Una bala en la cabeza
Sinopsis de la película
Año 1967. Ben, Frank y Paul crecieron juntos en los suburbios de Hong Kong. Su amistad se ve amenazada cuando un día, tras un violento enfrentamienro con Ringo, un camorrista malcarado, éste muere y los amigos se ven obligados a huir a Vietnam, un país en plena guerra entre el norte y el sur. Allí sus planes para empezar una nueva vida pronto se frustran…
Detalles de la película
- Titulo Original: Die xue jie tou
- Año: 1990
- Duración: 136
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Opinión de la crítica
Película
6.5
36 valoraciones en total
He de comenzar diciendo que la gente que lea críticas de películas de John Woo estará hasta las narices de mí, porque he metido comentarios en la mayoría, pero es que su cine de Hong Kong es el que me resulta más interesante de la filmografí de este director, porque detrás de los disparos hay personajes de carne y hueso.
Y en esta película más.
Esta es la historia de tres amigos que viven en Hong Kong. No tienen dinero ni futuro.
Como la vida en China no les depara ningún futuro y los camorristas se la tienen jurada deciden irse a Vietnam para hacerse ricos. Saben que allí tendrán una oportunidad única de ganar dinero fácil con el tráfico de armas. Así que se van con lo único que tienen: su amistad.
Salvando las distancias (que son muchas) me recuerda a la obra maestra de Cimino, El Cazador. Porque son 3 amigos fuera de su entorno y realizando un viaje en el que ninguno de ellos volverá a ser el mismo.
La película más dramática de John Woo hasta la fecha.
Primero que nada, la película tiene 8 minutos en su inicio que son lamentables, después logra atraparte y mantenerte pendiente el resto de la película, aunque es muy larga es entretenida.
Esta vez dejan atrás a los personajes que son capases de cualquier cosa, bueno por lo menos no es ninguno de los protagonistas y se crean personajes muy humanos, mostrando una cara de pobreza e ignorancia, pero no se quita el cliché de los vietnamitas malos por naturaleza y crueles por gusto, se olvida mencionar que defendían SU país, pero dejo en claro algo notable y es que en las guerras no puede haber héroes y casi todo pierden, menos los avariciosos y oportunistas.
Las actuaciones son muy buenas, acentuando el hecho de que en la película hay demasiados sentimientos y tiene un gran guión.
Son los alocados años sesenta en Hong Kong y los tres amigos Ben (Tony Leung), Paul (Waise Lee), y Frank (Jacky Cheung) no quieren quedarse al margen de las nuevas modas y apuestan muy fuerte por el alto riesgo que pueden pagar por sus correrías: desde enfrentarse a una banda rival o a disputar sus frenéticas carreras en bicicleta por los muelles que siempre estarán unidos al enfrentarse con cualquier problema. Y se aprecian de cerca: después de casarse y asesinar a un rival durante una pelea la misma noche de su boda, y sus dos amigos se verán obligados a huir del país gracias a la ayuda de un hombre de negocios local que les facilitará pasaportes al incendiario Vietnam donde el peso de la guerra no acusa al trapicheo de los negocios ocultos. Su amistad quedará quebrada al verse en el mismo corazón de una guerra que no les pertenece.
Uno de los títulos más memorables, (tomando como referencia a la famosa foto ganadora del Premio Pultizer por Eddie Adams y que se homenajea en una brutal secuencia) sin duda alguna, de John Woo (Blanco Humano) realizado antes de alcanzar la fama en Estados Unidos, se trata detalladamente de una crítica de la occidentalización de Oriente a través del punto de vista de unos jóvenes acosados constantemente en un ambiente de presión en una violencia y del que podían haber estado ahuyentados: de aquí que la Guerra del Vietnam, escenario que ocupa la segunda mitad de la película, ocupe un plano de vital importancia y que va más allá de una intervención militar. Woo tal vez no sea original en algunas secuencias que nos recuerdan vagamente a El Cazador (The Deer Hunter, 1978) de Michael Cimino, pero también sabe mezclar buenos momentos de intenso y cargado drama (demostrado en la amistas entredicha de los protagonistas) con un thriller sólido en que se encuentran mafiosos y drogas trapicheando en un país en guerra. Entre el reparto destaca el protagonismo de Tony Leung, conocido en sus intervenciones en Deseando Amar (In the Mood for Love, 2000) y 2046 (2004), dos imprescindibles dramas románticos dirigidos por Kar Wai Wong.
Las películas de John Woo me suelen gustar casi todas, sus tiros a mansalva, sus explosiones, sus cámara lenta, sus diálogos cortos pero concisos, esa música que escoge para sus films, la sangre que mana a raudales, de hecho que el que ve una película de John Woo sabe lo que verá, en mayor o menor sangre, tiros o explosiones, pero sabe lo que ve y no se esconde para mostrarlo al público sin pudor, los que lo ven por primera vez y les gusta que sigan con su filmografía, cambia la historia y la crudeza de sus personajes, pero el trasfondo violento es el mismo, si no te gustó, raro que te encandile su filmografía, no sufras y no lo intentes más, gastarás dinero tontamente, yo, personalmente disfruto mucho con su cine, en más o menos medida, según el guión y los personajes, que también son muy importantes en el mundo Woo.
