Up in the Air
Sinopsis de la película
A Ryan Bingham (George Clooney) lo contratan las empresas para reducir personal, porque es un experto en despedir gente. Desde hace tiempo, Ryan vive despreocupadamente viajando por todo el país. Puede llevar todo lo que necesita en una maleta con ruedas y es un miembro mimado de todos los programas de fidelización de viajeros que existen. Sin embargo, Ryan no tiene nada auténtico a lo que aferrarse. Cuando se siente atraído por una atractiva compañera de viaje (Vera Farmiga), otra viajera recalcitrante, el jefe de Ryan (Jason Bateman), animado por una joven experta en eficiencia (Anna Kendrick), amenaza con atarle a un despacho. Enfrentado a la perspectiva de ser destinado a un puesto fijo, Ryan empieza a meditar sobre lo que significaría tener un hogar de verdad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Up in the Air
- Año: 2009
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
6.5
92 valoraciones en total
Sin ánimo de parecer pretencioso, al terminar de ver Up In The Air me vino rápidamente a la cabeza El Club De La Lucha. A priori no tienen nada que ver una con la otra, pero si la segunda analizaba la sociedad del recién estrenado milenio, ésta que nos ocupa hace lo propio (de una manera más ligera y menos incendiaria evidentemente) con la recién estrenada decada: confrontando la interconexión de hoy día con la deshumanización, la independencia y finalmente la soledad. Incluso veo ciertas similitudes entre Tyler Durden y Ryan, el personaje de Clooney. Pero eso es otra historia. En definitiva: Es una de las películas más actuales que te puedes echar a la cara y aunque no lo parezca, una tragicomedia más tragi- que -comedia porque pone el dedo donde escuece.
La tan cacareada mejor interpretación de Clooney en su carrera no me parece tal. A ver, el tío clava su personaje, lo hace perfecto y no discuto su talento como actor, pero es que no puedo evitar pensar que es él mismo autointerpretándose, el tal Ryan es el mismo personaje que nos vende el Nescafé Expresso, el terror de las chicas desde los 20 hasta bien entrada la menopausia, el que ha provocado que a los hombres ya no les importe lucir canas y manden al cuerno el Just For Men. Como dice otra acertada crítica, es un papel solo para George Clooney.
Las dos chicas (Kendrick Y Farmiga, me encanta esta última) también hacen un extraordinario trabajo aunque luce más Anna Kendrick debido a que tiene mejor material para ello. Las dos son muy relevantes tanto en la historia en sí, como en el análisis de la sociedad.
La dirección es muy acertada aunque no tanto la BSO y pese a tocar superficialmente los pilares de la comedia romántica Hollywoodiense (miedo al compromiso, por ejemplo) ni aburre ni pierde el norte con pamplinas. Recomendable aunque puede que no guste a muchos. Además la considero un poco sobrevalorada por la crítica.
Tras el éxito (merecido) de la corrosiva y divertida Gracias por fumar parezco haberle perdido del todo el punto a Jason Reitman. Y cuanto más le alaban y más premios recibe menos sentido ni propósito le veo a su cine. En cambio, recuerdo que en su opera prima si ví frescura, mala leche, acidez, ganas de dar un golpe sobre la mesa, fuerzas para cambiar la comedia (o al menos intentarlo) e interés en hacernos pensar (aunque fuera un poco nada más) acerca de este mundo de mierda en el que vivimos. Pero ahí parece se acabó todo. Con la inefable Juno llevó el indie al mainstream de la peor forma posible, convirtió lo freak en convencional abusando de un guión bienintencionado en el peor de los sentidos, repleto de frases hechas de cartón y descompensado en sus momentos dramáticos. Te quedaste agusto, Diablo Cody. No sé, quizá esa Juno no es más que un reflejo del propio Reitman tras las cámaras, obligado a crecer a marchas forzadas tras parecer superar demasiado pronto la figura de su padre, olvidando así la sencillez y la espontaneidad para pasar a tomarse demasiado en serio a si mismo. Y ese es el gran problema de esta, y vamos a decirlo ya, sobrevalorada Up in the Air, creer tener una trascendentalidad que no merece.
