Valerie en la escalera (Masters of Horror Series) (TV)
Sinopsis de la película
A una residencia para aspirantes a novelistas se muda Rob Hanisee (Tyron Leitso), un joven escritor. Una vez allí Rob comienza a sufrir las apariciones de una misteriosa y bella joven, Valerie, que se le presenta desnuda y cubierta con algo sobrenatural. Valerie puede que sea la musa que Rob ha estado tanto tiempo buscando, o también la manifestación de una fuerza mucho más oscura… Capítulo 8 de la segunda temporada de Masters of Horror .
Detalles de la película
- Titulo Original: Valerie on the Stairs (Masters of Horror Series) (TV)
- Año: 2006
- Duración: 59
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Opinión de la crítica
Película
4.3
81 valoraciones en total
Valerie on the Stairs es el octavo episodio de la segunda temporada de la serie Masters of Horror y está dirigida por el creador de la misma, Mick Garris.
En ella nos narra la historia de un joven escritor, que es admitido a vivir en un edificio dedicado a gente como él, que comienza y es prometedora dentro del mundo de la literatura. Una vez allí irá conociendo a sus extraños vecinos… y sobre todo a sufrir las visitas de Valerie, una chica que surge de la nada, desnuda, pidiendo ayuda… pero no tardará en averiguar que una fuerza muy oscura se esconde tras estas apariciones, y que sus pacíficos vecinos saben más de lo que quieren admitir…
Personalmente la idea argumental me pareció bien interesante y mayormente bien contada. Esta entrega además me pareció que estaba bastante mejor interpretada por sus protagonistas que la gran mayoría de esta segunda temporada. La historia te va a atrapando, sumergiendo en la locura insana del edificio, sus apariciones y sus viciados vecinos… pero Mick Garris no termina de rematar la obra, y esta termina abruptamente, con un final cogido con pinzas, atropellado y que deja al espectador con un amargo sabor de boca por lo que pudo ser y no fue.
No es una joya pero personalmente creo que es una de las pocas entregas de la segunda temporada de la serie que merece salvarse de la quema (aunque con matices).
Enoch
Mike Garris prueba con el ocho (el mejor episodio hasta la fecha de Masters of Horror fue el octavo de la segunda temporada – el estupendo Cigarette Burns) pero ni con esas. Y en Valerie on the Stairs hay muchas ideas interesantes: esos escritores frustrados y torturados que liberan sus subconsciente en forma de ficción incontrolada y su inicial suspense shyamalaniano con préstamos de Al final de la escalera y La joven del agua (o de la pared en este caso).
Pero si ya en la primera temporada Garris no sabía concretar con el material y tomar la ruta adecuada (Chocolate), aquí la narración se vuelve bastante gore, chunga y chamuscada no sólo matando su inicial suspense sino perdiendo fuelle, neuronas e ideas convirtiéndose un cruce entre Legend y Buffy caza vampiros.
Ver para creer, como esa recta final demasiado infantil y ridícula donde los únicos papeles los pierde el propio Garris.
Supongo que al ser ésta una serie de terror el número de episodios no es casualidad. No once, ni doce, sino trece, símbolo de mala suerte e icono de lo oculto. Pues bien, ante las negativas que diversos directores dieron al proyecto, el jefazo Garris decidió dar un paso adelante y redondear tal cifra, el trece. Mejor que se hubiera quedado en su casa leyendo a Stephen King.
Valerie en la escalera , cuya premisa inicial guarda cierto parecido con el episodio Tras las paredes se erige en una historia muy lineal, llena de clichés, aunque necesaria, pues es el único episodio que aborda el tema de las apariciones fantasmales.
Sin embargo éstas no proceden de muertos, sino de algo mucho más real y poderoso: la mente humana. Es insoslayable la impronta de Barker en este sentido, ya que la historia comparte leitmotiv con Candyman (1992), aunque sin la ambiguedad narrativa de ésta. También guarda influencias el medio de Garris con Lecturas diabólicas (1989) e incluso con algún capítulo de The Twilight Zone por lo que tampoco es que se nos esté mostrando la panacea de la originalidad, ya sea literaria o fílmica.
En cuanto a la narración, promete al principio, pero la tensión va desapareciendo al tiempo que se desvelan unos enigmas que resultan bastante decepcionantes. Quiero creer que el relato de Barker tiene mucha más calidad que su adaptación a la pequeña pantalla.
Por otro lado, las actuaciones no son indefectiblemente horrorosas, y bueno, siempre es gratificante encontrarse a Doc aunque ya esté venido a menos. Tampoco gasta la cinta mala fotografía y ambientación, pero no nos engañemos, nada puede arreglar el resultado final: un episodio descendente, donde lo sugerente torna a cuasi cómico y finalmente, se pierden los papeles. Exáctamente igual que le ocurre a la segunda temporada de Masters of Horrors.
Mick Garris se carga con Valerie on the Stairs un relato del macabro Clive Barker con bastante potencial, realizando uno de los peores mediometrajes de todo Masters of Horror y de los últimos años en general. La historia de un escritor en crisis y de cómo descubre en su nuevo hogar el espíritu de una joven -desnuda- llamada Valerie sirve como eje a Garris para dirigir esta gran estupidez donde no destaca absolutamente nada, más allá del relato. La sensación de deja vu es constante, además, lo cual no ayuda.
Interpretaciones dignas de razzie, sólo salvándose Christopher Lloyd por ser bastante freak -ya sabéis, Doc, de Regreso al Futuro-, una fotografía basura total, un maquillaje peor que en películas de serie B, y el final más bochornoso y estúpido que recuerdo en mucho, mucho tiempo. Lo dicho: completamente prescindible. Además es aburrido, soso, y la galería de secundarios no es lo suficientemente estúpida como para que nos lo pasemos bien observando como mueren de formas bastante gore -arranque de médula espinal, corte en los senos…-. Lamentable.
Capítulo un tanto bizarro de la segunda temporada. Una historia con poco tirón con un guión muy flojo. Personajes frikis con unas interpretaciones rarísimas. Christopher Lloyd es el único que se salva, éste le quita el carisma que le falta al protagonista.
Lo mejor: Ver a Lloyd, un par de tetas bien puestas y que el final (que no deja ser muy friki) está currado.
Lo peor: Aparte de lo comentado antes, la falta de intriga, escasez de sangre y que aburre en algunos momentos.
Un 3 creo que es lo más justo, los hay algo mejores y también mucho peores.