Transylmania
Sinopsis de la película
Un grupo de estudiantes se embarca en un semestre en la universidad de Razvan. Situada en lo más profundo del corazón de la Tierra Maldita de Transilvania en un centenario castillo, Razvan no es la típica institución de alto grado, y los profesores vestidos de cuero negro, un decano de tres pies de altura, la instrucción de esgrimir un crucifijo y las vampiresas en topless que acechan en los rincones oscuros son solo el principio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Transylmania aka
- Año: 2009
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
2.6
49 valoraciones en total
Peli absolutamente prescindible, pero mucho más graciosa que otras mejor valoradas, así que si se aburren, si cae en sus manos y no tienen nada mejor que hacer, les garantiza alguna que otra risa tonta tonta tonta.
No destaca en ni un solo aspecto y tiene todos los tópicos posibles, habidos y por haber, pero tiene tán pocas pretensiones que es imposible no esbozar una sonriseja en alguna de sus zafias gracietas.
Lo dicho. Allá ustedes.
Lo mejor: Draguta, un bombón aún con joroba.
Lo peor: Casi todo. Se salva algún chiste. Pocos, la verdad..
Los, imagino, hermanos Hillenbrand nos traen «Transylmania», una parodia de las películas del conde Drácula donde unos estudiantes acuden a una universidad en Rumania durante un semestre donde se encontrarán con todos los personajes de este tipo de obras, el conde, la cazavampiros, el Dr. Frankenstein, etc. En el papel protagonista tenemos a Oren Skoog como Rusty y Radu, el conde Drácula, y como otro de los etudiantes a James DeBello —«Cabin fever», la original— al que se le confunde con un cazavampiros.
La película basa su humor en la parodia de estas películas pero no es una parodia absurda como puede ser «Scary movie» sino que tiene guion, historia y personajes que evolucionan. Yo la he encontrado totalmente disfrutable si tienes un poco de sentido del humor ya que tiene todos los clásicos, la confusión de personajes ya que Rusty y Radu son iguales y a veces los demás personajes los confunden, la típica escena en la que precisamente uno de ellos se mira en el espejo y el otro tiene que imitar sus movimientos para que no se descubra que no hay espejo, el típico personaje que parece ser homosexual y la típica escena en la que dos personajes se disfrazan como uno solo y uno de ellos mueve las manos y el otro habla. Solo le faltaba el clásico tartazo para redondear pero de eso no vi. Yo incluso encontré referentes a otras películas como a «El cerebro que no quería morir» (1962) .
Los actores están todos bien si tenemos en cuenta el tipo de película que es, una comedia algo descerebrada. Oreg Skoog por cierto tiene un trasero que ya lo quisiera yo para mí. Destacaría a este último y a la novia del conde Drácula que también interpreta a dos personajes ya que posee a otra estudiante que es igual a ella produciendo situaciones bastante graciosas.
El metascore es de ocho de cien lo que indica que los críticos la han vapuleado, pero bien de vapulear, en la tomatá aún no tiene media. Yo sinceramente sin amarla me ha encantado y no he notado que tenga nada de malo si es que te gusta reír claro. Un siete de que no te arrepientes de verla en absoluto y puede que hasta repitas.
Pobre comedia vampírica de la que poco se puede destacar. Nada original en su planteamiento, mezcla de mad doctor, vampiros y comedia adolescente, el film ni hace reír ni asusta.
Por un lado tenemos a la tropa común americana: fumetas, pasmado, mojigata, cheerleader zorrón y salido. Por otro, un director de universidad enano que está creando un cuerpo a base de cadáveres para su hija (una joven guapa de cara pero con una joroba como el himalaya), un grupo de vampiros de pacotilla y una cazavampiros obsesionada enfundada en látex.
Ni para pasar el rato.