Aquí son tres amigos de la infancia, pero a decir verdad su comienzo me pareció un poquito ridículo, pensaba que estaba viendo un remake Made in Hong Kong de West Side Story, más que luchar parecía que bailaban y las peleas son flojitas o ridículas, según el prisma con el que se mire, se le da mejor los tiros que las peleas, pues los chicos son carne de cloaca y quieren hacerse ricos a toda costa, un día que coincide con la boda de uno de ellos es el punto de inflexión entre su nuevo futuro y su pasado sin futuro, deciden huir de un crimen y hacer dinero en otro sitio, Vietnam en plena guerra, donde la droga está más en auge que nunca, la forma más fácil de hacer dinero, por tribulaciones de la vida se encuentran en una guerra con el capo del lugar y se forma la que se forma.
Película interesante y con mucha acción, en momentos demasiada pero es el mundo de Woo.
Tal vez el exagerado prestigio que adquirió en occidente John Woo, cuando su cine no llegaba a los espectadores occidentales, y directores como Quentin Tarantino proclamaban a los cuatro vientos sus excelencias, haya finalmente jugado en su contra. Por un lado su carrera emigró a Hollywood donde sus películas perdieron garra y parte de las señas de identidad que las caracterizaban. Por otro lado, sus películas hongkonesas empezaron a llegar en tromba editándose en Dvd con muchos años de retraso, y muchos se sintieron decepcionados por una filmografía que delataba a un director bastante discreto aunque con una innegable pericia a la hora de rodar escenas violentas, sobre todo a la hora de utilizar el escenario como otro elemento integrante de la acción. En la actualidad, el espectador occidental avezado en el cine trash oriental, el Chambara japonés, el género yakuza, el Wuxia chino o el thriller de Hong Kong, ya está más que preparado para poder valorar en su justa medida el cine de este director. En primer lugar, es un cine que no interesara nada a los cinéfilos prejuiciosos que consideren que el cine sólo puede y debe ser un espejo de realidades sociales, una manifestación artística de primer nivel que manufacture únicamente cine de autor, o cine de prestigio artístico. Aquellos espectadores que acuden a las salas de cine con frac únicamente dispuestos a ver clásicos imperecederos u obras de arte, menospreciaran este tipo de cine.
Yo particularmente no he entendido jamás esta postura, puedo disfrutar tanto de una película de Ingmar Bergman, Rosellini, Bresson, Bela Tarr como de una película de John Woo, Dario Argento o Lucio Fulci. Todo depende del momento y del estado de ánimo particular que tenga en ese instante. Lógicamente no exijo las mismas cosas al cine de unos y al cine de los otros.
Para mí, la carrera de John Woo en Hong Kong, está llena de autenticas bazofias, de películas reguleras y de al menos cuatro estupendos y muy disfrutables thrillers descabellados y carnavalescos: A better tomorrow (1986), The killer (1989), Una bala en la cabeza (1990), Hard Boiled (1992).
Estas cuatro películas recogen prácticamente todos los temas, clichés y manías personales del autor, además de contar con la colaboración de su habitual Chow Yun-Fat, actor al que no conocía ni Cristo en su momento, y que empezó a ser conocido a partir de su salto a Hollywood junto a John Woo hacia mediados de los noventa del siglo pasado.
En Hollywood perdió el desparpajo y la frescura sus mejores películas de Hong Kong, frente a las producciones no pobres pero algo desaliñadas que realizo en China, en Hollywood realizó películas mucho mejores técnicamente pero bastantes más aburridas. Sus películas perdieron su sentido del humor, y las secuencias ralentizadas o los planos secuencias memorablemente violentos y llenos de coreografías imposibles dejaron de funcionar en Hollywood. El ritmo de producción acelerado del cine de acción de Hong Kong, resultaba bastante incompatible con las producciones americanas de acción del aquel entonces, mas aseadas en la fotografía y en los efectos especiales, pero menos abiertas a la improvisación y al jolgorio coreográfico de sus escenas de acción. John Woo estaba acostumbrado a encargarse el mismo de la producción, la dirección, el guión, intervenía en pequeños papeles y sospecho que incluso supervisaba personalmente el catering, ya puestos. En Hollywood esto no era posible.
La capacidad ilimitada de los cargadores de las armas que se disparan, las piruetas circenses de los protagonistas, los montajes combinando planos secuencias elaboradísimos y rápidos junto a pequeños intervalos de escenas ralentizadas se hicieron plomizas y aburridísimas en sus películas americanas. Realizo auténticos bodrios como Broken Arrow, Blanco humano, Mision Imposible 2, Windtalkers…
Desde mi punto de vista solo consiguió acercarse a esos thrillers chinos descabellados, demenciales, pero llenos de ritmo frenético y de personajes absurdos pero al mismo tiempo carismáticos y graciosos por sus neurosis y traumas personales en Cara a Cara de 1997. Antológicos John Travolta y Nicolas Cage, intercambiando sus roles y ámbitos familiares de criminal y policía, sobreactuando de manera exageradísima para dar vida a unos personajes totalmente frustrados y oligofrénicos, que daban rienda suelta a sus desengaños, fiascos, delirios de grandeza y particulares sentidos del honor , en un enfrentamiento face to face violento, brutal y tragicómico.
Tuvo que volver a Hong Kong en 2009, para realizar una película digna, involucrándose en un Wuxia épico titulado Acantilado Rojo.