Una vela para el diablo
Sinopsis de la película
En un pueblecito prototípico de la España rural de los 60 dos hermanas solteronas y puritanas dirigen una posada en la que se hospedan jóvenes turistas. Obsesionadas por defender a toda costa la decencia y guiadas por un turbio fanatismo deciden eliminar lo que consideran indecente .
Detalles de la película
- Titulo Original: Una vela para el diablo
- Año: 1973
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
6.3
58 valoraciones en total
Para los que no hayáis visto este clásico del horror nacional, Una vela para el diablo (Eugenio Martín, 1973) cuenta la historia de dos hermanas que regentan una pensión para viajeros en un pequeño pueblo de una sierra que podría estar en cualquier parte de España.
Dos hermanas muy peculiares con mucho pudor, mucha casta, y demasiado sentido de la justicia. Dos hermanas, que bien podrían ser todas las mujeres de la España de la transición (juventud perdida, identidad sexual enterrada, miedo al progreso, envidia al extranjero).
Tuvimos el privilegio de visionar una copia en 35 mm. (el único celuloide que hemos olido en toda la edición) con la presencia de Lone Flemming y el mismísimo director Eugenio Martín, que presentaron la cinta y se sentaron con nosotros a revisionarla.
Una vela para el diablo es un clásico mayúsculo por su uso del subtexto y de simbolismos a niveles alucinantes. Es una obra malsana, cargada de perversiones latentes pero nada explícitas. Cada vez que aparecen las dos protagonistas hay un tufo a cerrao, a casa del pueblo de la abuela que lleva años sin abrirse. Mucho de eso es mérito de una gran dirección: con un tempo hipnotizante, pausado, que provoca esa pesadez de estómago característica de la hora de la siesta. Pero, para mí, el principal mérito es de la sencillez y del original guión (escrito por el propio director y Antonio Fos).
Estampas rurales recogidas con mimo para componer una historia sensible, realista y de una sencillez narrativa que resulta tan eficaz como admirable.
Película intensa, sangrienta y lasciva de agilidad extraordinaria y de gran habilidad en la dirección -E. Martín- que siempre sabe prescindir de lo superfluo para que lo esencial resuene como un eco que repite su mensaje entre amenes de sacristía y café recalentado.
Sólo alguna concesión de calado menor resta mérito a una producción que mantiene un alto nivel.
Cada situación lleva a la siguiente como una secuencia aciaga y en la rueda del destino, por más que la oscuridad lo cubra todo, siempre hay un ojo dispuesto a descubrir la verdad.
la historia de dos hermanas totalmente obsesionadas con la moral. Es el reflejo de una España que aun vivia bajo esa moral hipócrita… Con tal impunidad creen que tienen derecho a juzgar a los demas… La película con un tono poco amable y pausado dibuja una España no muy amable…. Las dos actrices Aurora Bautista y Esperanza Roy no escatiman en hacer un logradísimo trabajo encarnando a esas dos hermanas perversas. Eugenio Martin muestra con buena mano un excelente ejercicio de buen cine y de saber entretener al público. El guión y la fotografía de Aguado merecen una lectura aparte. Se juega mucho con los claroscuros de los personajes y los recoversos.
En los 60s el turismo era un gran invento pero no a todos les parecía tan estupendo. En un pueblo de la España profunda dos solteronas en quizás lo mejor de la película que son las actuaciones de Aurora Batista y Esperanza Roy no están muy por la labor del progreso de allende los pirineos. Sobre todo si el progreso es el intento de acabar con la moral estricta de un pueblo católico y decente como ha de ser. A nuestras dos protagonistas no se les ocurre otra manera mejor de terminar con esa falsa moral que acabar con las turistas. Primero es un accidente pero luego le van cogiendo el gustillo, Claro encima tienen a los mozos con la boina calada sedientos de vicio y alborotados. Una de las hermanas es más comprensible y quiere ir a la guardia civil pero está dominada psicológicamente por la otra. Y encima disfruta del jóven trabajador de la casa rural pecando a diestro y siniestro interpretado por Victor Alcázar. Qué gran escena cuando el afilador con su característico sonido pasa por el pueblito y les viene como anillo al dedo para sus aviesas intenciones. Genial . Poco presupuesto pero mucho talento. Las tramas finales deberéis descubrirlas pero es bastante retorcida y gran película y sin necesidad de sangre ni gritos en la oscuridad.
En un pueblecito turístico de la España de los 60, dos hermanas (Bautista y Roy), solteronas y de espíritu puritano, regentan una posada dónde suelen hospedarse jóvenes muchachas, sobre todo. Obsesionadas con la moral y la decencia (especialmente Bautista) se meterán en una espiral de limpieza y violencia…
Para quien esto escribe, una de las obras maestras del cine de terror español, en una realización tan potente como inteligente del muy considerable Eugenio Martín. Limitada de medios, exprime, sin embargo, de forma óptima su argumento y posibilidades (espléndido guión del propio director y Antonio Fos) jugando con los conceptos antagónicos: Odio/Envidia, Represión/Deseo, Pureza/Pecado (¿hay un pecado mayor que el asesinato, incluso desde una óptica cristiana?), Tradición/Nuevos Tiempos, Beatismo/Libertad.
Una vela para el diablo posee una sobresaliente atmósfera cerril, opresiva, captada de forma soberbia, haciendo muy cercano el ambiente rural de aquellos tiempos (fotografía de José F.Aguayo).
Capítulo aparte merece la interpretación de Aurora Bautista, absolutamente perfecta y grandiosa, me atrevo a decir que la mejor de su carrera (y mira que las tiene buenas), respaldada por una Esperanza Roy excelente (¡qué actriz tan poco valorada y aprovechada!).
Estamos ante un suspense psicótico, que condena de manera magistral el negruzco ideario moralista franquista, represivo y justiciero, censor y tendencioso. Es una radiografía triste, letal y soberbia de ese mundo y de esa época.
Con una tensión sexual y un erotismo además de notable, muy pertinente, si se obvian las licencias de alguna interpretación/personaje más flojo de alguna actriz (la importada Geeson, cosas de la producción supongo), Una vela para el diablo se comunica en cierto modo con la inolvidable El extraño viaje de Fernán gómez (su hermana de los 70) y es un film soberbio, como casi siempre ocultado/infravalorado en la noche del cine español.