merece la pena.
La España que pinta Tabernero en su ópera prima resulta ser exactamente igual a como es la película: imperfecta, ingenua, bienintencionada, oscura. Tabernero echa mano de los recuerdos, y la radiografía que sale, la ambientación, son perfectas. Ésta, y no la España de Cuéntame, era la España real. Hermosos detalles de guión como el de los dos abuelos, las dos Españas, el no querer subrayar la historia de la niña retrasada, todo son puntos en su favor. Cierta dispersión en otros momentos, pero finalmente los pros superan a los contras.
Vida y color, ópera prima del guionista Santiago Tabernero es una competente película que no cuenta nada nuevo, pero que se ve con interés y contiene suficientes puntos de emoción en su historia. Fede es un chico de barrio en el otoño de 1975, cuando Franco agoniza y el país se ve inmerso en plena incertidumbre sobre su futuro político y social. El protagonista vive con sus padres, su hermana y su abuelo, un viejo republicano que ve como los tiempos cambian al mismo tiempo que se acaba su vida.
La película discurre en estampas cotidianas de un barrio obrero: pandillas de chavales gamberreando, gente que lucha por salir adelante, conflictos raciales y alguna que otra truculenta historia quizá algo metida con calzador para lograr un mayor dramatismo. Vida y color no es una gran película (le sobran tópicos para serlo, además de tener una excesiva benevolencia con ciertas realidades de la época, como las ejecuciones de etarras), pero Tabernero demuestra que tiene pulso de buen cineasta y que sabe dirigir actores.
Las comparaciones con la exitosa serie televisiva serán frecuentes entre los espectadores. No soy asiduo de la serie -apenas algún zapeo- pero a mi parecer sale ganadora la película claramente.
Especie de crónica de un momento concreto -tan cerca y tan lejos- entrecruzando una serie de historias. ¿Por qué nos atrae el filme a pesar de no contar nada novedoso? ¿Por qué, aun a pesar de su evidente desigualdad la película deja un buen sabor de boca? Apunta Tabernero en su debut bastante alto. Su propuesta es ambiciosa temáticamente, aunque luego la resuelva incluso con modestia, como no queriendo ir demasiado lejos.
Para empezar, entra por la vista. Hay vida y color en su puesta en escena. Claro que cuenta para ello con un operador de primera. Sus personajes, a pesar de los momentos levemente poéticos no dejan de pisar la tierra. Hay naturalismo, que no realismo, en la interpretación. Los actores se agarran a sus personajes porque en la mayoría hay carne a la que hincar el diente. No son vulgares estereotipos, como los que deben interpretar con frecuencia en la tele.
A veces la película se viene un poco abajo, pero recupera y termina arriba, como deben hacer las buenas.
Tengo la suerte de conocer a uno de sus productores (Gaizka Urreisti) y ya sólo por ello hubiera ido a verla. No me ha penado en absoluto.
A ver si Tabernero sigue por ese prometedor camino y nos brinda en el futuro buenas obras, que falta nos hacen en el depauperado cine español.
En algunos momentos me he sentido completamente trasportado a mi propia infancia (y eso que tuvo lugar unos años después). Me gustan los actores, los personajes (la mayoría) están bien descritos, la ambientación es buena, la fotografía estupenda, la dirección más que aceptable, pero como siempre falla el guión (y eso que Tabernero era guionista antes de meterse a director) por varios motivos: el primero tiene que ver con su estructura, bastante deslabazada, en la que algunas tramas quedan muy cogidas por los pelos, sin la profundidad necesaria para llegar a calar hondo en el espectador (y eso que desde el punto de vista dramático las hay muy interesantes), el segundo con la ausencia de una línea argumental consistente sobre la que ensamblar las diferentes historias que nos cuentan, y por último la inclusión de algún episodio completamente desafortunado (el del tarado pederasta) que hace tambalearse el resultado final. Es una verdadera lástima, porque si no fuese por esto último habría ganado mucho. A mí estuvo a punto de estropearme la película. Con todo se deja ver y tiene cosas bastante buenas.