Vecinos (C)
Sinopsis de la película
Las propiedades de dos familias están separadas por una endeble valla. A través de un agujerito de la misma, Buster Keaton, vástago de una familia, y una agraciada joven, hija de la otra familia, intercambian mensajes de amor. Esto va a dar pie a varios equívocos sobre quién ama a quién. Es sólo el comienzo de un montón de líos en que se mete Keaton, siempre con su cara impasible, y que además de tiznarle la cara, movilizan a todo un pelotón de policías hasta que las dos familias deben comparecer ante el juez.
Detalles de la película
- Titulo Original: Neighbors (S)aka
- Año: 1920
- Duración: 18
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Opinión de la crítica
Película
7.4
71 valoraciones en total
Buster está en su mejor momentos. Un corto que aunque no ofrezca nada nuevo, sí que ofrece una secuencias divertidas y muy agradables de ver, de lo bien elaboradas que están, la coreografía muy bien trabajadas. Destaco la torre humana en la que van y vienen de un edificio a otro. O el principio cuando va también de un edificio a otro con las cuerdas de tender la ropa.
En historia no hay mucho que contar, ya que todo radica en la forma de suceder las cosas.
No es que sea un desaborido, pero tengo que reconocer que no le regalo una carcajada a cualquiera, y menos en estos tristes tiempos de crisis (no sólo económica) que atravesamos. Por eso me parece impagable haber estado riéndome a mandíbula batiente durante los casi veinte minutillos que dura el Vecinos de Keaton, una sucesión de números circenses no ya ingeniosos e imaginativos, sino lo siguiente, legendarios (lo que fue su línea habitual, vamos), todo ello perfectamente integrado en la ya tradicional adaptación de Romeo y Julieta.
Me alegra ver que por fin se incluyeron en esta página los cortos de los grandes genios del cine mudo. Muchos tenéis aún la oportunidad de verlos por primera vez y enamoraros de una forma de hacer cine ya desaparecida.
Aunque suene a ligereza, voy a decir algo realmente meditado: para mí, BUSTER KEATON ES EL MEJOR CORTOMETRAJISTA DE LA HISTORIA. ¿Razones?: creatividad escenográfica a raudales (recuerden la torre humana que, a modo de bastida de asalto, monta para rescatar a su amada, o la no menos espectacular escena en la que le cuelgan del tendedero por los pies), extraordinaria habilidad narrativa (lo que yo llamo el 3×1: vea tres minutos, sienta como si sólo hubiera pasado 1), perfeccionismo técnico, delicadeza temática (sus tendencias románticas me parecen deliciosas), agudeza en el chiste (como esa confusión racial del policía, o el lío con las notas de amor, o, si no, cuando Buster, el novio, queda encajado por la cabeza y su padre intenta liberarle violentamente: «Conozco una forma mejor de romperle el cuello», sugiere el vecino, celoso padre de la novia, al que contesta el padre de Buster: «Es mi hijo y le romperé el cuello como me parezca»), perfecta síntesis de ideas en un todo coherente y con sentido… En comparación, incluso llegó a alcanzar la madurez conceptual en sus cortos mucho antes que Chaplin, pues directamente se saltó la etapa de chabacanería ingenua.
Se me acaban los halagos y me llaman para cenar, así que, para concluir, si tenéis ganas de volver a sentir la ilusión del niño que asiste al circo, os recomiendo la filmografía de este genio, como mínimo la selección de sus piezas más célebres.
402/11(09/12/20) Impresionante cortometraje silente del gran Buster Keaton que en plena efervescencia creativa nos regaló 18 minutos solaces, embestidos de una imaginación puesta al servicio del entretenimiento con un ritmo trepidante donde el encadenamiento de situaciones impactantes se suceden en cascada. Escrito y dirigido por el propio Keaton junto a Edward F. Cline (hace de policía en el corto), revisionado bajo un filtro satírico la historia de Romeo y Julieta, donde Buster Keaton y Virginia Fox interpretan a jóvenes amantes que viven en casas de vecindad, la parte trasera de las cuales se enfrentan entre sí, con patios traseros separados por una valla de madera y con sus familias en constante disputa por la relación de sus vástagos, donde el motivo de la disputa es tan simple como este, que sus hijos se quieren. Esto sirve a Keaton para desplegar un maná de momentos divertidos donde una valla en un patio jamás ha dado más juego, desde ese juego de vodevil con humor de equívocos epistolares, el modo en que la cruza el protagonista, o la puerta en la misma que Keaton coloca una madera golpeadora. Todo un torrente de mezcla de diferentes tipos de humor, desde el mencionado vodevil, el acrobático, el de intertítulos (… es mi hijo y le partiré él cuello como quiera!), el Rube Goldberg (ese momento en el inicio en que Buster entra cual mono en la ventana superior de su amada, al ser descubierto por el padre huye por la cuerda de la ropa cual tirolina, se desliza por la barandilla vuelve a salir afuera por otra cuerda de la ropa y para estar de nuevo frente a su ‘suegro’), por supuesto el slapstick, hasta incluso el políticamente incorrecto racista.
