Time to Love
Sinopsis de la película
Meral, una chica de alta sociedad, viene a pasar un fin de semana a una isla donde posee una bella mansión. En la mansión se encontrará con una gran sorpresa. Halil, un pintor de casas hipersensible y enamorado de su retrato. Un extraña historia de amor surgirá entre ellos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sevmek zamani (Time to Love)
- Año: 1965
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
6.4
87 valoraciones en total
Un año después de sorprender con la sólida Dry Summer , el cineasta turco Metin Erksan probó suerte con una película más pequeña, personal, sin utilizar el neorrealismo como herramienta, sino tratando de realizar una película romántica diferente, desde el interior. El resultado fue Time to Live , un canto a los sentimientos que consigue, desde el minuto uno, hacer partícipe al espectador de la historia que está presenciando, simpatizar con unos personajes torturados por su pasado y que cargan su presente como una losa, esperando ese algo que les reactive y les de una razón de ser.
Una bella joven, Meral, es el eje sobre el que gira esta historia sobre la pasión. Un hombre que se enamora de un cuadro de una mujer, sintiéndose incapaz de apreciar a la persona de la pintura por miedo a ser rechazado. Y como tercer personaje, entre ambos, el prometido de Meral, seleccionado por su madre, un pseudo-rebelde adinerado que no tiene intención de dejar escapar a su amada, aunque ella no le quiera. Lo que en manos de otro podría ser un episodio de alguna telenovela venezolana, se convierte a través de Erksan en un ejemplo perfecto de sutileza, de cómo narrar relaciones sin ser reiterativo ni caer en lugares comunes. Los personajes, fantásticos, van evolucionando poco a poco hasta que llegamos a un indescriptible crescendo final que deja, literalmente, sin palabras.
Tampoco puede dejar de mencionarse la labor de Mengü Yegin, director de fotografía, que entrega algunas de las escenas más atractivas que haya podido ver en un film clásico, con un sobresaliente uso del blanco y negro. Y Erksan, por su parte, lo engrandece con una dirección fantástica, con una gran obsesión por el encuadre y la búsqueda del plano perfecto. Lo mejor es que funciona. Y de qué manera. Totalmente recomendada.