United 93 (Vuelo 93)
Sinopsis de la película
El 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones fueron secuestrados. Tres alcanzaron su objetivo, pero el cuarto no. Relato de la tragedia por medio de una meticulosa recreación de los acontecimientos que rodearon al vuelo 93 de United Airlines con la esperanza de tener una visión más amplia de los hechos. La película, realizada con el apoyo de las familias de los pasajeros que viajaban a bordo del avión, relata en tiempo real la dramática historia de lo que ocurrió en el aire y en tierra, mientras los pasajeros, la tripulación, los controladores aéreos y los centros militares intentaban entender y solucionar una crisis inimaginable.
Detalles de la película
- Titulo Original: United 93 (Flight 93)
- Año: 2006
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
6.7
44 valoraciones en total
Estoy muy en contra de este tipo de películas. Cuando la llaga todavía supura es muy difícil narrar una historia sin infligir daño y dolor extremos. En este país, está muy de moda últimamente rodar peliculillas o miniseries que sin pudor, hacen alusión directa a, por ejemplo el asesinato de las niñas de Alcasser y otros dramas con saña, con gore incluido y sobre todo con absoluta indiferencia al dolor de las familias. No quiero imaginarme cómo tratarían aquí el tema de los atentados del 11M. Espero que no llegue nunca el día en que a alguno de nuestros cineastas se le ocurra atreverse, porque no hay película en este país que no levante ampollas.
En fin. Con United 93 prejuzgué mal. Pensé que la película sería faltona, sensacionalista y lacrimógena. Todo lo contrario. Greengrass imparte una lección magistral de respeto, ecuanimidad, imparcialidad. Como cronista de los hechos, no señala protagonistas, aspecto que me pareció genial. Es decir, se cuida mucho de que simpatices con algún intérprete en particular porque aquí no hay ni héroes ni supermachotes que se la jueguen. No, están todos acojonados que es lo que toca y lo que les tocó vivir.
Me gustó también mucho el aspecto técnico de la película. Cómo se aborda el acercamiento al trabajo de los controladores aéreos, de los jefazos de aviación civil y de la desbocada y a la vez organizada responsabilidad que les toca asumir, a sangre fría, a los militares. Eso sí, en esta película/documental, todos, del primero al último, están más que desbordados, que es lo que cabe imaginar sucedió. Nada así puede preverse. Nadie está preparado para repeler semejante ataque, ni la primera potencia militar del mundo, ni la última.
La media hora final es intensa y jode que no veas. Siempre te quedará grabada esa frustrante desazón que te lleva a pensar… ¿y si lo hubieran intentado antes, sólo unos minutos antes?. ¿Hubieran logrado salvarse?. En momentos como el que vivieron los pasajeros del United 93, Grengrass y cualquier espectador podrá calibrar el escaso valor que tiene la vida humana, confirmar una teoría que personalmente percibo más bien como axioma: todos podemos matar y apostar porque en momentos como el que padecieron las víctimas, uno se decida a jugarse el todo por el todo, como decidieron hacer, lamentablemente tarde.
Había mucho que ganar pero mucho que perder también. Dicotomía insaciable como la gula.
Muy recomendable.
Lo que hace de ésta una gran película es que está construida con los sólidos cimientos de la verosimilitud. Cincuenta minutos de retraso en el vuelo pudieron perfectamente tener la culpa de que los viajeros se enterasen del resto de los atentados suicida y decidieran hacerse con los mandos de la cabina secuestrada. Es una hipótesis, como la otra que hay, la del derribo militar, pero como hipótesis es de lo más creíble, porque soy capaz de verme a mí mismo haciendo eso en esa situación. Y a partir de ahí, puedes profundizar como quieras. La opción de Greengrass es de las mejores que se pueden elegir: cámara al hombro, temblorosa pero no mareante, seriedad al escribir el guión, al recabar información y al plasmarlo todo en la pantalla, dejar que sean las propias conversaciones telefónicas entre secuestrados y familiares las que conduzcan la narración y lleven todo el peso dramático, y, sobre todo, dejar que sea el propio espectador el que valore el final.
Recuerda, tú eres el que decides si, partiendo de esta hipótesis creíble, les cuelgas o no el cartel de héroes. Porque Greengrass no lo hará por ti.
Yo les vi como héroes a la fuerza. Pero no es eso lo que a mí me interesó, sino que fue la dificultad para aguantar las lágrimas, para entender lo sucedido.
¿Quién no recuerda lo que estaba haciendo aquel fatídico 11 de septiembre? ¿Quién no ha visto noticias, programas, especiales y demás acerca de los atentados? Debido a la conmoción mundial que supusieron, realizar una película, cuando ha pasado tan poco tiempo, da por lo menos respeto. Es tan sencillo caer en el morbo fácil, presentar a unos americanos angelicales frente a los malvados terroristas… (esto segundo todos coincidiremos en que es verdad) pero Greengrass abandona cualquier tipo de tópico y simplemente relata un hecho, sin juicios de valor, sin sentimientos (harto difícil) desde un plano totalmente objetivo, sólo por ello, se merece un aplauso.
