Una casa en el fin del mundo
Sinopsis de la película
Crónica de la vida de dos buenos amigos con caracteres totalmente opuestos, que empieza en los suburbios de Cleveland en los años 60 y se extiende hasta el Nueva York de los 80, época en la que forman un triángulo amoroso con una mujer mayor que ellos.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Home at the End of the World
- Año: 2004
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
5.9
24 valoraciones en total
Una historia tan convencional como bien estructurada… Collin Farrell se entrega a un papel desarrollado con tal maestría que en algún momento llegas a olviar que es solo una película. Creible y magnífico trabajo del resto de actores, bajo una dirección sensible y por instantes estremecedora…
La sinopsis de la película, por suerte o desgracia, dice poco de lo que vamos a encontrarnos finalmente en la cinta. Y quizá ahí radique lo original de Una casa en el fin del mundo , en mostrarnos una historia con tantos matices en una hora y media de metraje.
El argumento toca palos diversos, incluso la homosexualidad -aunque tiene escenas metidas con calzador-, y encontramos una sorprendente galería de personajes. Destaca Farrel como el protagonista , impresionante en su papel, Robin Wright como su hermano y el duo Sissy Spacek y Dallas Roberts como la madre de Robin y novia de Farrel respectivamente.
La historia está básicamente bien, y pese a las licencias que se toma, es una cinta que rezuma inocencia y vida por todos los lados. Sin duda, la recomiendo, aunque es una cinta bastante personal y especialmente poco convencional. Yo la he visto a ciegas y me ha gustado lo suficiente para no olvidarla al día siguiente… y no suele pasarme eso con dramas románticos .
¿Cómo puede ser que nos llegue el film 2 años después de su esteno? La distribución de películas en España es sencillamente lamentable. Pero este es otro tema.
Es una película muy bonita, entrañable y puede que diferente, porque no estamos ante los típicos personajes, sobre todo al que encarna Colin Farrell.
Puede que no nos plantée grandes sopresas, puede que no nos cuenten nada nuevo, pero lo cierto es que al término del visionado del film te recorre un noséqué por el estómago que te indica que de una u otra forma la película ha hecho mella en tu persona. Esa mezcla de tristeza y supervivencia latente en toda la película, desde luego no deja indiferente.
Es una pequeña gran película, mágica, triste, evocadora…
Aviso: o te gusta o sencillamente la odias. Es una de esas películas que no admite término medio.
Como bien indica el compañero FullPush, this is basura progre. ¿Qué me vendeis?
Una cosa muy seria en Una casa en el fin del mundo es el asombroso desfile de pelucas que se suceden a lo largo de la película. No importa de qué vaya la escena, siempre habrá en ella un personaje con algún notorio y cantoso postizo capilar. Resulta muy difícil concentrarse en los problemas sentimentales de Colin Farrell cuando éste parece un personaje de Los caballeros de la mesa cuadrada con su peluca-fregona último modelo.
El tema es como muy liberal y escandaloso, son dos amigos gaylord que a su vez tienen una amiga liberada y uno folla con la amiga, la amiga con el amigo y el amigo con el amigo también. Alegría, alegría. Todo va de que las familias alternativas también son bonitas y guays y lo importante es quererse, un poco el rollo de la reciente Los chicos están bien aunque con peores actores y mejor banda sonora y también más aburridota.
Se supone que hay que quitarse el sombrero con el gran esfuerzo interpretativo de Colin intentando no parecer un machote irlandés amante de la birra, pero más que un sensible ser enamorado de su mejor amigo simila a mi amigo Paco que siempre se disfraza de enfermera sexy para los carnavales y se tira todo el día diciendo ay mi amor y haciendo unas caídas de ojos de aquí te espero, guapetón, ven y cómeme toa.
Sissy Spacek está simpática, aunque su papel no interesa demasiado y Robin Wright interpreta a una madurita moderna, alegre y cachondona, algo que le pega tanto como a U2 versioneando a Don Omar, esta mujer nació seria y morirá seria y su estilo no es lo que requiere un, por lo demás, bastante insoportable personaje.
Una dirección carente por completo de encanto a pesar de que en ocasiones se alza alguna escena a la que se podría haber sacado mucho partido termina de estropear lo que en nuestro país hubiera sido el resultado de una pavorosa colaboración entre Isabel Coixet y Félix Sabroso, con Javier Cámara de Colin Farrell, por supuesto.
¿En el fin del mundo? Entonces ¿cómo ha llegado a mi ordenador?
Esta película con buenos sentimientos respecto del ser humano contemporáneo, retrata la vida a priori desgraciada de un muchacho que pierde a su familia, pero es adoptado rápidamente por otra que necesita amor. Y al chico de eso le sobra. Todo ello ocurre en los EEUU de los sesenta, con una cierta relajación moral respecto a las formas de amar y las drogas.
Está bien rodada, y mejor interpretada -los cuatro protagonistas, notables-, aunque a la trama le falta chispa en muchos momentos. También es previsible: cuando la vida les lleva a Nueva York sabes a que se van a enfrentar…son los ochenta tío!!
Lo mejor: Farrell, Wright Penn.
Lo peor: Que el final despierta del sueño de Woodstok a los protagonistas.
Nota: 5,45.