Turbo Kid
Sinopsis de la película
En un futuro post-apocalíptico, el agua es un bien muy preciado y en todo el mundo solo hay una ley, la del más fuerte. The Kid es un joven que se ha criado solo en un mundo duro y cruel, gracias sobre todo a la ayuda de cómic retro y otros objetos de tiempos pasados que se han convertido en su particular obsesión. Con ayuda de compañeros que irá encontrando a lo largo de su camino deberá luchar contra Zeus y su grupo de salvajes que se han auto-proclamado los jefes de todo el territorio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Turbo Kid
- Año: 2015
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
5.9
66 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Aaron Jeffery
- Abdul Ayoola
- Alex Stines
- Anouk Whissell
- Ara Ball
- David Rigby
- Edwin Wright
- Éric S. Boisvert
- Evan Manoukian
- François Simard
- Jason Eisener
- Jean-François Ferland
- Laurence Leboeuf
- Marcello Bezina
- Michael Ironside
- Munro Chambers
- Orphée Ladouceur
- Patrick Kerton
- Rob Deleeuw
- Romano Orzari
- Steeve Léonard
- Thomas Luccioni
- Tyler Hall
- Yoann-Karl Whissell
- Yves Corbeil
¡Atención! Esta Película puede producir altas dosis de nostalgia a todos aquellos enamorados de los 70 y 80. Si te encuentras entre sus filas prepárate a vivir uno de los mayores placeres visuales creados hasta la fecha. Pues sintetizadores a todo trapo, malos sacados de cómic, héroes carismáticos, muchos guiños a películas de esas maravillosas décadas y mucho más es lo que nos espera en Turbo Kid. Creado como si de un pequeño Frankenstein se tratase, pues durante todo el metraje haremos un recorrido por varios géneros, como aventuras, sci-fi, acción, gore, e incluso romance, pues su hora y media de duración da para esto y muchas sorpresas más.
Nos situamos en un futuro post-apocalíptico, el agua es un bien muy preciado y en todo el mundo solo hay una ley, la del más fuerte. The Kid es un joven que se ha criado solo en un mundo duro y cruel, gracias sobretodo a la ayuda de comic retro y otros objetos de tiempos pasados que se han convertido en su particular obsesión. Con ayuda de compañeros que irá encontrando a lo largo de su camino deberá luchar contra Zeus y su grupo de salvajes que se han autoproclamado los jefes de todo el territorio.
François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell son los encargados de escribir y dirigir esta joya tan bizarra como entrañable. Este proyecto nace un tiempo atrás con T is for Turbo, cortometraje presentado para la antología de terror The ABCs of Death. Debido a la gran acogida por parte del público, este trío de directores se pusieron manos a la obra para expandir este caótico universo, así nace Turbo Kid.
Entre el reparto destacar a sus dos protagonistas, tanto Munro Chambers como Laurence Leboeuf realizan una actuación entrañable, decir que su experiencia frente a las cámaras se puede resumir en varias series y alguna tv movie. También hay que mencionar a el enemigo de nuestro héroe, que no es otro que el mítico Michael Ironside, a pesar de no tener un papel muy extenso, su mera presencia en el llena totalmente la pantalla. Como curiosidad mencionar los cameos de sus tres directores y del productor de la cinta Jason Eisener.
Después de hablar de las maravillas y virtudes que posee esta película, porque no nos decantamos por la nota máxima? La respuesta es que esta no es una película para todos los públicos, su target se ve bastante reducido a esos nostálgicos de tiempos pasados como dije, y aun más podríamos acotar a los amantes del gore, pues uno de los mayores alicientes de Turbo Kid es el gore, litros y litros de sangre salpican suelos y paredes durante todo el metraje, si cumples ambos requisitos, enhorabuena, estás listo para ver la mejor película de la década.
http://www.terrorweekend.com/2015/04/turbo-kid-review.html
Film enmarcado en el futurismo retro distópico, esto es, un film postapocaliptico que se situa en el ¡año 1997! como si fuera una película rodada en los 80. Y ciertamente, este aspecto retro está muy cuidado, desde el principio, tras los miles de logos de patrocinadores, aparece un logo que recuerda a la Cannon, pero también está la ropa, los peinados, la ausencia de móvles o pen-drives, la tecnología obsoleta, las cintas de cassette y de video, la cancioncilla, la ingenuidad de los personajes, los efectos especiales sin ordenador, incluso la duración (90 minutos) todo nos retrotrae conceptualmente a aquellos filmes cutres pero divertidos que producía la Cannon. Además de estos filmes, bebe de Mad Max, de sus imitaciones italianas, de Kick Ass por la historia y la violencia gratuita y de Reanimator por la facilidad de mostrarnos visceras e intestinos con una vis de humor negro.
El combate final es tremendamente gore y a la vez divertido, con partes humanas volando a diestro y siniestro y cayendo encima de la gentes. Chorros de sangre a presión. ¡si incluso usan una sombrilla para protegerse de tanta sangre!
Cutre pero divertida, sin complejos, visceras y sangre con risas, ochentas en estado puro.