Up in the air se mueve entre la comedia y el drama sin decisión, intentando contentar a todo el mundo constantemente. Muestra un cinismo confortable en el personaje de George Clooney que a estas alturas ya no sorprende ni divierte a nadie, refleja con intenciones poco claras un mundo laboral descarnado (que además aborda con el sospechoso don de la oportunidad y con ciertos requiebros al dramatismo más gratuito) y se refugia en las salidas y los giros fáciles constantemente. Pero todo es, hablando claro, más blando que la mierda de pavo. No hay riesgos en su visión del mundo ni del género, se queda a mitad de camino en todas sus intenciones. El de Clooney no es un personaje memorable ni mucho menos, todo en él es pose, no hay auténtica personalidad, esas dudas y necesidad de centrar la cabeza que le asisten son las que hacen forzar de forma melodramaticamente cutre la trama, desdibujando aún más el personaje. Por no hablar del resto de secundarios (algunos de tan secundarios deberían ser llamados terciarios) que no aportan fuerza ni mucho menos otorgan credibilidad al relato, son de plástico y sin más se amoldan a las pobres intenciones moralizantes del conjunto.
Resulta muy decepcionante que un director joven, al que se le atisba cierto talento, tan pronto ofrezca claros signos de autocomplacencia. Poco o nada resulta creíble en esta historieta, hasta las comedias malas de su padre son más divertidas y todo (desde la insípida puesta en escena y el montaje) da la sensación de estar tan excesivamente calculado para ser un éxito que probablemente ya lo sea. Habrá que darle la enhorabuena a Jason Reitman por su exclusiva tarjeta oro de la academia en forma de Oscar. ¿Es lo que quiere? De seguir así quizá lo logre.
Pues aquí estamos para hablar de la más seria candidata a los Oscar de este año, vayamos por partes:
El argumento:
Clooney es una ejecutivo que se dedica a la ingrata tarea de despedir gente de la forma menos traumática posible, a la vez da conferencias en las que predica que la mejor forma de vida es andar por el mundo solo con una mochila a cuestas, lo más vacía posible, es decir sin cargas familiares, sin piso, solo lo estrictamente necesario. El es feliz con este tipo de vida, en la cual pasa la mayor parte del tiempo de ciudad en ciudad y de avión en avión, de ahí el título de la peli.
El Clooney:
Personalmente creo que interpreta el mejor papel de su carrera, nunca ha sido santo de mi devoción este actor, pero en esta peli me ha sorprendido gratamente, sabe ser golfo, sabe ser tierno, sabe ser divertido, sabe trasmitirlo, desde luego serio candidato a los Oscar de este año.
Reitman:
Se le veía venir con sus anteriores trabajos, y da sensación de ir a más con en este film, tiene grandes guiños clásicos en la escenificación, con unos planos extraordinarios, y además me da la sensación, que ya percibí en Juno, que es un gran director de actores. También sabe escoger con tino la música, para mi dirección de chapeau. Muchas posibilidades de que le den el Oscar.
Actores:
De Clooney ya he hablado, luego hablemos de las chicas. Vera Farmiga está encantadora, aunque simplemente correcta, el poco tiempo que sale. Anna Kendrich en cambio me ha enamorado, partiendo de un papel duro, de ejecutiva sin muchos escrúpulos, se va enterneciendo el personaje hasta conseguir que te resulte entrañable, para no perderse alguna de las escenas en las que se encarga de despedir empleados, a mi gusto papelón el suyo, ha conseguido un fans.
Durante las entrevistas de los despedidos se suceden algunos cameos, impresionante el de J.K Simons (El jefe del periódico de Spiderman). Los momentos al inicio y final de la película donde se suceden estas entrevistas te dejan helado (sobre todo las del final), los actores fenomenales.
Conclusión:
Durante el film no me di demasiada cuenta de lo que estaba viendo, estás ahí enfrascado en lo que se te narra y no das mucha importancia a lo que ves. Lo bueno está cuando acaba y reflexionas, y te das cuenta que has visto una estupenda película, nada previsible y que te deja pensando un largo rato.
Notable alto y quizá corto.
Jason Reitman con UP IN THE AIR viene a demostrar algo que se sospechaba en sus dos primeras cintas… Es un gran narrador.
Su uso del montaje (siempre ágil), de la fotografía, de la dirección de actores hace del joven realizador ser un valor a tener muy en cuenta en los años venideros.
Especialista en analizar (siempre con cierta ironía) a la sociedad americana hacen que reconozcamos una identidad propia en sus trabajos y un tema de tan rabiosa como de desgraciada actualidad como es el desempleo requería una sensibilidad especial para que el público no se sintiera desorientado, ya que la cinta constantemente navega entre la comedia y el drama, y aun así sería imposible catalogarla en cualquiera de esos géneros, por eso UP IN THE AIR se alza como una película de personajes dentro de un contexto poco alentador, o mejor dicho, es la historia de un personaje, la de Ryan Bingham, perfectamente encarnado por el carismático George Clooney ( es como si Walter Kim escribió el personaje pensando en Clooney).
