Un franco, 14 pesetas
Sinopsis de la película
España 1960. Es el inicio del desarrollo español. La industria se reajusta, y muchos obreros son despedidos. Martín es uno de ellos. Vive con su mujer, Pilar, y su hijo, Pablo, de cinco años, compartiendo el sótano de sus padres, porteros de la finca. La situación provoca que, con el impulso de Marcos, amigo de Martín, decidan emigrar a Suiza, aunque sin contrato de trabajo y haciéndose pasar por turistas en la aduana. Pilar y Pablo se marchan un año después, uniéndose a Martín en una vida muy diferente a la que dejan detrás. El pequeño Pablo se enfrentará a cambios drásticos en poco tiempo: ver marchar a su padre, cambiar también él de país, crecer en un entorno diferente, aprender otro idioma… Sin embargo, allí tendrán una vida tan feliz y cómoda que lo duro será volver a España.
Detalles de la película
- Titulo Original: Un franco, 14 pesetas
- Año: 2006
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
6.7
78 valoraciones en total
Veo la película y siento el dolor y la tristeza de volver a una España retrograda y hermética a la cultura exterior que todavía pervive en nuestros tiempos, ¿quién no ha oído frases hoy día como: para qué viajar al extranjero si en España hay tantas cosas por ver, como en España no se vive en ningún sitio?
El personaje de Carlos Iglesias evoluciona para ver más allá de su pasado cultural, para comprender que en España no se vive tan feliz como nos queremos hacer creer y que tenemos tantas cosas que aprender que solo se aprenden conociendo a los demás.
No dejo de sentir una gran pena por el protagonista, por volver de aquello de lo que huyó, representado socialmente por su mujer.
Siento lo mismo como cuando contemplé Mediterraneo, ¿si encontramos nuestro lugar en el mundo por qué debemos abandonarlo por hacer lo aparentemente correcto?
Para todos nosotros, hay que ser valiente en esta vida y cumplir con nuestros sueños por que si no terminamos cumpliendo los sueños de los demás.
Es una pena que se hayan confirmado mis temores de que esta película, tal y como ya había leído antes de ir a verla, se haya visto perjudicada por un exceso de melindre con tufo a familia Alcántara, sin el cual el experimento seguramente habría salido mucho mejor parado.
Pero, aparte de eso, he de reconocerle el innegable mérito de haber sido la primera película española en abordar un tema que a mí personalmente me toca de lleno, pues yo soy hija de esa oleada de emigrantes a Suiza (de hecho, nací allí). Por descontado, no pude evitar llevar a mis padres a verla nada más supe de su estreno, y cual no fue mi sorpresa al comprobar que, a los pocos minutos de visionado, ya estaban los dos llorando como magdalenas. Con independencia de los múltiples recuerdos que, sin duda, debieron despertarse al ver sus vivencias reflejadas en la pantalla (por lo visto bastante fidedignamente), supongo que era la primera vez que alguien les hacía sentirse merecedores de un homenaje por ese su particular periplo vital -que, dicho sea de paso, tanto contribuyó a oxigenar el viciado aire que por entonces se respiraba al sur de los Pirineos.
En todo caso, me alegro por ellos. Como dice la peli, por todos ellos .
Aparentemente, esperaba un remake del Vente a Alemania, Pepe! , donde el Benito de Manos a la obra y el golfo de Los Serrano harían de las suyas por tierras Europeas en tiempos de Franco.
No obstante, la vi en una noche de aburrimiento y me encontré sin duda con una de las mejores películas del cine español de los últimos años. Tierna, emotiva, y a la vez dura, hace una crítica de la mentalidad española que todavía perdura: el como en España no se vive en ningún sitio . Cualquiera que haya visitado países del norte de Europa y sienta que España todavía pertenece en parte al tercer mundo (al menos socialmente), se sentirá identificado con las experiencias y vivencias de los protagonistas.
Confieso que cuando la semana pasada un buen amigo mío me propuso ir a ver esta película, sentí cierto desinterés. Vaya por delante que el cine español me gusta, aunque reconozco que hay ciertos bodrios que mejor ni comentarlos, pero finalmente acepte dispuesto a acompañar a mi amigo. Y lo que vi fue una historia tan real y tan emotiva, que no pude menos que emocionarme, (yo soy bastante sentimental), al reconocer en ella la historia de mis padres, emigrantes tambien, sin un futuro claro, con una vida dificilísima, (quizá más que la nuestra hoy día), lejos de los seres queridos, en un país donde nadie te conoce y eres un extranjero, y justo cuando decides volver a tu madre patria, ves con tristeza que toda la miseria que allí dejaste vuelve a resurgir otra vez de las cenizas, esta vez con un futuro aún más incierto que te hace el replantearte el volver allí.
Muy buenas interpretaciones de los actores, (Carlos Iglesias consigue por fin despegarse de su papel del ñapas Benito), bonita música, bonitos paisajes y muy bonita y entrañable historia, para una muy buena película de nuestro cine.
Dedicado a ellos, a todos ellos… Papá, mamá… Os quiero..
Un franco, 14 pesetas aparenta ser la típica película española encarnada en la época del franquismo narrando la historia de un país de la posguerra y de cómo va surgiendo todo poco a poco. Pero no, esta película es distinta: tierna, emotiva, melancólica y hasta un poco graciosa.
Desde el primer momento que pisan Suiza los protagonistas, te metes en la película y ya hasta que acaba se te pasa volando. Una gran interpretación de Carlos Iglesias y Javier Gutiérrez que con su tono tipical-spanish en un entorno que no les corresponde hacen de momentos de la película una maravilla.
Además de sorprendido me llevo una buena imagen en conjunto de la película.