The Trip (El viaje)
Sinopsis de la película
Tras ser abandonado por su mujer (Susan Strasberg), Paul Groves (Peter Fonda), un realizador de anuncios para televisión, está sufriendo una profunda crisis personal. Busca entonces ayuda en su amigo John (Bruce Dern), pero a éste sólo se le ocurre incitarlo a consumir LSD, una droga alucinógena. La necesidad de evadirse y la curiosidad llevan a Paul a probarla para hacer un viaje a las ocultas dimensiones del subconsciente. Escrita por Jack Nicholson, The Trip fue la primera película que trató el tema del consumo de esta droga.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Trip aka
- Año: 1967
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
5.9
73 valoraciones en total
Que Roger Corman es uno de esos genios olvidados, lo sabíamos todos, pero que encima haya sido capaz de realizar una película tan arriesgada como esta en pleno 1967 y salir airoso de la experiencia es ya para quitarse el sombrero. Estamos ante una auténtica película de culto.
The trip cuenta la historia de un director de anuncios publicitarios (Peter Fonda) que está a punto de divorciarse, y que queda un día con su psicoanalista (Bruce Dern) para probar una terapia a base de experimentar con el ácido lisérgico para encontrase a si mismo.
Basado en un guión original de Jack Nicholson (por aquel entonces actor fetiche de Roger Corman), toda la película nos cuenta el viaje del protagonista hacia un mundo onírico de psicodelia pura y dura. Así, el subidón inicial, los bajones, pesadillas, sexo, amor, locura, tranquilidad, templarios, enanos, alucinaciones, ojos de pez , caleidoscopios, mucho colorido, música psicotrónica y escenas realmente brillantes hacen de esta película la etiqueta de culto.
Describe a la perfección lo que son esos viajes lisérgicos y el mundo hippy que ya empezaba a despuntar. De hecho, el propio Roger Corman experimentó con el LSD justo antes de empezar el rodaje. Rodaje, por cierto, que tuvo que ser una fiestuqui del copón: Peter Fonda, Dennis Hooper, Bruce Dern y Jack Nicholson, ¿juntos rodando una película sobre el LSD? ¡¡ME APUNTO, QUÉ CARAJO!! :-DDDDD
Por último, tanto como la brillante puesta en escena, mención aparte se merece la banda sonora de los Electric Flag (estas fueron sus primeras grabacione en estudio): temas fuertes, psicodélicos, reminiscencias funky e incluso el uso de sintetizadores de Paul Beaver y un tema ( Synesthesia ) que es casi un calco al posterior The man who feel to Earth de Bowie. Una joya y, además, un complemento más que perfecto para la película.
En resumen, una más que interesante película que, aunque muy arriesgada, para disfrutar de ella, como bien dice Bruce Dern, has de dejarte llevar … 🙂
The Trip (El Viaje) (1967) se trata de una curiosa producción de Roger Corman, el hombre que lo sabía todo (pues se adaptó con éxito del viejo Hollywood al nuevo), y que con apenas cien mil dólares de producción, consiguió recaudar seis millones en su momento y convertirse en un fenómeno de culto entre las masas de Hippies de los años sesenta. Por si fuera poco, contando en la producción con Peter Fonda y Dennis Hopper, además de un guión escrito por Jack Nicholson, la película es sin duda un antecedente directo de Easy Rider (1969).
Roger Corman era un titán dentro del negocio del cine. Quizá no fuera un gran director en términos técnicos, pero si sabía donde estaba el negocio. Y en The Trip (El viaje), podemos ver que el productor acertó de pleno al saber lo que el público joven de aquella época quería. Solo así, puede explicarse que una misma persona es capaz de dirigir una adaptación de Edgar Allan Poe, de corte tan clásico, como podría ser el Péndulo de la Muerte (1961) y tan solo seis años después, una película rompedora en aspectos formales como es la que nos ocupa.7
Y es que estamos en la década de los sesenta, y los Hippies , la contracultura, y sobre todo, las drogas estaban en plena efervescencia. Viendo un nicho de mercado, Corman pensó en realizar una película que plasmara todo lo que estaba hirviendo en el ambiente. Y así, con una película que contaba con un presupuesto de poco más de cien mil dólares, consiguió recaudar unos seis millones, y hacer que The Trip fuera una de las películas más icónicas de la contracultura, y sin duda alguna, predecesora inmediata de Easy Rider (1969), que contaría también en el reparto con Peter Fonda (sin duda el actor más representativo de la época del Acuario ). Además, en la película también aparece Dennis Hopper, como guía espiritual del viaje alucinógeno. Sin duda, The Trip es la gran obra olvidada de la época Hippie, eclipsada por el fenómeno motero hecho dos años después.
