The Wild Blue Yonder
Sinopsis de la película
La película ofrece una proposición hipotética: un grupo de astronautas da vueltas alrededor de la Tierra en una nave espacial, pero no pueden regresar porque el planeta ha quedado inabitable. No se conocen las causas: quizás se deba a una Guerra Mundial, a la propagación de un virus mortal o a la radiación extrema que se produce ante la desaparición de la capa de ozono. Su misión es encontrar un lugar habitable en el espacio, aunque la tarea resulta más dificil de lo que esperan. Al tiempo que esto sucede, un visitante de un planeta extraterrestre (Brad Dourif) relata los fallidos intentos de su raza por trasladar al ser humano los conocimientos de su extinta estirpe. The Wild Blue Yonder es la fantasía espacial de Herzog en la que mezcla metraje real de la NASA con una peculiar historia de ciencia ficción.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Wild Blue Yonder
- Año: 2005
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
5.9
70 valoraciones en total
Después del visionado de la película me quedan ciertas dudas en si calificarla como tal. A mi entender se trata de un documental con un claro fondo pro-medio ambiente.
Esta claro que si se tratara de una peli es el mayor bodrio o rayada (como el usuario quiera calificarla según sus convicciones) de la historia.
Las incoherentes locuras del protagonista marciano son casi cómicas y el corta y pega
con imágenes de archivo de la N.A.S.A y el documental sobre viajes espaciales es el no va más dentro de la experimentación cinematográfica.
Al principio me pilló completamente por sorpresa dado que en la carátula del DVD la promocionaban como una película de ciencia ficción. Además había visto otras obras del gran Werner que me habían gustado por lo que la alquilé con grandes expectativas. Pero en medida que la película avanzaba me quedé boquiabierto: ¿Qué coño es esto?.
Yo creo que es al final cuando todo cobra sentido y se revela como un poético canto a la naturaleza tantas veces repetido en las cintas de Werner: Aguirre la cólera de Dios, Rescue Dawn, Fiztcarraldo. El individuo frente a la todopoderosa e hipnotizante Madre Naturaleza. Así lo muestran las preciosistas imagines sobre el Planeta Azul al son de música New age que se muestran al final. Es entonces cuando dices: aaaaah vale, ya entiendo. Joder Werner podías haber sido un poco más claro y ahorrarte la paranoia del inicio cabroncete.
De todas formas me parece un intento fallido de experimentación que se queda a medio camino entre pelí y documental pero sin aprovechar las cualidades de ninguna de las dos.
Esta es la segunda incursión que realizo en la singular y, muchas veces, estrafalaria filmografía de Werner Herzog, un director que, ni mucho menos, se encuentra entre mis favoritos pero, para bien o para mal, tiene una gran capacidad para sugestionarme y no dejarme indiferente, y por ello le admiro.
La primera entrada fue sobre el documental Grizzly Man, la historia de Timothy Treadwell, aquel chiflado que amaba tanto a los osos grizzlies que, junto con su novia, murió devorado por uno de ellos. Esta vez, Herzog se apoya en el subgénero conocido como falso documental, para contar la historia de un alienígena (Brad Dourif, conocido por sus papeles de Lengua de Serpiente en El señor de los anillos y Doc Cochran en la serie Deadwood) que denuncia desde la Tierra cómo su planeta de la galaxia Andrómeda ha desaparecido y los de su especie intentaron sin éxito colonizar la Tierra. Además, critica como los hombres están cayendo en los mismos errores que los de su especie y cómo intentan, en vano, buscar una alternativa a un planeta exhausto por la sobreexplotación humana.
Lo realmente interesante del film se encuentra en el uso de imágenes de hechos reales en una historia ficticia y fantástica, cambiando por completo su significado, logrando escenas verdaderamente subyugantes que hipnotizan por la música que emplea y la belleza de las mismas, como las de los astronautas en el espacio o las escenas de los buceadores bajo esa onírica atmósfera acuática. El único pero radica en que, por momentos, abusa de este recurso, consciente de su validez y calidad, cayendo en la reiteración.
Por lo demás una película que, a los que les gusten las salidas de tono del amigo Herzog, no decepcionará, e incluye un par de gags marca de la casa.
Hace menos de tres minutos que acaba de terminar esta película de Herzog y reconozco que estoy descolocado. Nunca había visto un film igual, mezcla de cutreza artística y experimentación postmoderna, puede que sea la primera peli Naif del siglo XXI, (y decían que la corriente artística estaba muerta).
The will Blue Yonder, además de ser extraña y un poco sin sentido, es, al mismo tiempo, estimulante y atroz. Herzog recoge pedacitos de realidad y los empaqueta por medio de un extraterrestre que hace de guía o de lunático en esta historia, ambas posibilidades son ciertas. Sus discursos carecen de empaque, como sus idas de olla sumando decimales con viajes a la estrella más cercana.
