Vida de perro
Sinopsis de la película
Charlot se encuentra sin trabajo y sus perspectivas no son nada halagüeñas cuando salva a una perra errante llamada Scraps del ataque de otros perros. Ambos se hacen inseparables y persiguen un mismo objetivo: conseguir comida.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Dogs Life
- Año: 1918
- Duración: 40
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Opinión de la crítica
Película
7.7
84 valoraciones en total
Otra obra maestra del rey del humor universal, un hombre capaz de hacer reír no solo a la gente de su época, !!!! 90 años después!!! me quito yo el sombrero por lograr que hasta mi hijo de 4 años se haya descojonado con una película muda. Que bueno era el condenado, en todas sus películas hay varios momentos inolvidables, esta no es una excepción. Con humor blanco y recursos de mimo consigue unos momentos de comicidad insuperable y encima retrata la sociedad de su época de una manera brutal, una sociedad hostil con la gente menos favorecida.
Cuando uno se ríe más veces en 37 minutos de una película de 1918 que con el 95% de las comedias de los últimos 50 años… es que hay un problema en el cine actual, falta talento, el que le salía por todas partes a Chaplin.
Una nueva maravilla del maestro Chaplin. En poco más de media hora, el genio londinense es capaz de poner en marcha todo su repertorio de gags para hacernos reír y disfrutar como siempre de su disparatado humor.
Una semana de rodaje son suficientes para crear un nuevo clásico. Vida de perro fue el primero de los ocho cortos que Chaplin realizó para la First National (a cambio de un sustancioso contrato de alrededor de 1.25 millones de dólares).
Todas las obras de Charles Chaplin tienen al menos una escena que la hace inolvidable. Algunas de sus películas son al completo inolvidables. En Vida de perro hay varios momentos imborrables, pero hay uno, sólo uno que perdurará por siempre en la memoria.
En El gran dictador Chaplin hacía juegos malabares con un globo del mundo, en La quimera del oro un exquisito zapato cocinado es degustado por el bueno de Charlot, en Luces de la ciudad el rencuentro con la violetera enternece hasta al más duro e insensible y en Candilejas la bailarina actúa en el teatro mientras Calvero espera tras la cortina. Todas sus películas tienen un momento especial, y en sus primeras películas, el bueno de Charlot ya nos asombraba con escenas que dejan huella.
La de Vida de Perro es sencilla. Charlot entra a un bar donde no está permitida la entrada a los perros, le echan porque va con uno, pero vuelve a entrar con el perro dentro de sus anchos y agujereados pantalones. El rabo del perro hará el resto.
Grande Charles Chaplin como siempre. Maestro de todos y el mejor de los acompañantes en cualquier día, de cualquier mes, de cualquier año. Ver una película suya siempre será un placer inmenso.
Ay, Vida de perro…, cierto es que lo que hace grande a las películas de Chaplin (y a las grandes películas) son sus momentos mágicos imborrables, aunque yo añadiría que Vida de perro es una sucesión de momentos pletóricos hasta finalizar sus 37 minutos de puro cine.
Charlot vagabundea por un mundo blanco y negro en 2D. Es, efectivamente, un mundo cruel donde el trabajo se consigue con trapicheos y trampas, donde los perros más pequeños e independientes son perseguidos para ser devorados por la mayoría que conforma una turba. Siempre hay una sátira política y social demoledora en las películas de Chaplin. Vida de perro es la vida de negación a la humanidad. Queda el amor como única vida de escape cuando uno ha perdido todo menos la cola.
Insuperable cuando Chaplin juega como si fuese una marioneta con uno de los ladrones engañando a su compañero malhechor. Chaplin no quiere hacer ninguna concesión lacrimógena al final: el supuesto bebé acaba siendo un parto múltiple de Scraps.
El mediometraje de la época que más me ha gustado junto a El Moderno Sherlock Holmes de Buster Keaton. La vida de la gente de la calle, que tienen una única pero gran preocupación, conseguir comida. Ojalá en nuestra sociedad se solucionara con imaginación. Pero es que es muy diferente de los mundos creados por Chaplin.
La escena del restaurante cuando interrumpe la comida los malhechores es genial, nunca pensé que se podía dar pie a tanta risa sin una palabra. Lo mismo para la anterior cuando entra en el recinto con la cola del perro. Tengo entendido que por aquellas fechas no existían los Oscars, sino no se explica que no nominaran a la perrita. Se mereció un reconocimiento, creo yo.