The Sparks Brothers
Sinopsis de la película
Sparks es la banda favorita de tu banda favorita, y pronto será también la tuya. Lo sepas o no, Sparks ha tenido algo que ver en algo que te encanta. Ellos han formado parte de prácticamente toda forma artística de los últimos 50 años. Hijos de la década de los años 60, Ron y Russell son dos hermanos de Los Ángeles que se alimentaban a base de palomitas de maíz y música pop hasta que el fulgor de los espectáculos musicales iluminaron un camino que ha dado como fruto 25 álbumes de estudio.
Preestreno: Festival de Sundance 2021.
Preestreno en España: Festival de Sitges (octubre 2021)
Detalles de la película
- Titulo Original: The Sparks Brothers
- Año: 2021
- Duración: 135
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Opinión de la crítica
7.4
51 valoraciones en total
Maravilloso documental. Excesivo, por supuesto, como cualquier disco de Sparks. Bombástico en algunos aspectos, humilde y hasta emocionante en otros. Funciona perfectamente porque es evidente que está hecho por un fan. Edgar Wright ama su música, y ese entusiasmo, esa energía y emoción, se transmite en cada minuto. Tenemos diferentes tipos de animación a lo largo del documental, lo que lo hace muy entretenido y fácil de digerir a pesar de la larga trayectoria del grupo. La narrativa peca un poco de ser un y luego en lugar de un y entonces , por lo que no hay una verdadero nudo en ningún momento, siquiera una intención de generar intriga al espectador. Pero al fin y al cabo es un documental, el único formato en el que esto se puede permitir, pues se está contando una historia real que no necesariamente busca ser atrayente. Y aún así logra serlo. Ya sea por la gran variedad de recursos utilizados, por el buen humor que se imprime constantemente en todo momento, o simplemente porque la música es genial, el espectador puede disfrutar gratamente de esta experiencia.
Y a pesar de que se le hace justicia a la trayectoria del grupo, creo que se podría haber aprovechado un poco mejor la gran variedad de influencias que Ron y Russell Mael han producido en el mundo de la música. Entiendo que no debe ser fácil conseguir una entrevista con Paul McCartney o Brian May, pero hubieran aportado una dimensión mucho más apropiada del nivel al que llega la importancia de los Sparks dentro del panorama musical (principalmente tomando en cuenta que Queen consiguió un sonido muy similar a lo que Sparks estaban haciendo en los 70 a partir de Killer Queen , y algunos discos de Paul McCartney post-2000 también presentan similitudes con los Sparks de principios y mediados de esa misma década, como lo evidencian canciones como Mr. Bellamy ). Claro está, se dedican unos cuantos minutos al homenaje que Paul le hace a Ron en el video de Coming Up , pero unas palabras de su parte podrían haber causado mucho más impacto.
Aparte de los detalles menores mencionados, los entrevistados son muy variados y realmente aportan al misticismo que genera la banda. Me gustó mucho que entrevistaran a ex-miembros y que todos en general se burlaran continuamente de que nunca pudieron conseguir el preciado número 1. Pero incluso dentro del continuo ambiente de humor, logran invitarte a reflexionar sobre qué es verdaderamente el éxito. ¿De qué sirve ser una de las bandas que más vendieron en la historia si terminaste profanando tu integridad artística? Incluso ellos mismos en los 80 gozaron de un relativo éxito comercial a costa de su identidad, pero supieron resurgir con la cabeza bien en alto. Art for the arts sake , como bien dice un entrevistado. Llegar a ese punto debería ser lo que representa el verdadero éxito.
Muchos criticarán la duración, y concuerdo que este documental no me parece la mejor opción para conocer al grupo, pues es una carta de presentación un tanto excesiva, como comenté al principio. Es un documental que se disfruta mucho más conociendo previamente los discos de Sparks. Pero a la vez considero que no hay mejor forma de hacerlo… ¿o cómo harían ustedes para resumir una carrera musical que abarca 7 décadas desde su inicio allá por el lejano 1966? Edgar Wright tenía una tarea monumental, y estuvo a la altura de las expectativas. Condensa excelentemente muchos discos, muchos años y muchos estilos diferentes (¡más de 400 canciones!).
Me sorprendió que le dieran la misma importancia a todos sus discos, sin tener en cuenta cuál fue más exitoso o aclamado por la crítica. Esto es positivo o negativo dependiendo del punto en que lo vean, porque por un lado es interesante que los Sparks traten a todos sus discos como a hijos de los cuales son conscientes que hay algunos mejores que otros, pero los valoran por igual. Y por otro lado, es un poco desesperante que se le dedique poco tiempo a discos tan importantes y trascendentales para la historia musical como lo son el debut homónimo (1971, la creación del subgénero denominado años más tarde como New Wave ), Kimono My House (1974, la creación/culminación del rock operístico, que parcialmente ya existía en el debut), Propaganda (1974), Indiscreet (1975), No. 1 In Heaven (1979, el adelanto del synth-pop que miles de bandas ochenteras imitaron), Lil Beethoven (2002, la invención del techno-opera, chamber techno, neo-classical techno, o como quieran decirle a este nuevo género que lamentablemente no ha sido imitado aún), Hello Young Lovers (2006) y Exotic Creatures Of The Deep (2008). Estos no son necesariamente mis favoritos ni los mejores de la banda (bueno, varios de ellos sí), pero sin duda son los más innovadores y revolucionarios, con un sonido único e inconfundible.
