Un hombre llamado Flor de Otoño
Sinopsis de la película
Lluis de Serracant es un joven abogado que desciende de una familia burguesa catalana, lo cual no le impide llevar una sorprendente doble vida: mientras que por el día se ocupa de los asuntos de su trabajo, por la noche se transforma en Flor de otoño , conocido travesti que actúa en un pequeño cabaret.
Detalles de la película
- Titulo Original: Un hombre llamado Flor de Otoño
- Año: 1978
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
6.2
40 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alfred Lucchetti
- Ángel Menéndez
- Antonio Corencia
- Antonio Gamero
- Carlos Lucena
- Carlos Piñeiro
- Carmen Carbonell
- Enrique Vivó
- Félix Dafauce
- Fernando Sánchez Polack
- Francisco Algora
- Francisco Jarque
- José Franco
- José Sacristán
- Manuel Pereiro
- María Elena Flores
- María Rivas
- Mario Álex
- Marisa Porcel
- Mimí Muñoz
- Roberto Camardiel
- Sonsoles Benedicto
- Víctor Israel
Pedro Olea se ha rodeado de lo mejor que en ese momento hay en el cine español en guión, fotografía, música e interpretación y construye una historia que lleva muchos de los temas que con la nueva democracia se tocarán en el cine español y podrán desarrollarse libremente. La historia, basada en hechos reales, es una historia de importancia política y que circunstancialmente el anarquista se travesti, añade más interés por la libertad y no debería ser el centro del tema, como tampoco lo es que tenga de profesión la abogacía. Cuando el cine político español se empieza a centrar en el franquismo y las consecuencias de la guerra, Olea y Azcona buscan presentar la sociedad española a través de una historia de preguerra, y cuando se va buscando el morbo y la vulgaridad de las relaciones homosexuales, director y guionista tratan con mucha delicadeza, sin quitar realismo, las relaciones homosexuales. La burguesía catalana, la policía, la iglesia, y todos los estamentos potentes en los años 20 están aguijoneados y puestos como en una caja de insectos para la observación del espectador. Durante hora y media el este, el espectador, irá sacando conclusiones y rememorando lo vivido en España antes y después de la guerra civil. La película es muy española en el buen sentido de la palabra y no como aquellas películas que se hacían al mismo tiempo y se llamaron españoladas. Sin duda la interpretación de José Sacristán es muy destacable, y por supuesto, su interpretación de canciones al estilo Sara Montiel es para darle premio.
Se filmó en una época bochornosa para el cine español como fue la transición aunque bien es verdad que el cine español actual si cabe es todavía más provocador e irritante. Mientras que otros cineastas que venian de la generación de los años 60 vulgarizaron los planteamientos de sus proyectos Pedro Olea se mantuvo en una línea de decoro y seriedad fruto de la cual fue este film que justificaba su escabrosidad mediante un estilo cinematográfico competente y de palpable eficacia. El papel de abogado travestido que hizo finalmente el genial intérprete Jose Sacristán parece ser que en principio fue pensado para otro actor magnífico como es José Luis Gómez pero finalmente no se decidió a hacerlo y fue para Sacristán que está muy bien caracterizado cuando canta. La película está narrada con inspiración y destacan también las creaciones de Carmen Carbonell y Roberto Camardiel, un actor de carácter bastante versátil. Lo triste es que después de haber realizado este y algunos otros films buenos además de haber debutado con una película como Dias de viejo color en la que llamaba la atención la sensualidad espontánea y totalmente natural que ofrecian sus fotogramas Olea llegara a empañar su interesante filmografía haciendo con El dia que nací yo un irritante y bochornoso vehículo para el lucimiento de Isabel Pantoja. Con los años 90 vino la decadencia artística de este cineasta. Un hombre llamado Flor de Otoño es una pieza fílmica confeccionada con esmero y que tiene el tono emocional adecuado para cada momento.
Lo mejor de las películas de Olea suelen ser las excelentes ambientaciones, además de la puesta en escena. En este caso, el argumento puede parecer algo morboso y folletinesco, pero la habilidad del director impide que quede en un esperpento. La interpretación de Sacristán es excelente, teniendo en cuenta que es un personaje complejo y lleno de ambiguedades y matices. El tema de la identidad sexual unido al tema político, con algún ingrediente propio del cine negro. Atención a Pedro Almodóvar en un pequeño papel (uno de los travestis del local).
El cine de la transición normalmente muy zafio y falto de interés, fue capaz de ofrecer obras tan curiosas como esta, cuyo balance cinematográfico quizás no sea excesivamente alto pero que si arroja un saldo más que sobresaliente en cuanto a valentía, voluntad transgresora y capacidad de observación y reflexión. Esto hoy por hoy está totalmente perdido en un cine español mucho más preocupado por su diseño y nivel industrial que por conectar con auténticas realidades de nuestro tiempo.
Un hombre llamado Flor de otoño no es una obra maestra, de hecho la excesiva tendencia al acartonamiento y a las soluciones visuales poco arriesgadas de su director el meritorio Pedro Olea y un guión que de puro resbaladizo no elude algunos tópicos bastante sonrojantes sobre el tema del travestismo y la homosexualidad, quitan mordiente a una propuesta que se queda en la epidermis y no es capaz de ahondar en un tema propenso a provocar una profunda reflexión existencial y sociológica y que sin embargo se queda tan solo con una pátina de morbo nihilista resulton, pero a todas luces insuficiente.
Pese a todo la espléndida interpretación de José Sacristán y la gran pericia de su director para poner de manifiesto determinadas actitudes sociales hipócritas (como se pudo comprobar en las algo más redondas Pm Pam Pum fuego y Tormento) dan como resultado una obra importante, auténtico respiro de libertad en la España de la época y que hoy en día sigue vigente quizás por que el paso del tiempo ha reforzado sus innegables virtudes y ha atenuado los tópicos y lugares comunes que malogran parcialmente tan interesante película.
Recuerdo grandes títulos de la época, como PERROS CALLEJEROS, ASIGNATURA PENDIENTE, DEPRISA DEPRISA, EL SACERDOTE, LOS PLACERES OCULTOS, EL DIPUTADO etc…
Fueron unos años donde el cine español mostró toda la categoría del buen hacer tras la caída de la dictadura.
UN HOMBRE LLAMADO FLOR DE OTOÑO mostraba la doble moral, enmascarada por la más canalla de las correcciones
Uno de los trabajos mas brillantes de José Sacristan, bajo la talentosa dirección de Pedro Olea.
En aquel tiempo fue una película emblemática definiendo un ciclo que desgraciadamente se ha desvanecido hasta llegar a la mediocridad del momento actual.
UN OCHO.