Un cuento de verano
Sinopsis de la película
Stefek, de seis años, desafía al destino. Está convencido de que la cadena de eventos puesta en marcha por él lo ayudará a acercarse a su padre que lo ha dejado cuando abandonó a su madre. Su hermana, Elka, de diecisiete años, lo ayuda a aprender a corromper el destino a través de pequeñas renuncias. Estratagemas y coincidencias conducirán, al final, a su padre al umbral de la casa de la madre de Stefek pero las cosas no irá como ellos esperaban. Desesperado, Stefek tentará a la suerte con el más arriesgado de los desafíos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sztuczki (Tricks)
- Año: 2007
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
6.2
23 valoraciones en total
Una de las más bellas películas que he visto en mi vida, me ha dejado una onda impresión, una obra de arte y emocionante es la actuación del niño Damián Ul. Aplausos y más aplausos para el director.
Elka, la adolescente, le confiesa a su hermano pequeño de diez años, Stefek, que en la vida siempre está pasando algo… y en esta película de apenas 95 minutos efectivamente pasa algo, y mucho, con unas imágenes que nos recuerdan el efecto mariposa dentro de un sistema caótico, con el punto de vista aferrado al muchacho, y una casi ausencia de anécdota al narrar.
Este cineasta polaco llena de luz la pantalla, situando la acción en un barrio pobrísimo de edificios que han perdido su estuco, donde unos personajes gozan de la vida con cosas elementales. Los adultos ven en los autos un símbolo de bienestar, así como el pretendiente de Elka manifiesta su gusto por recorrer el centro de la ciudad en su moto.
El protagonista no solo es el niño, sino su mirada del mundo, ingenua, donde todo evento tiene una causa y un efecto. Unos soldaditos de plomo o unas monedas podrán detener un tren, y mojarse bajo la lluvia o mear un auto permitirá a su hermana obtener un nuevo empleo.
Los trenes, sus estaciones, están presentes en todo el relato, pero no es el medio de incomunicación del cine de Wenders, sino que los trenes, para Andrzej Jakimowski, implican el transcurso del tiempo, la modificación de los eventos que van determinando los vuelcos en nuestras vidas.
Jakimowski comparte la precisión narrativa del cine de otro polaco, Krzysztof Kieś,lowski (1941-1996), pero se aparta de inmediato de su postura católica, más bien oscura, aunque comparte el observar las bondades de la vida aun en medio de la miseria.
El cine de este polaco, en cambio, despide luz. Stefek, a sus diez años, tiene todas las herramientas para tener el mundo a sus pies, para guiar a un hombre desconocido, que supuestamente se parece a su padre, a través de los cambios de señalética de las calles, igual como si fuera un simple cambio en la dirección de los rieles del tren. Stefek presiente que su madre está sola, y sabe que la vida responde a sus deseos de niño.
La naturaleza está presente en el paso de la noche hasta el amanecer, al quedarse dormido en el tren y despertar justo en la estación donde está su padre, que ya lo ha reconocido en una foto, y le dice a Stefek: no me voy a ningún lado… te esperaba a ti.
Poesía en movimiento.
Jakimowski paseó éste su segundo largometraje por varios festivales recibiendo premios y atención desde su estreno mundial en el Festival de Venecia hace en este momento aproximadamente un año. Consiguió distribución en gran parte de Europa pero no así en España que se sepa hasta el momento. Tampoco estamos muy acostumbrados a prestar atención al cine polaco actual que tiene en Pora Umierac de Dorota Kedzierzawska otra película, de las que he podido ver, todavía más recomendable que ésta. Sin estrenarse tampoco en salas españolas por supuesto. Tricks adaptación anglosajona de su orginal Sztuczki que llevado al español sería Trucos hace referencia a las estratagemas o pruebas que Stefek, el niño protagonista realiza para reconducir el destino. Un destino que le ha llevado a vivir sin su padre y al que cree haber encontrado en una estación de tren. Sin duda la historia y los personajes son atractivos aunque se tenga tal vez la sensación de que sobrecarga un tanto el papel de Damian Ul y despista otro tanto el de Ewelina Walendziak, no llegando a tener mucha más fuerza el resto del reparto. Sí funciona mejor en cambio el intento o mensaje que el realizador quiere transmitir, vuelve a rodar en un paisaje objetivamente triste y gris pero del que saca escenarios bellos y poéticos. En resumidas cuentas busca la alegría en esta vieja ciudad obrera y por momentos la encuentra. Jakimowski es un convencido de que el destino se puede manipular, falta que de más consistencia al conjunto y le saldrá una película notable. Sztuczki es cuando menos interesante y visualmente atractiva.
Esta cinta Polaca como bien resume el título de mi crítica es correcta y sencilla.
Sin apenas pretensiones, el film transcurre de manera tranquila por una serie de personajes pertenecientes a la Polonia más actual.
Son gente normal y corriente, y el film gira en torno a la figura del niño y su hermana como leit-motiv principales de la trama.
Solo en la parte final, a traves de la figura de la hermana del niño se incorpora un cierto toque dramático a la estructura del film.
La parte de la película que se basa en la figura del niño es un canto a los ritos iniciáticos de la existencia.
Se narra desde una perspectiva que bebe de las fuentes del neorrealismo Italiano pero con apenas ápice de indagación psicológica.
La trama está bien narrada y en líneas generales es un film que se deja ver con bastante agrado.
Un saludo, Efelson.
Tras Kieslowski y Polanski, nos llega de Polonia otro director al que le presagio un futuro esplendoroso.
Preciosa historia llena de calidez y humanidad. Los personajes te llegan muy hondo.
Jakimowski extrae una particular ternura de su guión.
Los actores y actrices no lo son en realidad, en su mayoría, lo que los hace extraordinariamente verosímiles. Toda la película destila autenticidad y frescura.
Sencilla, modesta y humilde lo que hace que sea muy acogedora. Esta forma de dirigir me ha recordado a Jiri Menzel.
Describe muy bien los espacios, algo que descuidan casi todos los cineastas hoy en dia.
El director polaco persigue la vitalidad intrínseca a lo cotidiano sin forzar la tensión dramática. Un cuento de verano reposa sobre el esqueleto de una historia mínima.
Es cine sobre esas pequeñas cosas que en verdad son tan importantes.
No aconsajable para alérgicos al cine pausado y de narrativa cadenciosa, es decir para los aficionados (o colonizados) del cine de Estados Unidos o chorrilandia como lo llamo yo.