Una vida mejor (A Better Life)
Sinopsis de la película
El mexicano Carlos Galindo (Demián Bichir) es un inmigrante ilegal que reside en la ciudad de Los Ángeles. Es un hombre honrado y decente que aspira a ofrecerle un futuro mejor a su hijo (José Julián).
Detalles de la película
- Titulo Original: A Better Life (The Gardener)
- Año: 2011
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
6.7
93 valoraciones en total
Cuando vean esta película, esperemos que la sociedad en los países como EE.UU o España, puedan entender que hay gente cuyo único propósito al emigrar ilegalmente es mejorar su vida, se arriesgan con el sueño de poder tener lo necesario para poder sobrevivir, se arriesgan a todo con tal de poder ayudar a sus familias.
El protagonista nos muestra la vida dura de alguien que quiere progresar en la vida para poder ayudar a si hijo, pese a las adversidades, sigue en su camino de no caer en los malos hábitos de muchos como la delincuencia, drogas, etc. intenta demostrar a su hijo una vida correcta.
Lo mejor es la actuación del protagonista, conmovedora.
Esperaba encontrarme con un dramón, y me encuentro con un film llevadero. Aunque más que film, por momentos me parecía estar viendo un telefilm. Tiene buena fotografía y buen guión, pero sin lugar a dudas lo mejor de la película es la excelente actuación de Demian Bichir como ese mexicano indocumentado que trata de sobrevivir honradamente en U.S.A. criando lo mejor posible de su hijo adolescente. La historia se separa en dos partes, de como sobrevive este humilde jardinero y de la relación padre-hijo. Se pueden encontrar algún que otro cliché pero está dirigida por Chris Weitz de forma agradable y llevadera.
Cruento drama humano que cuenta la historia no de miles, sino de millones de inmigrantes alrededor del planeta, en esta ocasión enfocándose en una región con la que se mantiene una relación grande en el tema de las migraciones.
El sueño americano no es algo fácil, llegar a los Estados Unidos es solo un pequeño paso de la inmensidad de cuestiones relativas que se deben hacer para conseguir estar acomodado económica, social e incluso hasta legalmente.
Carlos lo que busca es un mejor futuro para su hijo, el cual vive en una zona de alto riesgo debido a las pandillas (maras) y demás conflictos sociales que estas traen consigo. En plena adolescencia y bajo esas condiciones no es fácil subsistir.
El manejo del drama me parece muy bien llevado, hay momentos donde las emociones afloran bastante, lo cual es bueno. Lo más flojo, que la película resulta ser algo inocente, tanto en las acciones de algún personaje como en algunas situaciones que se presentan.
En fin que la película se deja ver, Bichir tiene bien ganada su nominación al Oscar, aunque de seguro no va a ganar el premio. Una película sencilla, con algo de crítica al sistema que no sienta mal casi en ningún momento.
Volvemos a un punto de definición de las películas por los objetivos y verdades que plantean. De nuevo parece que el fondo y la forma descompensan el resultado final dependiendo, no sólo del tipo de espectador sino de la realidad que lo rodea. A Better Life es una película pensada para levantar conciencias en EEUU con un tema que pocas veces tratan frontalmente como la inmigración. Es difícil establecer paralelismos porque se trata de una denuncia personal sobre una situación que no es comparable, por ejemplo, a la llegada de inmigrantes en España o Europa. Aunque eso no significa que en Alemania, Italia, Francia, Reino Unido o España, como el resto de países europeos, tengan películas que retraten el tema y que entre ellas se establezcan más diferencias y paralelismos. Pero en EEUU el espectador estaba huérfano de un punto de vista dramático de los propios inmigrantes.
Podría definirse como una película de intenciones y resultados. Resultados que llevaron al gran público de Estados Unidos una realidad que no suele aparecer en los informativos más allá de la noticia. Su mérito es llegar al gran público estadounidense y el mérito empapa al producto y la interpretación de Demián Bichir, que se convirtió en una especie de embajador de la causa que hasta le llevó a la Casa Blanca para mostrar los problemas reales de la inmigración. Los planteamientos de inmigrantes que han dejado de serlo aunque se les cuelgue dicha etiqueta o se les deporte como criminales no hacen más que mostrar que muchos se sienten norteamericano. Más, cuando los auténticos delincuentes siguen allí cometiendo fechorías amparados como crimen organizado y reclutando a jóvenes que ansían escapar de la vida de sacrificio y trabajo que han visto en sus padres. Para éstos durante todo ese tiempo se ha convertido en su hogar. A Better Life muestra las vertientes de la inmigración: una delictiva (los tatuajes son un nuevo carné de identidad) y otra de trabajo y sacrificio con un mínimo de espacio para sueños, más allá de la supervivencia y futuro de escape en los descendientes.
Esas intenciones contrastan con sus resultados y formas: estamos ante una película muy previsible forjada en encuentros y desencuentros, con catarsis emocional y replanteamientos en los espectadores. A Better Life podría ser una A Better Movie y tiene un mensaje muy estimable, pero catalogándola por el rasero a esas películas europeas sobre la inmigración, queda coja. Puede que conozcamos todos y cada uno de sus resortes de la historia y tampoco nos sorprenda lo que revele. Sobre todo, si A Better Life se hubiera titulado El ladrón de trocas (homenajeando a El ladrón de bicicletas) nadie hubiera notado el homenaje o plagio.
Yo lo que creo es que Chris Weitz quiere redimirse después de habernos torturado con La brújula dorada y La saga Crepúsculo: Luna nueva.
Emotiva cinta sobre un inmigrante ilegal mexicano de unos cuarenta años (estupendo Demian Bichir), que lucha en el día a día para poder subir honradamente a su hijo de 14 años, en una ciudad tan complicada como L.A., y a intentar no meterse en ningún lío para que no le deporten, y dejen a su hijo al amparo de Dios. La compra de una camioneta (traca para ellos), desencadenará una serie de situaciones que pondrán a prueba a los dos hombres.
A pesar de tener todos los clichés existentes, y de intentar sacarte la lágrima fácil con el mensajito de turno en cuanto a la inmigración, la cinta consigue que dejemos atrás cualquier opinión personal, y nos identifiquemos con ese padre que hace todo lo posible por si hijo. Y eso es mérito de Weitz (el director de la gran About a boy), que sabe impregnar de vida al conjunto, sacando de Bichir una actuación memorable.
No es una peli que vaya a cambiar el mundo, pero si que merece ser vista, ya que pocas películas con tanta alma se ven es estos tiempos.