Too Much Johnson
Sinopsis de la película
Comedia muda rodada por Orson Welles en 1938 para proyectar, en forma de tres prólogos, junto a una obra de teatro del mismo título. Se creía perdida en un incendio que hubo en la casa de Welles en los años 70, pero en julio de 2013 se encontró una copia completa en Italia. Esta copia fue restaurada para un estreno en octubre de 2013 en el Dryden Theatre de George Eastman House en Nueva York, con un posterior estreno online en el resto del mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Too Much Johnson
- Año: 1938
- Duración: 67
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te detallamos un listado de fuentes de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
5.3
85 valoraciones en total
No es una película en el sentido estricto de la palabra, sino una sucesión de escenas, de momentos, de planos sin montaje, que debían ser utilizados por Orson Welles durante una representación teatral que no funcionó en el preestreno y no llego a representarse en Broadway, allá por 1938. Pero, recuperada en 2005 e identificada y restaurada, estrenándose este material fílmico el pasado año en festivales y filmotecas. Ahora, gracias al canal TCM que la ha emitido, nos ha dado a la oportunidad de ver desde casa, lo que constituye uno de los eventos en los que se ha convertido la fracturada y nunca completa filmografía de Orson Welles. Too Much Johnson sería el segundo trabajo cinematográfico de Welles tras el cortometraje The Hearts of Age que no he tenido la oportunidad de ver.
Uno de sus proyectos más ambiciosos en el Mercury Theater consistía en la adaptación de Too Much Johnson, una pieza escrita en 1894 por William Guillette, dramaturgo y también actor. El concepto de Welles partía ya por vez primera de la fusión de cine y teatro, algo consustancial a lo largo de su carrera. La obra se presentaría en tres prólogos filmados que antecederían a cada uno de los tres actos de la obra teatral. En agosto de 1938 se presentó como prueba en un teatro de Connecticut, Welles no había completado aún la película, por lo que aquel primer montaje careció del apoyo o contrapunto de las imágenes. La representación no funcionó y la obra no llegó a estrenarse.
El film, toma como referente algunas situaciones de Un sombrero de paja en Italia de René Clair de 1927. Hay en estas imágenes cortadas en bruto aires de vodevil, sombreros canotier, persecuciones constantes por los tejados y fachadas de un gran ciudad, hombres colgantes que parecen inspirados en el Harold Lloyd de El hombre mosca de 1923. La trama gira en torno a un equívoco fotográfico: un marido descubre a su esposa con otro hombre, aunque no logra verle la cara, la única pista que tiene es media fotografía del supuesto amante, en el reverso de la cual puede leerse el nombre de Mister Johnson.
Además de las angulaciones que caracterizarían después el cine de Welles, las imágenes destacan por varios aspectos. La fotografía de tipo muy realista obra de Paul Dumbar, por aquel entonces un operador de noticiarios. Ya abundan los picados y contrapicados, el realismo visual y hay soluciones expresivas, que mejor elaboradas, se realizarían después en Ciudadano Kane y El cuarto mandamiento. Igualmente se perciben algunos experimentos con la profundidad de campo, aunque en formato gag: el amante perseguido, encarnado por Joseph Cotten va subiendo por diversas escaleras de incendio, mientras vemos nítidamente al fondo al marido perseguidor. Situaciones típicas del Slapstick y el género burlesco cercano a los cortos de Mack Sennett. Sin el contraplano teatral Too Much Johnson es una obra incompleta, cercenada, un sugestivo documento de lo que pudo ser.
365/04(03/11/20) Con motivo del reciente 35 aniversario de la muerte de uno de los genios del Séptimo Arte, Orson Welles (6 de mayo de 1915 – 10 de octubre de 1985). Una verdadera joya para los antropólogos del cineasta es este producto fílmico que casi se puede ver como una obra de arte y ensayo de Orson Welles, tres años antes de irrumpir cual Titán en el Séptimo Arte con Ciudadano Kane. Un metraje caótico en muchos casos que se creía perdido, una comedia silente y sin intertítulos escrita y dirigida por el polifacético cineasta de Wisconsin, una cinta inacabada de una producción teatral, pero nunca se proyectó públicamente. La película fue filmada para integrarse en la presentación teatral del Mercury Theatre de Welles, nunca tuvo intención lo filmado de sostenerse por sí mismo, ello adaptando la comedia homónima de 1894 de William Gillette, sobre un playboy de Nueva York que huye del violento marido de su amante y toma prestada la identidad del propietario de una plantación en Cuba que espera la llegada de una novia por correo. Welles planeaba mezclar acción en vivo y película para esta producción. La película fue diseñada para durar 40 minutos, con 20 minutos dedicados al prólogo de la obra y dos introducciones de 10 minutos para el segundo y tercer acto. El concepto multimedia fue un retroceso a la temprana edad del cine, cuando los espectáculos de vodevil estaban marcados por breves viñetas cinematográficas , escribió Bret Wood, biógrafo de Welles. El formato de alternancia híbrido entre escenario y pantalla —escenas de actuaciones en directo unidas por segmentos de películas— se remonta a 1896. Welles planeó crear una película muda en la tradición de las comedias bufonadas slapstick de Mack Sennett, con el fin de realzar las diversas persecuciones, duelos y conflictos cómicos de la obra de Gillette. En agosto de 1938 se presentó como prueba en un teatro Stony Creek en Connecticut, Welles no había completado aún la película, por lo que aquel primer montaje careció del apoyo o contrapunto de las imágenes. La representación no funcionó y la obra no llegó a estrenarse. Según los informes, la confusión de la trama resultante contribuyó al fracaso de la producción escénica. Se creía que la película se había perdido, pero en 2008 se descubrió una impresión en un almacén de Pordenone, Italia. La película se estrenó el 9 de octubre de 2013 en el Festival de Cine Silencioso de Pordenone. En 2014, el trabajo impreso y una edición moderna de la película fueron puestos a disposición en línea por la National Film Preservation Foundation. La copia hoy podemos ver está llena de tomas repetidas y no siempre ordenadas. Es más, es un film que se rodó con la intención de ser exhibido durante la representación de una obra de teatro, así que no es una obra como tal. Vista ahora, es inconclusa por su propia esencia. No es una película en el sentido estricto de la palabra, es sucesión de escenas, de momentos, de planos sin montaje, resultando un montaje fragmentario, con algunas repeticiones de escenas y sin sentido orgánico de desarrollo.
