Un gángster para un milagro
Sinopsis de la película
En la época de la Ley Seca (1920-1933), Dave es un contrabandista de alcohol que está a punto de cerrar un trato importante con un mafioso de Chicago. Como las manzanas de la mendiga Annie siempre le han dado suerte, envía a uno de sus hombres a buscarla para cerrar la operación. Pero Annie está completamente desesperada: su hija, a la que no ve desde hace muchos años, llega de Europa acompañada de su novio y de su suegro, unos aristócratas italianos, y Annie tendrá que convertirse en una gran dama para no defraudarla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pocketful of Miracles
- Año: 1961
- Duración: 136
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Opinión de la crítica
Película
7.6
80 valoraciones en total
Me gustaría tener un cuento con esta historia para poder leérsela en un futuro a mis hijos por las noches.
Muchos son los sentimientos que afloran en esta película: amor, bondad, solidaridad, amistad, etc. Bajo la magnífica dirección del incomparable Frank Capra, esta reposición de Dama por un Día es pura magia hollywoodiense, una inolvidable combinación de comedia, fantasía y romanticismo que recibió tres nominaciones para los Oscar. Esta película es también un cuento navideño, aunque diferente a Que bello es vivir en la atmósfera.
La historia es una típica de Capra, es decir, un guión inverosímil que en manos de cualquier otro director hubiera sido irrealizable pero que sin embargo Capra no solo consigue hacerlo verosímil, sino que lo convierte en obra maestra. Lo cierto es que todo lo que acontece en l película es absolutamente imposible en la vida real, pero Capra lo hace de tal forma que el espectador se lo cree, porque todos nos compadecemos de la pobre Annie, y queremos creer que todo saldrá bien. Capra da al espectador lo que quiere. Otro final hubiese sido demasiado descorazonador.
Entre otras cosas, me gusta esta película porque, a pesar de ser de Frank Capra, no recurre a la lágrima fácil, sino a la sonrisa, para hacernos pasar un par de horas entretenidos. Algunos puntos de los mafiosos son realmente divertidos.
Después de ver la película… ¿No entran ganas de ser mejor persona y ayudar a quien lo necesite si está en nuestra mano?
Las dos escenas que hicieron que se me saltaran las lágrimas las pongo en el spoiler:
El mago Capra se despide del cine con una obra de arte: mago y amigo que nunca nos ha fallado.
Una despedida indeseada e innecesaria, obligado por la falta de grandes éxitos de taquilla en los últimos años. No consiguió presupuesto para un proyecto de ciencia ficción y se retiró a una especie de investigación científica, relacionada con documentales que había hecho en el pasado. De manera que este cuento de hadas tan singular es una despedida que no pretendió serlo, pero funciona como si se hubiera empeñado en marcharse a lo grande: desde el guión al último detalle de realización. Desde los magníficos secundarios (siempre fue el fuerte de Capra) hasta la sorprendente calidad de un tipo al que nunca he valorado como Glenn Ford: está sensacional junto a un reparto de gente tan dispar y con tanto talento como Hope Lange, Peter Falk, Thomas Mitchell (en la antología de los jueces del cine americano), Arthur O´Connell… y esa delicada ternura de Ann-Margret, la que sería excelente actriz dramática y star de musicales con explosiva atracción sexual. Y también la última película realmente buena de Davis componiendo esta maravillosa anciana llena de matices, no volvió a contar con ningún personaje tan rico. Sí, es verdad que hizo bastante cine después, pero su mayor logro fue una caricatura cruel, sobre todo por su grotesco personaje en ¿Qué pasó con Babe Jane? y el morbo de enfrentarse ficcionalmente a la Crawford. Pero aquí, de la mano de Capra, expresó la bondad y la ternura que siempre le costó mucho expresar en la vida y en el espectáculo: ¡Redios la escena en que se presenta convertida en dama poderosa y amantísima, dulce y refinada! Y encima con momentos de admirable humor: ¡cuántas réplicas de alta comedia…!