Genial. Una mezcla entre Los Bicivoladores y Mad Max con el toque perfecto del Gore de cuando eramos crios (los que ahora ya tiramos para maduritos), Terminator y Kung Fury . Pero con esto último no han recurrido al potaje. Mucho humor negro y la sensación real de estar viendo un comic animado. Es como si la hubiesen rodado en el 93, pero con calidad digital. He vuelto a tener 15 años durante un rato.
BUENÍSIMA
Revolviendo el baúl del cine en busca de algún diamante en bruto poco conocido o simplemente alguna grata sorpresa me encuentro con ‘Turbo kid’, una producción Canadiense cuyas críticas ensalzan su originalidad y aire ochentero que en teoría hará las delicias de los más nostálgicos. Un intento cutre a más no poder de ‘Mad Max’ cuyo problema no es sólo la falta de recursos, sino un guion y unas interpretaciones que rozan lo bochornoso.
Títulos como ‘Los Goonies’, ‘Willow’ o la misma ‘Mad Max’ marcaron sin duda mi infancia cinematográfica, cierto es que juegan en otra liga respecto a ‘Turbo Kid’ pero en absoluto semejante despropósito ha conseguido trasladarme a aquella época. La evidente falta de inteligencia de la película se ve sustituida por una estupidez sin gracia que acaba pesando demasiado. Lo único destacable es su banda sonora, un remix de los de antaño que si evoca los 80 y 90 pero incluso eso acaba cansando, posiblemente porque el resto de componentes no acompañen en ningún momento.
‘Turbo Kid’ podría haber sido lo que pretendía, melancólica, entretenida y divertida, pero una cosa es la falta de recursos compensada por un buen desarrollo y otra que te quieran dar gato por liebre. Una de esas cintas que durante los primeros diez minutos ya te lo ha ofrecido todo, a partir de ahí pierde el efecto sorpresa y se va hundiendo en sus propios y excesivos defectos.
Lo mejor: la música y la intención.
Lo peor: la infinidad de defectos se podrían haber pasado por alto con ingenio e inteligencia, pero son factores ausentes en la película.
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Llevamos un año de pura morriña ochentera, en todas sus variantes. La era de los sintetizadores, de las máquinas recreativas, de la serie B de la Cannon, del VHS –y del BETA, para los más puristas-, del cassette y las BMX. La ópera prima de los canadienses François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, que es la versión en largo del cortometraje T is for Turbo, uno de los segmentos finalistas para formar parte de la antología The ABC’s of Death, completa una lista que conforman propuestas como Mad Max: Fury Road, Kung Fury o The Guest, todas ellas cintas que han reactivado ese sentimiento en el espectador a base de puro aroma ochentero de mayor o menor presupuesto y resultados artísticos, pero siempre enfocado en el entretenimiento del espectador y en ensanchar la vena retro que late en los cuellos de todos aquellos que nacimos o crecimos en esa época.
Una vena que Turbo Kid se encarga de hacer estallar del todo. No porque lleve hasta sus máximas consecuencias nuestra melancolía, sino por todo lo contrario. El film, un cuento distópico ambientado en un 1997 que se muere de sed y que sucumbe a la radiación, y que se podría resumir como una mezcla entre la saga Mad Max y Los bicivoladores, no acaba por explotar todo su potencial. Se conforma con despertar nuestra nostalgia a través de su genial, aunque demasiado omnipresente, banda sonora, a través de multitud de referentes cinematográficos y culturales hacia la generación a la que rinde tributo, y a través de un espíritu de serie B ochentero muy identificable.
Lo peor es esperar de ella otra Kung Fury, pero en versión extendida, y que el hype este año ya está por las nubes con este tipo de propuestas. Le falta más humor, poner toda la carne en el asador y desmadrarse, y sobre todo se resiente por culpa de una historia que, pese a tener buenos detalles, pudo tener más gancho y estar más elaborada. Algunos pasajes de guión, como las motivaciones del cowboy más allá de su hermano y su relación con el villano, la revelación final sobre el agua, o la muerta inexplicable de algún personaje sintético, carecen del suficiente desarrollo, y algunas interpretaciones dejan bastante que desear. Sacrifica todo ello en pos de la nostalgia, en conseguir evocar una época, y lo logra tanto que realmente parece haber sido realizada en los 80. Pero no lo está, y cuando ya nos damos cuenta no le dejamos pasar sus defectos. Si fuera de los 80, la vena nostálgica dejaría pasar todo.
Ahora bien, no deja de ser un producto altamente disfrutable, que no se hace pesado y divierte. Un cóctel retro en el que vale de todo, desde coquetear con la ciencia-ficción hasta el anime, pasando por el cómic, la aventura, el romance, el western y el gore. Mucho gore. Litros de sangre y vísceras, efectos cutres pero adorables, una pareja protagonista aún más adorable –especialmente ella-, un villano de altura interpretado por el gran Michael Ironside, y cómo no, toneladas de nostalgia a borbotones. Para un tipo de público muy selecto, pero nostalgia al fin y al cabo. Aunque en este caso, la sobredosis no esté a la altura, y nos hagan preguntarnos si realmente merece la pena seguir rescatando una década que es mejor dejar descansar en paz.
A favor: su vena retro, la banda sonora, y su pareja protagonista
En contra: no acaba por explotar del todo su potencial