Pero además, el guión de The Trip, fue escrito por el que sería posteriormente uno de los mejores actores de la historia, Jack Nicholson, y que por supuesto, también tendría un papel en Easy Rider.
Como hemos dicho, lejos del clasicismo típico de los filmes más célebres de Roger Corman, aquí nos encontramos con una película que es totalmente radical en concepción cinematográfica. De hecho, sería mucho más creíble pensar que The Trip es una película dirigida por un jovencito con ganas de mostrar su rebeldía, que no un veterano director con más de veinte películas a sus espaldas.
La película parte del concepto de querer plasmar en términos cinematográficos lo que es un viaje de LSD o ácido. Por eso mismo, buscar cualquier atisbo de narrativa convencional es absurdo. Para que el espectador lo entienda, el metraje del filme es la secuencia del viaje alucineogéno que tiene Peter Fonda en Easy Rider, solo que aquí ocupa toda la película.
Nos encontramos con secuencias de todo tipo. Corman explora las posibilidades formales con multitud de recursos. Uno evidente son las imágenes que simplemente pretenden simular colores, caleidoscopios de luces que se entremezclan en secuencias que por ejemplo podemos ver en películas como 2001: Odisea en el Espacio (1967), aunque obviamente de manera más rudimentaria que la producción dirigida por Stanley Kubrick. También Corman se atrevió mezclando este tipo de imágenes con un plano subjetivo del personaje que interpreta Peter Fonda, mientras mantiene relaciones sexuales.
Luego, la película nos presenta escenas que directamente son secuencias surrealistas, sin ningún sentido narrativo aparente, mientras el personaje principal deambula por la naturaleza. Estas secuencias alucinatorias se van entremezclando a veces con la realidad, donde vemos al personaje que interpreta Hopper tratando de guiar el viaje de su huésped a buen puerto.
En este bizarro cóctel, no todas las secuencias funcionan. Las que presentan a nuestro personaje simplemente demabulando son un aliciente para echar una cabezada, mientras que las que presentan al personaje de Peter Fonda en una especie de concurso sí que tienen un gran atractivo. Precisamente, porque estas últimas si parecen el delirio febril de un enfermo que ha tomado drogas, y son totalmente imposibles de explicar racionalmente. Algunas fuentes comentan que el propio Corman tomó ácido para ver como podía dirigir mejor estas secuencias (algo que en parte también suena como una perfecta campaña publicitaria).
Conclusión
Como obra arqueológica, The Trip tiene un valor indiscutible. Evidentemente, no es una obra recomendada para todo el mundo, por su valor como cine experimental.
Crítica escrita para Cinemagavia.es
*Visión Empresarial
Roger Corman era un titán dentro del negocio del cine. Quizá no fuera un gran director en términos técnicos, pero si sabía donde estaba el negocio. Y en The Trip (El viaje), podemos ver que el productor acertó de pleno al saber lo que el público joven de aquella época quería. Solo así, puede explicarse que una misma persona es capaz de dirigir una adaptación de Edgar Allan Poe, de corte tan clásico, como podría ser el Péndulo de la Muerte (1961) y tan solo seis años después, una película rompedora en aspectos formales como es la que nos ocupa.
*La Semilla de «Easy Rider»
Y es que estamos en la década de los sesenta, y los «Hippies», la contracultura, y sobre todo, las drogas estaban en plena efervescencia. Viendo un nicho de mercado, Corman pensó en realizar una película que plasmara todo lo que estaba hirviendo en el ambiente. Y así, con una película que contaba con un presupuesto de poco más de cien mil dólares, consiguió recaudar unos seis millones, y hacer que The Trip fuera una de las películas más icónicas de la contracultura. Sin duda alguna, predecesora inmediata de Easy Rider (1969), que contaría también en el reparto con Peter Fonda (sin duda el actor más representativo de la época del «Acuario»).