Pero sobre todo vale para indagar en los orígenes de un genio del cine, con solo 23 años ya demuestra unas inquietudes y ganas de experimentar fabulosas. Ello con multitud de recursos estético-visuales asistido por el cinematógrafo Paul Dumbar (hasta entonces operador de noticiarios), con primero planos juguetones, profundidades de campo, tomas en alto, panorámicas, mezclando el arte coreográfico-entusiasta de Harold Lloyd (claramente la cinta se inspira en Safety the last de Lloyd, con un Joseph Cotten debutando sensacionalmente en su fisicidad y nulidad en vértigo, mientras es perseguido por este pseudo-coyote Edgar Barrier, en clara imagen caricaturesca con ese bigotito que parce tener vida propia), donde todo es una (farsa) interminable persecución (por calles, mercados, escaleras, tejados, etc, …), hay contrapicados, picados, simetrías turbadoras (la subida de dos tipos por unas escaleras de incendios), planos holandeses, incluso tomas desde abajo cuasi-nadires, ello aderezado con dosis de edición soviética (la alternancia de planos generales con primeros planos para generar emociones), todo un conjunto de elementos con los que Welles comenzaba a erigirse en maestro.
El preludio del primer acto es el más completo y fácil de seguir. Joseph Cotten interpreta a un hombre llamado Augustus Billings, que ha estado teniendo un romance con Arlene Francis, esposa de otro hombre bajo el nombre falso de Johnson, ello en un dormitorio donde surrealistamente hay una brisa. Al volver a casa antes de lo esperado, el traicionado Leon Dathis (Edgar Barrier), descubre a su esposa con Billings, aunque no logra verle la cara, la única pista que tiene es media fotografía del supuesto amante, en el reverso de la cual puede leerse el nombre de Mister Johnson. Lo persigue al hombre que cree que es Johnson a través del futuro Meatpacking District en Nueva York.
Hay momentos tan notables como ese juego que da el canotier, desde el inicio donde el ‘amante’ se quita y pone el sombrero de modo mecánico, esto emparentado a otro tramo en que el ‘perseguidor’ comienza a quitar los sombreros de paja (buscando al amante de su mujer) a decenas de personas juntas, ello en un cuasi-plano cenital turbador, La mencionada subida por la escalera de incendios a toma fija y en tiempo real desde lejos en una coreografía sinérgica, Una escena en que la persecución se da entre una galería infinita de montones de cestas apiladas verticalmente que termina haciendo de especie de laberinto, y que recuerda mucho a los montones de periódicos de Ciudadano Kane, también a la persecución final entre espejos de La dama de Shanghái,… (sigo en spoiler)
La obra de Orson Welles es tan dispersa como prolífica, pese a que sólo estrenó 12 películas en vida. Ser iluminado, obsesivo y proteico, iba rodando donde le dejaban, cuando le dejaban, montaba y remontaba lo filmado y, en definitiva, el mundo debe estar plagado de kilómetros de película filmada por Welles. En 1992 vimos los restos de Don Quijote, terminada por el tío Jess. Corre por ahí otra película, mítica por invisible, Al otro lado del viento, cuyo visionado impide su hija. Ahora han encontrado las latas de este corto, que parece una especie de homenaje a los Keystone Cops. No existe montaje, se han pegado las escenas recuperadas en el orden teórico y ahí queda eso. Me parece una falta de respeto. Es cierto que los fans de Welles deseamos ver todo su material inédito, pero no de cualquier manera. Somos coleccionistas, pero no aceptamos cualquier cosa. Primera aparición de Joseph Cotten en pantalla. Para completistas inasequibles al desaliento.
Sería injusto decir algo malo de una película que nunca se acabó por su autor. No sé si era intención de Welles rodar más escenas, y en cualquier caso aún era necesario pasar unas cuantas horas en la sala de montaje. La copia que hoy podemos ver de Too much Johnson está llena de tomas repetidas y no siempre ordenadas. Es más, es un film que se rodó con la intención de ser exhibido durante la representación de una obra de teatro, así que no es una obra como tal. Vista ahora, es inconclusa por su propia esencia.
Por eso, el interés de Too much Johnson no es más que el de ver ciertas cosas rodadas por un tal Orson Welles muy poco antes de su Ciudadano Kane . Me resulta curioso ver que sólo un año antes de romper los moldes de la cinematografía este director pretendiese hacer un encendido homenaje a un género como el slapstick , que seguramente estaba por aquel entonces desfasado y fuera de onda, y en un formato de cine mudo que seguramente no es el que el público de la época demandaba. Es la mejor muestra de que Welles revolucionó el cine desde la veneración y el respeto. Y también muestra ya un cierto dominio del lenguaje y de la técnica cinematográficos, a pesar de su juventud y falta de experiencia. Las tomas del mercado y los planos en que se juega con la profundidad de campo son la mejor muestra de ello.
En fin, Too much Johnson ni puede ni debe entusiasmar. Pero merece la pena ser vista para saber más de un artista genial.