Hablando de su protagonista es otro por así decirlo analítico de la sociedad americana, pero desde un prisma diferente a la de su director, ya que cintas como SYRIANA, BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE, son claros ejemplos de cintas interesantes y necesarias pero que por momentos se alejan del espectador por la frialdad en la que son contadas, todo ello fruto de las manías de Clooney. Por suerte aquí Clooney es guiado por Reitman, y la comunicación entre actor y director dan como resultado el personaje más hecho a medida de toda la carrera de Clooney (al margen de Danny Ocean), o dicho de otro modo, es la película en la que deseábamos verlo, recomendable tanto para las masas como para público que no quiera sentirse insultado en su inteligencia.
Todo ello hay que sumarle el plantel de excelentes secundarios, destacando a Vera Farmiga y Anna Kendrick (¿de verdad esta chica ha salido de Crepúsculo?) que dan perfectamente la réplica a George.
UP IN THE AIR es una cinta pequeña, introspectiva, tierna, agridulce y por momentos memorable.
Puede que no sea una obra maestra, y que este año haya mejores películas, pero no sería una ganadora de Oscar que hiciera que me sintiera ofendido, cosa que no puedo decir lo mismo de su rival directa, Avatar…
UP IN THE AIR tiene el valor de las pequeñas joyas cinematográficas, y eso no es poco en los tiempos del 3D.
La esperada Up in the Air, principal candidata a ganar todos los premios del cine de 2009 junto a la millonaria Avatar y a la potente e interesante The Hurt Locker, es una comedia con tintes dramáticos bastante más profundos y reflexivos de lo que pueden parecer.
Su protagonista, Ryan Bingham (personaje encarnado por un estupendo George Clooney), es un oasis entre tanta homogeneidad Hollywoodiense. Alejado de todos los tópicos, Ryan es un hombre que vive de un modo incomprensible para muchos. A sus cuarenta años no posee una casa particular, ni tiene una esposa y unos hijos que le esperen, ni tampoco unos amigos con los que pasar el tiempo libre. Su vida se basa en su trabajo, volar por todos los rincones de los Estados Unidos para despedir empleados de la empresa que le contrate. Puede parecer una existencia plena de infelicidad, pero no lo es para Ryan.
Él tiene su propia filosofía: la vida es una maleta y todo aquello que posees va llenándola. Los objetos y, sobre todo, las personas (que son el trasto más pesado que existe) la cargan impidiendo nuestro movimiento y anclándonos de manera irremediable. Para él es preferible tener una maleta vacía que permita nuestra total libertad.
Como es lógico, a lo largo del film el personaje irá sufriendo experiencias que hagan tambalear sus creencias. Pero al contrario de lo que puede parecer, Ryan es una persona realmente compleja: es un hombre solitario, pero también demuestra ser muy sociable. Es un tipo egoísta, pero a su vez muestra grandes dosis de sensibilidad. Parece rechazar todo tipo de conexiones humanas, pero es capaz de abrirse a los demás en varias ocasiones. Un personaje complejo, interesante y cabalmente escrito que, al igual que cualquier otro mortal, está lleno de contradicciones, fobias, defectos y virtudes.
El film esconde reflexiones muy acertadas tras su fachada de comedia ligera ya que, entre gag y gag, trata temas como la crisis económica, la deshumanización de las relaciones profesionales por el exacerbado uso de la tecnología, el desapego vital que pueden generan cierto tipo de trabajos, la precariedad laboral a la que están sometidas la mayoría de los trabajadores y su total dependencia económica… y por supuesto, el tema central del argumento: ¿Es posible ser feliz en soledad? ¿Vale la pena renunciar a parte de nuestra libertad por no estar solo?
La película denota su tono tragicómico ya desde el primer plano: una sucesión de todo tipo de reacciones de empleados que han sido despedidos. Con una estupenda secuencia de montaje entendemos la monotonía diaria de nuestro protagonista. Todas sus acciones están calculadas y son precisas, pero ¿tienen pasión? El primer acto es entretenido y plantea muchas de las cuestiones antes comentadas.
(Sigo en el spoiler sin revelar nada)