Un pequeño favor
Sinopsis de la película
Stephanie (Anna Kendrick) es una joven madre bloguera de una ciudad pequeña cuya mejor amiga, la sofisticada Emily (Blake Lively), desaparece un día repentinamente. A Stephanie le ayudará en su búsqueda el marido de Emily, Sean (Henry Golding).
Detalles de la película
- Titulo Original: A Simple Favor
- Año: 2018
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
5.8
67 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Andrew Moodie
- Andrew Rannells
- Anna Kendrick
- Aparna Nancherla
- Bashir Salahuddin
- Blake Lively
- Chris Owens
- Corinne Conley
- Danielle Bourgon
- Domenic Cina
- Dustin Milligan
- Eric Johnson
- Gia Sandhu
- Glenda Braganza
- Henry Golding
- Howard Hoover
- Jean Smart
- Joshua Satine
- Julio Benitez
- Jung-Yul Kim
- Kelly McCormack
- Lesleh Donaldson
- Linda Cardellini
- Melissa ONeil
- Melody Johnson
- Olivia Sandoval
- Paul Jurewicz
- Roger Dunn
- Ronnie Rowe
- Rupert Friend
- Sarah Baker
- Sugenja Sri
- Umed Amin
- Zach Smadu
Producto satisfactorio durante sus dos terceras partes, con un guión preciso que centra la historia alejándola de artificios.
A lo largo de la última parte, comienza a perder su estructura, atiborrada de escenas confusas que lastran el resultado final. De haber podido crear un buen trabajo, Paul Feig, transforma una comedia encaminada, hacia un film convencional.
El trayecto resulta interesante en su gran mayoría, por lo cual, la recomiendo.
Antes de nada quiero decir que no voy a caer en el spoiler fuera de su espacio o que rehúso a adelantar cualquier posible sorpresa, como han hecho otros usuarios o incluso parte de la crítica especializada. Menos mal que cuando voy al cine me informo poco, porque así me ahorro disgustos. Tiene su parte buena y su parte mala: si el film es horrendo, por desgracia, no recibo ninguna advertencia, y si hay algo que no deba saber nadie me la destripa, esa es la ventaja.
Y ahora ciñéndonos al tema en concreto, Paul Feig, tras su sonado batacazo con el remake de Cazafantasmas, vuelve a la línea trazada en Espías, es decir, un film de evasión, con tintes neo- drag, sazonado con ciertas dosis de petardez y evocaciones a un estilo cinematográfico que ha caído en desuso, aunque he de decir, que en ese sentido, Espías me pareció algo más lograda. Es un tipo de cine que a los más exigentes les podrá resultar una simple parida, pero creo que, además de que deban existir toda clase de pasatiempos, hay en ella ciertos factores que la libran de ser claramente una vulgaridad o una mierda, hablando mal y pronto. Es más, incluso a veces se recurre a un intento de recreación de ambiente a lo que muchos mal llamaban comedia sofisticada de los años sesenta y parte de los setenta, lo cual a mí me gusta.
De entrada, y ante tanta producción reiterativa, está exenta de testosterona gratuita, violencia de relleno o diálogos trillados. Quizás por esta razón la mayoría del público asistente a la sesión eran mujeres, aunque no se trate en absoluto de un film que solamente le podría interesar a un público femenino. El arranque de Un pequeño favor promete mucho, aunque luego ciertos elementos durante el camino no se aprovechen.
De entrada ¡incluyen títulos de crédito! Eso es algo que ya pocos films tienen y que muchos echamos en falta, unos créditos bonitos tanto de color como de diseño. La mayoría de las canciones que se van utilizando parecen un precioso homenaje a la canción francesa, con temas cantados por Hardy, la Bardot, Gainsbourg, Zaz o Dutronc, entre otros, y aunque aparezcan brevemente temas de otras épocas y latitudes el clima francés reina en la película.
El guión, que no me esperaba que se basara en ninguna novela, en este caso de Darcey Bell, es una acumulación de referencias que pensé que partían de sus creadores, como Paul Feig o Jessica Sharzer, a modo de parodia. Por eso su verdadero fuerte no es su argumento, si no sus diálogos, y sobre todo su acertado casting en el que sus dos actrices principales hacen unas composiciones que podrían recibir la sorpresa de aparecer nominadas, por ejemplo, en los Globos de oro, como Anna Kendrick, que parece haber tomado como referencia a la Sally Hawkins de Happy: Un cuento sobre la felicidad además de parecerse físicamente a esta gran actriz, y Blake Lively, cuyas referencias las dejaremos para el spoiler y hace también un notable trabajo, posiblemente uno de los mejores de su carrera.