Un sentido de la fantasía humorística puesta al servicio de la carcajada, con momento como cuando el padre de su novia cuelga a Buster en la cuerda de la ropa por los pies, y termina apaleado por su padre cual alfombra, El tramo de la boda con ese jugo excelso que le sacan a no tener con que sujetar unos pantalones, La abracadabrante torre humana de los dos amigos de Buster más él (en realidad el trío acróbata de Les Flying Escalantes), con una coreografía homérica saliendo cada uno de un piso diferente y uniéndose de modo magno afuera, con un desmontaje tremendo, en lo que es un ejercicio de equilibrismo y funambulismo prodigioso.
Como curiosidad hay un par de elementos discordantes. Uno es la escena en que Buster queda con la cabeza atrapada en el barro, no sé entonces pero hoy día (por lo menos a mí) no me produce humor, más bien claustrofobia y desasosiego al alargarla en demasía y con ello pasarse de vueltas, Otro elemento es el racismo subyacente de algún tramo, algo que ya he visto en otros trabajos de Buster, habrá que darle la licencia de estar hecho hace un siglo. Me refiero a cuando Buster (con la cara manchada de barro) golpea por error (piensa es el padre de su amada) a un policía a través de la valla, este al verlo lo toma por un negro, lo atrapa y en el tránsito a la comisaria Buster se limpia la cara, provocando que el poli lo deje y vaya a por el primer negro que ve por la calle. Hay otro gag inquietante cuando Buster se ha metido para huir de la poli en un cesto de ropa, al salir queda cubierto por una manta blanca, asustando a una mujer negra que lo ve, esto resulta turbador, pues muchos pueden pensar que la mujer lo toma por un fantasma, pero estamos en 1920, con el resurgimiento del Ku Kux Klan, y también podría ser por este grupo racista. Al menos Buster que atomiza este racismo haciendo que sean blancos los que hagan de negros, los interpretan afro-americanos, cosa que no hacía David W. Griffith.
Como curiosidad en un momento dado de la persecución policial a Buster este por un agujero de una valla ve un partido de baseball y dice que está al bate el mítico Babe Ruth, precisamente en 1920 (año del rodaje del corto) fue cuando fue fichado Babe Ruth por los Yankees de Nueva York, temporada en la hizo nada menos que 54 home-runs, El actor que da vida al padre de Buster es Joe Keaton, el verdadero padre de Buster, Vecinos fue el primer cortometraje que Buster Keaton hizo con Virginia Fox, y para la mayoría de sus papeles durante el resto de su carrera, ella estaría en equipo con él. Fox se retiró de la actuación en 1925 después de casarse con el rey de Hollywood Darryl F. Zanuck.
Recuerdo , que cuando era pequeña, ya me gustaba el cine mudo.
Lo veía con mí abuelo, cuando lo ponían en la tele. A él, esto le extrañaba, me decía, eso es muy viejo , eso lo veía yo, cuando era pequeño .
Para mi abuelo, el cine sonoro fue un gran invento.
En este cortometraje, de unos 18 minutos, no paras de reírte.
Narra la relación de dos enamorados, que son vecinos, en la cual, si algo puede salir mal, que no se preocupen, saldrá mal. Pero que no se asusten, no se va a acabar el mundo por ello.
Es una sucesión de situaciones, en algunos casos hasta surrealistas, pero unidas con tanta gracia y tanto ingenio, que te arranca, cuando no una sonrisa , si una carcajada.
Director, guionista y protagonista Buster Keaton, espléndido en todas estas facetas.
Tengo que reconocer, que en todas mis críticas, me quejo, cuando el actor o la actriz, tienen la misma expresión e. el rostro durante toda la película. En éste caso, aunque esto ocurra, de hecho su apodo era cara de piedra ,se lo perdonó, el resto de su ser, es totalmente expresivo .
De los actores, entre otros: Virginia Fox, Joe Roberts y Joe Keaton (padre de Buster),
habituales en las películas de Keaton.
Aunque ahora, estamos acostumbrados a los efectos especiales, qué desarrollan cualquier cosa que una mente pueda imaginar y la hacen parecer totalmente real, a mi me sigue gustando el cine mudo y sobre todo películas como esta.