Transamerica

5 comentarios en «Transamerica»

1. Pese a que la historia pudiera parecer gastada (dos personas que viajan juntos en la carretera en busca de algo y al final se acaban encontrando a sí mismos), Transamerica es una bellísima cinta acerca de la honestidad y el amor.
   
   Duncan Tucker evita irse por la tangente de contar un relato que parezca un sermón acerca de como los transexuales son personas con sentimientos y demás, y cuenta una historia increíblemente humana y sin tapujos.
   
   Felicitu Huffman brinda una estupenda actuación, que, si pudo haber caído en lo caricaturesco (una mujer interpretando a un hombre en proceso de convertirse en una mujer), en manos de Huffman, todo se convierte en una interpretación tanto graciosa como dramática, y con el mismo cuidado e intensidad en ambos extremos.
   
   Kevin Zegers, cuyo trabajo yo no había visto previamente, logra sobrevivir al duelo actoral con Huffman, para poder establecerse como una de los actores más prometedores de esta generación, y esto lográndo crear un papel increíblmente dramático y con sufrimiento, pero sin convertirse en una víctima e inspirando ternura en vez de lástima en el espectador.
   
   También caben resaltar las pequeñas pero sustanciosas actuaciones de Fionnula Flanagan y Graham Greene.
   
   Con esta cinta, Duncan Tucker logra una gloria del cine independiente, la cual quedará por mucho tiempo en la memoria de todo aquél que tenga el placer de ver esta estupenda cinta. Enhorabuena.

2. Transamérica ha sido uno de esos films que, en mi caso, me han sorprendido sobremanera. En principio es uno de esos films de los que no esperas mucho pero que tras un primer visionado, y sobretodo un segundo, un tercero y los que hagan falta, te das cuenta de la cantidad de maravillas que contiene. No sólo la increíble y portentosa interpretación de la ya famosa actriz Felicity Huffman sino además un guión genialmente escrito, que sabe explorar en las grietas de esa relación que se va forjando entre padre e hijo y una fotografía hermosa y sin pretensiones que apuesta por la naturalidad, como en toda buena Road Movie que se precie, Ademas de unos secundarios de lujo como son Fionnula Flanagan, enormemente divertida en su papel, y el sorprendente, por buen actor, Kevin Zegers, que ha sabido demostrar su valía como intérprete aprovechando al máximo su papel protagónico.
   
   Uno de los grandes aciertos del film es que decide apostar por la sencillez y la naturalidad (que como ya dije, queda muy bien reflejada en su fotografía) y que evade el sentimentalismo propio de este tipo de producciones en los que se tratan temas delicados. Por tanto podemos concluir que el director Duncan Tucker lo ha conseguido. Ha conseguido realizar la mejor película del año sin duda alguna (y a la que apenas se le hizo justicia en Los Oscars) eligiendo un muy buen cast presidido por una, perdónenme si me repito, Maravillosa Felicity Huffman, y dando una visión real, personal y totalmente exenta de melodrama barato del viaje Interior y Físico de un Transexual.
   
   Lo dicho: Una película pequeña increíblemente grande genialmente interpretada y dirigida y que desde luego debería haberse llevado todos los premios a los que estuvo nominada.
   
   P.D: Aunque esté un poco fuera de lugar no puedo dejar de comentar el hecho de que el Oscar a la Mejor Actriz fuera ganado por una MEDIOCRE Resee Witherspoon en un papel que para nada era digno de Oscar y encima teniendo a rivales como Keira Knightley en Orgullo y Prejuicio y Felicity Huffman en Transamérica . Ni Brokeback Mountain ni Crash ni nada de nada, sin duda, la injusticia de estos Oscars ha sido el premio a la Mejor Actriz, muy erroneamente decididos. Pero claro Resee interpreto a una famosa cantante country (estilo musical muy adorado en América) y además un familiar suyo tuvo un importante papel en la historia de América asi que… Una vez más los Premios de la Academia han demostrado no ser más que una pura pantomima.

3. Una película excelente e inteligente. Un placer visual. Una Felicity Huffman memorable al borrar en nuestras percepciones todo tipo de barreras de género. Es como la vida: a veces tortuosa, a veces hilarante. Un road movie que no sólo transita por varios estados sino a la vez por muchos estadíos. Una lección sobre cómo entretener y hacer reir y reflexionar por medio de los recursos visuales del cine. Altamente recomendable. Altamente disfrutable.

4. Transamérica pertenece a ese tipo de películas que, gracias a su sencillez y falta de pretensiones, resultan tremendamente simpáticas y agradables. Me ha gustado mucho esta película. Vale que la dirección puede ser un poco impersonal y lo más sobresaliente de todo el film (probablemente por lo único que se la recordará dentro de unos años, si se la recuerda) sea la excelente interpretación de Felicity Huffman, pero uno no puede olvidarse de los pocos medios con los que contaron para hacerla y de que, a pesar de todo, el resultado final consigue hacerse respetar sin demasiadas estridencias. Por lo menos no te duerme, algo de lo que no todas las películas que se han estrenado ultimamente pueden enorgullecerse.
   
   Predominando el tono de comedia sobre el de drama, aunque sin olvidar que la transexualidad también tiene un componente problemático en lo que a la aceptación del entorno se refiere (increíble Fionulla Flánagan en su papel de maruja hortera incapaz de aceptar el cambio de sexo de su hijo), la película discurre perfectamente con ese aspecto de road-movie de toda la vida, que incluye el viaje interior de los personajes (además del exterior), los problemas durante la travesía, los personajes amables dispuestos a ayudarlos, la aceptación gradual de dos personajes que parecían condenados a no entenderse nunca… En fin, una buena película.

5. Transamerica sería una road movie independiente del montón si su protagonista no fuese un transexual. También si no contase con una magnífica Felicity Huffman que se merecía algo más que una mera nominación al Oscar.

   Sigue el paradigma de la road movie: sucesivos encuentros y toda clase de problemas para desarrollar a los personajes, dos marginados de la sociedad que deben aceptarse a sí mismos. Padre transexual a punto de la castración y conseguir su frasquito del amor e hijo chapero toxicómano con sueños de formar parte del star system del porno.
   
   Y en los encuentros nos topamos con toda clase de momentos. Del drama a los momentos cómicos (que no divertidos) que dejan la sensación de que Transamerica es un producto aceptable para entretener sin demasiadas pretensiones.

   Aunque me la conozco entera, resulta previsible y el resultado es irregular, tiene un trasfondo interesante y unos personajes poco comunes. Podría optar por la comedia transgresora e irreverente o por la vertiente más independiente a lo Gus Van Sant, pero Transamerica prefiere buscar la evolución de sus protagonistas hasta su aceptación personal. Y con una combinación de ambas el resultado hubiese sido más satisfactorio.

   Sólo la recomiendo para ver la estupenda interpretación de la desesperada Felicity Huffman.