Un instante, una vida
Sinopsis de la película
Bobby Deerfield (Al Pacino) es un exitoso piloto de coches de carreras. Sin embargo en su vida personal no sabe asumir un grave problema: su amada Lillian tiene una grave enfermedad, pero él, incapaz de enfrentarse a la situación, busca consuelo en Lydia, una seguidora suya…
Basada en la novela de Erich Maria Remarque de 1961 Heaven Has No Favorites .
Detalles de la película
- Titulo Original: Bobby Deerfield
- Año: 1977
- Duración: 124
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Opinión de la crítica
Película
5.6
71 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Al Pacino
- Al Silvani
- André Valardy
- Anny Duperey
- Antonino Faà di Bruno
- Aurora Maris
- Bernie Pollack
- Dominique Briand
- Dorothy James
- Feodor Atkine
- Franco Ressel
- Gérard Hernandez
- Guido Alberti
- Isabelle de Blonay
- Jaime Sanchez
- Marthe Keller
- Maurice Vallier
- Mickey Knox
- Monique Lejeune
- Norm Nielsen
- Patrick Floersheim
- Romolo Valli
- Stephan Meldegg
- Steve Gadler
- Van Doude
- Walter McGinn
Cuando te arriesgas a hacer algo, la vida es más dulce . (Lilian a Bobby)
Bobby Deerfield (Al Pacino) es un frío piloto de Fórmula 1, con una vida fuera de las pistas, un tanto rutinaria y vacia, para él todo gira entorno a su única emoción: su profesión, pero es justamente a propósito de un terrible accidente en la competencia, en que él conoce circunstancialmente a una chica bastante peculiar (Marthe Keller, en un carismático personaje), quién con su forma de ser algo ingenua, pero muy fresca y sincera, se va ganando el corazón del completamente opuesto piloto. Le va mostrándo, entre disparates y actitudes aparentemente infantiles , pequeños detalles que, personas como el rutinario Bobby, pasan por alto a lo largo de la vida, cosas como dejarse llevar por la emoción de un improvisado viaje, de dejarse encandilar por la mágia de una sincera sonrisa, de la alegría de tener siempre algo que contar, de tener siempre ese entusiasmo por competir en algo, del encanto de dejarse llevar por la imaginación a veces, etc, haciéndo que su existencia tenga mágicos detalles que antes no tenía, lo que Bobby no sabe, es que Lillen es una paciente de cáncer avanzado…
Dirigida por Sidney Pollack, es una película con muy buenas intenciones, pero que (para mí) adolece de un gran problema, está narrada con un ritmo muy, pero muy lento e incluso por momentos apático, (sólo animada por los personajes protagonistas) sin embargo -para un seguidor de Pacino como yo-, valía la pena pasar por alto esta pesada barrera, y meterme de lleno en la historia… lo logré, al final quedé con la sensación de haber visto algo al que el tiempo no le ha hecho muy bien, pero con un profundo mensaje…
Un llamado a los colegas de Filmaffinity en el spoiler!
Un piloto de carreras, acostumbrado al riesgo y a ponerse al límite, descubre por sorpresa el amor. Bobby Deerfield le sigue el paso a una imprevisible mujer que se ha cruzado por su camino, cosa que le resulta difícil a este profesional del riesgo calculado. Una historia con una mujer diferente, a la que sabes que nunca vas a poder olvidar.
En un principio la película aparenta ser una de acción, una aventura para los fanáticos del deporte de la alta velocidad (la pista es preparada para la adrenalina y demás efectos electrizantes), pero es el romance de novela el que predomina. La película se asienta en el melodrama romántico, pero conducido con serenidad.
La película genero por venta de taquillas la cantidad de $9,3 millones en Estados Unidos solamente, además Al Pacino recibió una nominación a los Golden Globes como mejor actor de cine.
Es una lástima que una película que promete tanto pueda llegar a ser tan aburridilla. Al principio me hace la boca agua pensando que pueda llegar a ser un drama sobre las inquietudes de un Al Pacino convertido en el piloto brasileño Carlos Pace en el año 76. Qué lo motiva a pilotar, a estar siempre en el limbo de la esquela funeraria al día siguiente de la carrera. Va un poco de eso, pero las inquietudes del piloto se filtran entre un peñazo de historia de amor entre el piloto fernandoalonesco y una señora nerviosa que tiene un cáncer grave. Y entre que sí , que no y que va , nos cuelan escenas muy buenas rodadas en Le Mans y en el Jarama, por ejemplo. Buen sonido y buenas cámaras subjetivas. Al Pacino no lo hace nada mal, pero es que el cuento no da para más y con 120 minutos para desglosar la historia, uno piensa que realmente con media hora larga hubiese ido perfecta.