El vuelo 93 que salía de New Jersey con destino a San Francisco se convierte en una pesadilla, pero no sólo para los pasajeros si no también para los controladores aéreos, los primeros en darse cuenta (después de los viajeros) que ese vuelo está siendo secuestrado. Impresionan esas imágenes en el control con todas esas pantallas y los miles de puntitos que las cruzan (Ahora comprendo el verdadero trabajo de estas personas) y la desazón inicial ante la imposibilidad de contactar con el avión, los nervios, la tristeza, la rabia, el caos…
El rodaje con cámara al hombro le da un aspecto de documental que ayuda a la verosimilitud de la cinta, ya no es sólo una película, realmente parece que un reportero se iba colando en las diferentes escenas y relatando lo que allí ocurría, objetivamente, sin emoción, sólo filmando la verdad.
Como curiosidad, cabe destacar que algunos de los actores que interpretaban a los pasajeros, son en realidad familiares de las víctimas. Seguro que algún ojo avispado, se habrá dado cuenta que desde el principio de la película, cuando todavía no saben que el vuelo ha sido secuestrado, varios de ellos están emocionados y con los ojos rojos.
A pesar de que todos sabemos como termina esta triste historia, el desenlace te llega a sorprender, no te esperas que el avión se estrelle, no te esperas que todos mueran, pero esto señoras y señores no es Hollywood y esta vez el final no es feliz
Un trabajo impresionante Mr. Greengrass, se merece todos mis elogios.
Hay dos motivos por los que United 93 puede defraudar e invitar a la disidencia: el estilo ultrarrealista de Paul Greengrass con cámara al hombro palpitante y frenética puede incitar al mareo y/o la historia basada en hechos reales puede ser de dudosa fiabilidad para los que nunca se creen o dudan la historia oficial. Aquellos que consideren que todavía no se puede abarcar el 11-S con una completa veracidad por existir demasiadas dudas (véase el expediente x del avión empotrado en el pentágono). Tal vez sea demasiado pronto para lanzarse, pero si tenemos que esperar a que alguien resuelva el asesinato de Kennedy y las innumerables conspiraciones yanquis puede que España gane eurovisión o un mundial de fútbol.
Greengrass se ampara en los testimonios familiares de las víctimas y las llamadas telefónicas de las mismas para recrear los últimos instantes a tiempo real del último vuelo del United 93, el cuarto avión que se estrelló el 11-S antes de llegar a su objetivo terrorista, y se arropa en su estilo documental con el que sorprendió con la magnífica y aterradora Bloody Sunday, la única película de esta década que me ha producido verdadero terror y agonía.
La cosa funciona pero le cuesta arrancar hasta llegar al clímax. Las secuencias que describen el caos de los controladores aéreos y el mando militar pueden aburrir por el abuso de información y su nula capacidad dramática. El verdadero horror estaba en esos aviones y en sus objetivos.
No encuentro el patriotismo que se le critica. United 93 es una historia de supervivencia básica elevada a su grado máximo. Independence day sí que está repleta de un vomitivo patriotismo por citar el primer ejemplo que viene a la cabeza.
Recibida con enormes críticas en tierras estadounidenses y con brazos abiertos en Cannes, personalmente veo en United 93 una competente película aunque tal vez el mejor formato sería el de telefilme, aunque creo que ya existe uno similar sobre el 11-S.
Greengrass se apunta un nuevo tanto aunque posiblemente le han faltado cojons para mostrar lo que ocurriría en la Casa Blanca y dónde estaba (o se escondía) Bush en esos tensos momentos.
Cuando vemos una película, aparte de los temas puramente técnicos, solemos valorarla respondiendo a estas dos preguntas: ¿Me interesa lo que me cuentan? y ¿Se me ocurre alguna mejor manera de contarlo? Bien, son dos preguntas subjetivas, y por primera vez en este siglo puedo responder sí a la primera pregunta y no a la segunda.
Menos la parte final del film, la película esta documentadísima y tratada de forma muy realista. Y la parte final es sólo una hipótesis, sí, pero muy plausible. Y Greengrass hace que lo real y lo hipotético encaje a la perfección. No chirría.
Otra cosa que le da verosimilitud es mostrarnos algo que es común en la vida diaria: la chapuza. Menuda chapuza la coordinación entre los controladores civiles y militares. Menuda chapuza el secuestro del avión por parte de los islamistas. Menuda chapuza la preparación del asalto de los pasajeros. Ojo, no es una crítica, yo creo que el ser humano es bastante chapucero, y me parece bien. Y no se por qué, pero muchas veces las chapuzas salen bien y otras no. Vale, puede que hayan conspiraciones, pero suelen ser también unas chapuzas y no ese plan perfecto que oculta todo, como piensa mucha gente.
Muy recomendable. Y de visión libre, nada es obligatorio.