Por otro lado, se logra apreciar bastante el exagerado nivel de talento que tienen estos hermanos. Ron Mael es uno de los mejores compositores y letristas que parió el Rock, y Russell Mael es sin duda uno de los mejores, más versátiles y más originales vocalistas de la historia, con unas acrobacias vocales que se le dificultarían al mismísimo Freddie Mercury (que seguramente aprendió varias cosas de estos hermanos). Aunque esta genialidad que poseen ambos se hace mucho más voluminosa al escuchar su música y no tanto cuando te cuentan sobre ella, por supuesto.
Sintetizando: este es uno de los mejores documentales de rock de todos los tiempos. Tiene pasión, tiene calidad y trata de una excelente banda que merece ser mucho más conocida, tanto por su variada música como por sus inmejorables letras humorísticas.
***En los spoilers realizo recomendaciones y tops de la carrera musical de esta increíble banda por si alguien quiere darles una oportunidad***
*¿Cuándo llegará nuestro momento?
Desde luego, no se puede decir que los hermanos Russell y Ron Mael lo hayan tenido fácil. Tras fundar su banda en la década de los 70’, su carrera se ha caracterizado por estar repleta de dificultades, decepciones y fracasos comerciales. Pese a ello, ésta pareja de músicos californianos son todo un ejemplo de cómo no perder la esperanza, trabajando y luchando por su pasión. Y todo mientras se han mantenido fieles a su estilo y sus principios, sin dejarse guiar por las tendencias del mercado.
En The Sparks Brothers recorremos con todo detalle la carrera de los hermanos Mael desde sus inicios hasta la actualidad, a un ritmo endiablado que hace que los 135 minutos de duración pasen en un suspiro. Es fascinante observar como un grupo tan desconocido por el público general ha podido influir tanto en la música de finales del siglo XX y, además, ser tan versátiles. Los Sparks no sólo destacan por su excéntrica personalidad, por su aspecto o por la puesta en escena de sus actuaciones, si no por haber experimentado sin ningún tipo de rubor a través del pop, el rock, el punk, el glam, la electrónica y otros tantos géneros, siendo además pioneros en varios ámbitos, como en el uso de sintetizadores.
Pero si asombran sus éxitos, también lo hacen sus fracasos: la incapacidad de saltar al estrellato, unos números catastróficos en cuanto a ventas de discos y los proyectos fallidos en sus intentos de adentrarse en el mundo del cine junto a Jacques Tati o Tim Burton. Aunque a pesar de ser como fantasmas dentro del panorama musical, no es raro que con el paso de los años hayan creado una base de seguidores tremendamente fiel. Y nadie mejor para contarnos la historia de Sparks que su mayor fan.
*Edgar Wright: Fanboy
Para cualquiera que haya seguido de cerca su trayectoria, no es ningún secreto que el director británico es todo un melómano. Si a alguien no le quedó claro al ver a los protagonistas de su ópera prima apalear zombis a ritmo de Queen, las dudas fueron resueltas cuando cimentó las bases de ‘Baby Driver’ en el iPod de su protagonista. Así que un documental centrado en el mundo de la música se siente como un paso totalmente natural en la carrera del autor.
La pasión y la admiración que Wright profesa por este peculiar dúo traspasa la pantalla, y estoy seguro que muchos de los espectadores de este documental no sólo se interesarán por la música de Sparks, sino que también se convertirán en verdaderos fans. El director, mediante un montaje trepidante y toneladas de humor, ofrece una radiografía de los hermanos Mael a través de imágenes de archivo, recrea anécdotas usando diversas técnicas de animación y, sobre todo, entrevista a un sin fin de personalidades para dar consistencia al relato.
Mirando directamente a cámara, Russell y Ron Mael se sientan frente a nosotros mientras nos cuentan su peculiar historia, pero también lo harán antiguos componentes de la banda, varios fans y un buen puñado de caras conocidas. Además del propio Wright, nos encontramos con diferentes artistas: desde los actores Jason Schwartzman o Mike Mayers, escritores como Neil Gaiman, y músicos de la talla de Beck, Flea (Red Hot Chili Peppers) o Alex Kapranos, cantante de la banda escocesa Franz Ferdinand con la que Sparks colaboró en 2015 para editar un álbum. Todos ellos expresan su admiración por los hermanos y desgranan las claves de sus éxitos y fracasos.
*Conclusión
The Sparks Brothers es una oda al talento menospreciado, la reverencia de un fan ante dos de sus mayores ídolos. Es difícil no conectar y sentirse asombrado ante las vivencias de estos dos hermanos abocados al ostracismo. Un documental que ningún aficionado al mundo de la música o al cine de Wright debería perderse.
Escrito por Marcos López