A la nostalgia, la pasión o el amor nos los reconocería ni su padre en esta cinta. Fría, helada, cubitos de hielo machacados hasta la extenuación. No vale con coger imágenes de la NASA de hace 15 años y contarnos la epopeya de nuestra vida, ni filmar en el océano, debajo de una placa de hielo, y decirnos que estamos en no sé qué planeta con ET en potencia bajo la forma de medusas y demás bichejos alienígenas que me recuerdan a los documentales de la 2.
La música es bella y tópica, empero insistente y cansina de igual manera. Esta película de Werner Herzog debía haber durado 40 minutos, le sobra metraje por todo el celuloide. Eliminaría gran parte de las escenas donde sale el actor alien que no me convence absolutamente nada, me resulta poco creíble ya que sobreactúa en exceso.
Con toda esta ristra de errores mejorables y alguno de esqueleto que no se podría en ningún momento rectificar, debo reconocer que hay algo magnético en la narración audiovisual, el gran punto positivo a destacar. Este fenómeno se produce, probablemente, a causa de la persistencia cuidada en las imágenes y la música, casi hipnótica, dentro de la nave y en el planeta extraterrestre.
La película de Herzog es positiva y algo coñazo. Prefiero ver a alguien arriesgando y haciendo un truño un poco maloliente, que ver siempre el mismo tipo de cine. Este por lo menos es barato y lo puedes hacer en tu casita, puedes coger la peli, quitar el sonido e inventar una gran historia, o mala como en la versión de Herzog, pero lo importante es inventar.
Acabo de ver esta película en un festival de documentales que viaja por México donde los pseudo-intelectuales se reúnen para reafirmar su compromiso inocuo con el séptimo arte y demostrar sus conocimientos palomeros de algo que en realidad ni les gusta, no me refiero a todos, pero esta película no es merecedora de nada.
Tengo dos teorías acerca de esta película, el director se levantó un día y dijo: voy a hacer una película tan mala, pero como soy Werner Herzog será buena. Si esa era su intención lo logró, pero no soy ningún idiota yo no me trago su consolidación artística ni su presunción intelectual, soy un espectador crítico, no sumiso a las tendencias de experimentación fílmica sin sentido.
Es que todo está mal en la película, la actuación terrible del extraterrestre, la longitud terrible de la película, la trama, no existen emociones de ningún tipo, los monólogos tienen errores en su ciencia ficción en especial en el cálculo del cohete y la velocidad de la luz.
No sé que pensar de la música, pero de una cosa estoy seguro no es arte poner cualquier maldito vídeo y poner un soundtrack alternativo .
MI segundo teoría dice que quiso realizar un filme tan experimental que resultara en el entretenimiento por medio de la expectación ilusoria. Si lo logra también por que esperas que ese tiempo te lleve a algún lugar, que el guión tenga en verdad contenido y que el juego o experimento que está llevando el director desemboque en alguna majestuosidad poética o simplemente en algo impactante. No lo hace.
Hubo algunas cosas que si me gustaron: 1. La aburrida descripción sobre los túneles de caos. 2. Algunas imágenes de los buzos. Pero hay otras películas que lo explican mejor y hay otras películas mejor grabadas sobre expediciones bajo el mar.
The Wild Blue Yonder me ha gustado mucho. No sé si es una película que recomendaría. Pero me ha gustado mucho.
Probablemente, las razones por las que me ha gustado son las mismas por las que no la recomendaría salvo a alguno en concreto. El humor gamberro desplegado por Herzog, desde la propia concepción de las película, me ha resultado graciosísimo. El absurdo desmadre general, y especialmente en aquellas secuencias en que simplemente no pasa nada, es tan increíble para el espectador (servidor), que no puedo hacer otra cosa que reírme a carcajadas. Cierto es que las carcajadas me han venido después de ver la película, durante ha sido más bien cosa de arquear las cejas.
Creo que lleva implícita una denuncia, que a través del testimonio de un extraterrestre muestra a la humanidad hablando sobre su propia especie y, así como desmonta los mitos acerca de la posibilidad del hombre de alcanzar las estrellas alejándolo de tal posibilidad (al menos da fé de su extrema improbabilidad), acerca el espectador al aprecio por su propio planeta, por su hogar. Creo, porque no puedo asegurarlo. Quizá sólo sea un bromazo. Algo, en cualquier caso, que apenas encuentra referencias en Craig Baldwin y sus positrónicas películas, el Woody Allen más dadá o Retrospecter/Mundo Viejuno.
En resumen: una serie de imágenes aparentemente aleatorias a las que sólo el soliloquio de un presunto visitante de Andrómeda da sentido. Y que no recomendaría, pero que me ha encantado y probablemente me fuerce a verla de nuevo. Una excentricidad cuya mera existencia me parece positiva. Me alegro de que haya gente como Herzog.
¿¡Un centro comercial!?. ¡Yo se lo podía haber dicho! .