Un Instante, una Vida es una película bastante interesante dentro de la filmografía de Al pacino. Quizá su mayor defecto sea el exceso de lentitud con el que se desarrolla la película, muchos trayectos en coche, muchas conversaciones prescindibles, planos de Pacino pensativo etc. Pero por lo demás resulta interesante, un millonario corredor de carreras que se ha convertido en un pasota y un chulo, se enamora de una mujer enferma que es totalmente opuesta a él, hasta el punto de sacar todo lo que hay detrás de esa fachada que se ha ido creando con la fama. Se tocan interesantes temas, como el cáncer, el cómo muchas veces a los famosos les gustaría perderse y alejarse de la civilización, y el vivir la vida.
Las actuaciones son bastante buenas, Al Pacino creo que está cojonudo en su papel de piloto egocéntrico, y Marthe Keller (actriz que desconocía), también realiza una buena actuación
Es una película olvidada de Al Pacino, en la que si no fuera por la ya comentada lentitud en el desarrollo sería una gran película.
Producida y dirigida por Sydney Pollack, se basa en la novela Heaven Has Not Favorites (1961), de Erich Maria Remarque. Se rodó en París, Florencia, Le Mans, Montmeló, Bellagio y en los Billancourt Studios (París). Obtuvo una nominación a los Golden Globe (actor drama). Se estrenó el 29-IX-1977.
La acción tiene lugar en Francia, Italia y España, en 1976/77, a lo largo de varios meses. Narra la historia del piloto norteamericano de Fórmula 1, Bobby Deerfield (Al Pacino). A la salida del centro hospitalario donde se recupera un compañero herido, conoce a Lilian Morelli (Marthe Keller), muchacha apasionada y vitalista, de muchos amantes, enferma de leucemia. Entre ambos nace una amistad que deriva en romance.
La película enfrenta al protagonista y al público con el tema de la muerte, siempre difícil e ingrato. Bobby vive bordeando la muerte, que acecha a los pilotos de carreras de los grandes circuitos. Cuando un amigo y compañero muere accidentalmente en una carrera oficial, se ve sumido en un estado de profunda tristeza. Se refugia en las atenciones y el consuelo de Lydia (Anny Duperey), fan y amante. Las cosas cambian, cuando conoce a Lilian, enferma terminal, apasionada de la vida, que le enseña cómo afrontarla con alegría, optimismo y deseos de apurarla con intensidad. La vida es una cosa tan grande, que hay que aproveharla sin concesiones y sin excepciones. Incluso la vida de un enfermo terminal contiene tantos atractivos que no se debe renunciar a ellos. El vitalismo de Lilian le contagia la ilusión por la vida y la alegría de vivir que necesitaba para ser feliz. Son escenas destacadas del film la de los globos aerostáticos que sobrevuelan el lago Como y alrededores y la entrada a Florencia de Lilian y Bobby por un puente desde el que se ve el Ponte Vecchio y su reflejo en el agua. Florencia es el símbolo de la vida y la belleza, porque fue la cuna del Renacimiento, que disipó el oscurantismo medieval y abrió las puertas del mundo a una nueva era creativa, libre y tan inmortal como Dante, Miguel Ángel, Leonardo, Giotto y otros.
La música, de Dave Grusin, colaborador de Pollack en unas 6 películas, aporta una hermosa partitura que rebosa alegría, romanticismo y lirismo. La fotografía, basada en un dibujo excelente, usa una paleta de colores suaves y aprovecha la fuerza del claroscuro (blancos/verdes, cremas/marrones, pastel/rojo y negro). Incluye imágenes de gran belleza visual, que sitúan la estética del film en las coordenadas de los gustos del cine americano de los últimos 70 y primeros 80. El guión construye una historia de amor que deviene un canto sobrecogedor a la vida. La interpretación de Pacino es impecable. Le dan réplica una inspirada Marthe Keller y una más que atractiva Anne Duperey. La dirección sabe cómo hablar de la muerte para inspirar ansias de vivir.
Película de correcta factura y de gran interés para momentos de fatiga en los que conviene recuperar fuerzas y fortalecer la alegría de vivir.