Sus giros, sobre todo en la segunda mitad, quizás se exceden tanto en intenciones de sorprender, como de deslumbrar en exceso. Y eso juega en parte en su contra, como también cuando se toma demasiado en serio y se olvidan de que la clave de comedia no se debe perder, porque cae en la inverosimilitud.
Feig hace una buena labor en su dirección, así como el resto del equipo técnico, logrando un correcto divertimento para los que busquen específicamente esta clase de género. Y sin más, vamos al spoiler.
Todos tenemos algún confidente. Una persona con la que compartimos nuestras desventuras diarias, sueños indiscretos y una faceta que no mostramos al público. Aquel ser que haría lo que fuese por nosotros, desde un pequeño favor a incluso regarte las plantas de casa durante tus vacaciones en Huesca. Todo genial, sí. Pero, ¿qué pasa si ese confidente un día cualquiera desaparece de la faz de tu vecindario? ¿Qué le habrá pasado? ¿Conocemos realmente a las personas de las que nos rodeamos?
En ‘Un pequeño favor’, el director Paul Feig nos presenta un thriller hecho a medida para responder estos supuestos. Anna Kendrick es Stephanie, una mamá vloguera de las cuquis sumergida día a día en una búsqueda de la felicidad doméstica, la amistad y las recetas llenas de azúcar glas. Pero un día, se ve envuelta en una descabellada maraña de oscuros secretos y mentiras fatídicas cuando conoce a la glamurosa e hipnótica Emily interpretada por Blake Lively.
Basada en la novela homónima de Darcey Bell, la historia bebe de otras adaptaciones del género como ‘Pérdida (Gone Girl)’ o ‘La chica del tren’. ‘Un pequeño favor’ es un endiablado relato por momentos lleno de giros, traiciones y revelaciones, amor, asesinatos y venganza a partes iguales. Un divertimento de espejos cóncavos impregnadas de canciones pop francesas.
Destaca el trabajo de Anna Kendrick en esta película: una joven viuda, sociable, generosa, con mucha iniciativa y dos pasiones: su hijo y su videoblog. A medida que se va metiendo en líos, sobre todo por relacionarse con la sofisticada Emily, vamos descubriendo otras facetas de su personalidad, incluso su lado oscuro.
También hay que destacar unos diálogos ágiles e ingeniosos que te van enganchando a la historia.
El problema es que el guionista (ignoro cómo es la novela de Darcey Bell), no parece confiar en los ingredientes que está utilizando, como si pensara que está dando poco al espectador y es necesario animar como sea el tramo final.
Para empezar: Tanta murga que están dando con que se parece a Gone Girl (2014) o que tiene un aire ¿Se parece? ¿Tiene ese aire? No, rotundamente no, un poquito como mucho, pero esta película tiene su propia identidad y su propia mala leche.
La película tarda un poquito en enganchar, pero con la magnífica introducción que le regalan a Blake Lively de su personaje, bajándose de un Porsche bajo la lluvia, perfecta y elegantemente vestida, mientras abre su paraguas y se acerca a Anna Kendrick… Ahí, justo ahí es cuando arranca la película, cuando la cosa se empieza a poner realmente interesante, muy, muy interesante.
Es una película malvada, traviesa, juguetona y que agobia un poco la verdad ¿Por qué agobia? Por las magnificas interpretaciones de Kendrick y Lively, me explico: Una es una pobre pazguata, una mojigata cansina con su blog (Kendrick) y la otra es una sofisticada y elegante ejecutiva con muchísima mala leche (Lively), la que más agobio provoca, obviamente, es Kendrick, porque la mala leche que exuda Lively es terriblemente magnética.
Son dos polos tan jodidamente opuestos que parece increíble que puedan estar juntas en una habitación manteniendo una sencilla conversación y eso es lo realmente especial de la película: cuando dos personajes tan diametralmente opuestos inician una conversación que va derivando en oscuros detalles de sus vidas, es magnífico, mágico.
La música francesa es genial y aporta a la película muchísima elegancia.
No se puede decir mucho ni de la película ni de la trama, porque si no ¿Qué gracia tendría? Yo creo que Paul Feig ha hecho un gran trabajo y Anna Kendrick y Blake Lively están geniales y brillantes las dos.
De esas películas que, por desgracia, pasan por cartelera sin pena ni gloria y que pasan desapercibidas en general pero que merecen muchísimo la pena, la recomiendo sin dudarlo.