Pero además, el gran fabulador de historias de amistad y amor en las que todos descubren que vivir es formidable, logra lo que nadie: que una historia tan almibarada y si se quiere un punto reaccionaria por su aprobación encantadora del poder social de la riqueza, alcance la cima de obra de arte.
En un tris de caer en la cursilería y la estupidez y la glorificación de la riqueza, elabora un puzzle en el que ganan los vagabundos por talento de pícaros, el criminal es un tipo al que le conviene ser solidario, el amor es una confianza necesaria en el momento preciso, y la sonrisa es el arma más poderosa de la humanidad.
Grande fue Capra, y su peculiar manera de entender la existencia humana y el cine tuvieron su recompensa: murió a los 94 años mientras dormía, rodeado de sus seres queridos.
Una Bette Davis andrajosa (Annie) le da manzanas a un mafioso de tres al cuarto al que llaman el dandy (un irreconocible Glen Ford, hasta actúa y todo) para que le traigan suerte. Según Annie los duendecillos son los que traen la magia a aquel que la compra… pero esta magia envuelve también al espectador, que durante poco más de hora y media verá como un grupo de mafiosos se juegan el cuello para ayudar a una pobre vagabunda.
Capra logra que salga bondad hasta de debajo de las piedras en este mundo egoísta. Es hermoso creer que la gente a veces hace algo bueno por alguien simplemente por amor al arte. Capra nos devuelve la fe.
Annie Manzanas es una madura vendedora callejera del Nueva York de la Ley Seca cuyas calles son los dominios de toda una institución de los bajos fondos. Sus amigos pertenecen a los estratos sociales más dudosos: gángsters, mendigos, vedettes y tramposos de diversa ralea. Todos la aprecian. Dave Dandy está convencido de que las manzanas que Annie le vende le traen suerte y la tiene como su fetiche particular de buena fortuna. Los indigentes que se trabajan el territorio y que están compinchados con Dandy (quien pese a ser un bandido tiene buen corazón) la respetan.
Annie alimenta una ilusión. Tiene una hija en Europa prometida con el hijo de un conde italiano a la que ha hecho creer que su madre es una gran dama neoyorquina. Nunca se ha atrevido a contarle la verdad por temor a que Luisa se avergüence de ella.
Cuando Luisa le anuncia por carta que va a ir a América a visitarla junto con su prometido y su suegro, se le presenta un problemón, pues en la distancia el engaño era fácil de mantener, pero ahora… ¿Cómo se las va a arreglar para llevar a cabo la pantomima?
Dandy, animado por su novia Queenie y secundado por sus esbirros y otros cómplices, movilizará todos los recursos posibles para ayudar a Annie en una empresa que pinta totalmente descabellada.
Magníficos Bette Davis, Glenn Ford, Hope Lange, Peter Falk, Edward Everett Horton y Thomas Mitchell, llevando adelante esta gran comedia optimista y conmovedora que además cuenta con un guión tan ameno como era de esperarse tratándose de Capra.
Sigamos creyendo en los cuentos de hadas.
Estamos ante la última obra maestra de Frank Capra, su última película. Capra se despidió de la mejor manera que solo puede hacer un maestro, con una gran obra.
Se trata de un remake del clásico Dama por un día, pero aquí con ese toque característico del cine de Capra. Es una película que refleja muy bien lo que es la fluidez narrativa, el saber contar historias. Tiene uno de los mejores repartos donde destacan una esplendida Bette Davis y un maravilloso Gleen Ford.
La mayor definición de esta película es entretenida, que va enganchando poco a poco y a más al espectador. Y lo que siempre sucede con el cine de Capra, que cuando uno acaba de ver la película el espectador se siente mejor persona, hace sacar lo mejor de cada uno.
Es una película que habla de la esperanza, de la bondad, de los sueños, del amor, del sacrificarse por los demás, de la entrega… También se trata de una película que refleja ese eclipse de una manera de hacer cine que ya se estaba acabando, ya no se volvería a hacer películas como esta… quizá sea porque Capra dejó el listón muy alto.