Además, en la película también aparece Dennis Hopper, como guía espiritual del viaje alucinógeno. Sin duda, The Trip es la gran obra olvidada de la época Hippie, eclipsada por el fenómeno motero hecho dos años después.
Pero además, el guión de The Trip, fue escrito por el que sería posteriormente uno de los mejores actores de la historia, Jack Nicholson, y que por supuesto, también tendría un papel en Easy Rider.
*Destellos de genio
Como hemos dicho, lejos del clasicismo típico de los filmes más célebres de Roger Corman, aquí nos encontramos con una película que es totalmente radical en concepción cinematográfica. De hecho, sería mucho más creíble pensar que The Trip es una película dirigida por un jovencito con ganas de mostrar su rebeldía, que no un veterano director con más de veinte películas a sus espaldas.
The Trip parte del concepto de querer plasmar en términos cinematográficos lo que es un viaje de LSD o ácido. Por eso mismo, buscar cualquier atisbo de narrativa convencional es absurdo. Para que el espectador lo entienda, el metraje del filme es la secuencia del viaje alucineogéno que tiene Peter Fonda en Easy Rider, solo que aquí ocupa toda la película.
*Un viaje alucinante
Nos encontramos con secuencias de todo tipo. Corman explora las posibilidades formales con multitud de recursos. Uno evidente son las imágenes que simplemente pretenden simular colores, caleidoscopios de luces que se entremezclan en secuencias que por ejemplo podemos ver en películas como 2001: Odisea en el Espacio (1967), aunque obviamente de manera más rudimentaria que la producción dirigida por Stanley Kubrick. También Corman se atrevió mezclando este tipo de imágenes con un plano subjetivo del personaje que interpreta Peter Fonda, mientras mantiene relaciones sexuales.
Luego, The Trip nos presenta escenas que directamente son secuencias surrealistas, sin ningún sentido narrativo aparente, mientras el personaje principal deambula por la naturaleza. Estas secuencias alucinatorias se van entremezclando a veces con la realidad, donde vemos al personaje que interpreta Hopper tratando de guiar el «viaje» de su huésped a buen puerto.
En este bizarro cóctel, no todas las secuencias funcionan. Las que presentan a nuestro personaje simplemente deambulando son un aliciente para echar una cabezada, mientras que las que presentan al personaje de Peter Fonda en una especie de concurso sí que tienen un gran atractivo. Precisamente, porque estas últimas si parecen el delirio febril de un enfermo que ha tomado drogas, y son totalmente imposibles de explicar racionalmente. Algunas fuentes comentan que el propio Corman tomó ácido para ver como podía dirigir mejor estas secuencias (algo que en parte también suena como una perfecta campaña publicitaria).
*Conclusión
Como obra arqueológica, The Trip tiene un valor indiscutible. Evidentemente, no es una obra recomendada para todo el mundo, por su valor como cine experimental.
Escrito por Guillermo Sánchez Ferrer
Sin alejarse del bajo presupuesto pero sí distanciándose del género fantástico, el rey de la série B sigue apostando, eso sí, por vías más light, el rastro que dejó a su paso con la más radical y ensordecedora Los Ángeles del Infierno . Con unos Fonda y Dern algo más snobs y pulidos guiados por Denis Hopper, un guión de Jack Nicholson y la actriz Susan Strasberg (que también intervendría en el psico-terror de Richard Rush Pasaporte a la Locura junto a Nicholson), el film es un compendio dantesco de alucinaciones líquidas y monocromáticas que Corman ya había empleado en sus pesadillescas adaptaciones de Poe.
Podría concebirse The Trip como la gestación de la apoteósica Easy Rider , pero la película nada más empezar es un ensayo lisérgico sobre las vías escapatorias que te propone un buen colocón de ácido. Modesto pero poco lucrativo y quizás ahora un espectáculo tipo arte pop pasado de moda. A Corman, como director, le debió importar un pimiento. A Nicholson, como guionista, tal vez le debió doler esta experiencia.