The Mauritanian
Sinopsis de la película
Capturado por el gobierno de los Estados Unidos, el musulmán Mohamedou Ould Slahi (Rahim) sobrevive en la prisión de Guantánamo donde lleva más de una década sin cargos ni juicio, sospechoso de haber reclutado en Alemania a miembros de Al Qaeda que participaron en el 11S. Tras haber perdido toda esperanza, Slahi encuentra aliadas en la abogada defensora Nancy Hollander (Foster) y su asociada Teri Duncan (Woodley). Juntos se enfrentarán a innumerables obstáculos en una búsqueda desesperada de justicia.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Mauritanianaka
- Año: 2021
- Duración: 129
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Opinión de la crítica
Película
6.7
60 valoraciones en total
The Mauritanian dirigido por Kevin Macdonald, ganador del Oscar, y basado en las memorias más vendidas del New York Times, Diario de Guantanamo de Mohamedou Ould Slahi, es una película oportuna y un recordatorio de que la Bahía de Guantánamo permanece abierta y ahora mas que nunca debería cerrarse.
Se trata pues de una inspiradora historia real de la lucha de Slahi por la libertad después de haber sido detenido y encarcelado sin cargos durante 14 años. Solo y asustado, Slahi (Tahar Rahim) encuentra aliados en su Abogada defensora Nancy Hollander (Jodie Foster, ganadora del premio a mejor actriz de reparto en los Globos de Oro 2021 por este papel) y su socia Teri Duncan (Shailene Woodley), quienes lucharàn contra el Gobierno de Estados Unidos. En la busqueda por la justicia su Abogada pondra a prueba su compromiso con la Ley. En su controvertida defensa, junto con la evidencia descubierta por un formidable Fiscal militar, el Teniente Coronel Stuart Couch (Benedict Cumberbatch), se descubriràn verdades impactantes y, en última instancia, se demostrarà que el espíritu humano no puede ser encerrado.
En 2002, Mohamedou Ould Slahi fue detenido en su país de origen, Mauritania, y trasladado al campo de prisioneros de la bahía de Guantánamo, dirigido por militares estadounidenses. Interrogado y torturado bajo sospecha de estar involucrado en ataques terroristas, permaneció allí hasta su liberación en 2016.
Durante largos 129 minutos, Kevin McDonald nos lleva a un viaje desgarrador, contando la historia de cómo este hombre increíble sobrevivió a su terrible experiencia en una búsqueda desesperada de la justicia. Es capaz de generar tensión con éxito, que aumenta constantemente a medida que Hollander y Couch encuentran resistencia por parte del Gobierno a la investigación: cientos de archivos redactados, preguntas sin respuesta…. El secreto de un encubrimiento impregna en definitiva la película que plasma la situación deliberada de estancamiento del caso de Mohamedou. Es más, The Mauritanian no tiene absolutamente ningún reparo en criticar al Gobierno de Estados Unidos, a las Administraciones de Bush y Obama, o al horror que supone la Bahía de Guantánamo y su innombrable carcel.
La filmografía de Kevin Macdonald ha estado siempre más ligada al mundo del documental, aunque también ha realizado varios largometrajes de ficción. Dentro del documental destacan trabajos como Marley , Whitney y La vida en un día . Entre sus trabajos puramente de ficción cabe destacar películas como La sombra del Poder , El último rey de Escocia y Mi vida ahora . Ahora nos presenta su último trabajo The Mauritanian basado en las memorias de Mohamedou Ould Slahi, Diario de Guantánamo.
La historia comienza justo después de que se cometieran los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001. Slahi es arrestado en Mauritania cuando viaja a una boda. Allí bajo la mirada de su madre es traslado en un coche a varias cárceles de diversos países de África, para después llevarlo a Guantánamo, la base militar utilizada por el gobierno americano como cárcel en Cuba. En Guantánamo se encarcelaba a todo aquel que pudiera tener alguna información sobre el paradero de Osama Bin Laden y la desaparición de Al-Qaeda.
Llama la atención como todos estos hombres estuvieron encarcelados durante muchos años sin tener ningún cargo en su contra. Fueron sometidos a todo tipo de torturas, tanto físicas como mentales y a continuos abusos sexuales. Pero el director no se quiere centrar en eso, sino lo que pretende
mostrar es como Slahi lucho durante más de 20 años por tener un juicio digno y poder defenderse.
Para demostrar que están actuando conforme el derecho internacional, el gobierno de Estados Unidos elige a Slahi como uno de los objetivos más vulnerables para poder condenarlo y hacerle pagar con la pena de muerte. Para ello ponen al frente de la investigación al coronel Stuart Couch (papel interpretado por Benedict Cumberbatch. El coronel tiene un vínculo muy cercano con uno de los pilotos que llevaba el avión que se estrelló con las torres gemelas. Y aunque al principio hace todo lo posible para llevarlo a la silla eléctrica, vamos viendo como a medida que pasa la película, nos damos cuenta que es un hombre que cree en el estado de derecho.
Para defender al protagonista estarán la abogada Nancy Hollander (papel interpretado por Jodie Foster en una buena interpretación, defiende su personaje a muerte y tiene una vida dedicada exclusivamente a ayudar a los más vulnerables) y su compañera Teri Duncan (papel interpretado por Shailene Woodley). Ambas están comprometidas a que todo el mundo reciba un juicio justo, sim importarles todos los problemas que tienen en su contra.
Pero la verdadera sorpresa de la película es la fabulosa interpretación de Tahar Rahim, le da una fuerza brutal a su personaje, aporta a Mohamedau una buena dosis de humanidad, consigue que el espectador empatice con él, en ningún momento deja claro la película si es culpable o no, pero su inquietante mirada te atrapa y ya no te abandona hasta la escena final.
Para mí ha sido una agradable sorpresa, creo que es el mejor estreno de la semana, Mezcla el biopic con el Thriller, el reparto es muy sólido y la puesta en escena es estupenda. En muchos tramos la película y lo que cuenta es desgarrador, pasamos de la alegría a la desesperación en todo momento. Muestra bastante bien y te haces una idea clara de lo que fue y lo que paso en Guantánamo.
Lo mejor: El reparto y lo que transmite a los espectadores
Lo peor: Que, aunque parezca increíble es una historia real.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
La película no esconde ningún secreto. Es la denuncia de un caso real, el de un nacional mauritano detenido en su país, para después de una odisea acabar en la base americana de Guantánamo (Cuba), donde habrá de recibir las cariñosas atenciones del Gobierno americano durante muchos años, junto con otros cientos de sospechosos yihadistas tras el 9/11. Al cabo de unos años, una abogada americana recibe su caso y planta batalla legal en USA para que su defendido recupere la libertad. No hay mucho más.
Este material podría dar pie a un drama brutal, a una denuncia que provoque la exasperación de los espectadores, que espolee sus ansias de justicia. Que apele visceralmente a sus sentimientos. Por otra parte, podría asimismo dar lugar a un tenso teatro judicial, con idas y venidas entre acusación y defensa, con giros espectaculares, testigos, confesiones, que mantengan al espectador al borde de su asiento.
La película se niega a explotar la historia de esa manera. Es muy contenida y civilizada. Renuncia a la lágrima fácil, a la extorsión del público cautivo. Tampoco se explaya sobre el caso judicial. Imagino que recibirá criticas de ambos bandos, y será tachada de traidora por los patriotas, y de blanda por los idealistas.
En mi caso lo agradezco. No me gusta que me chantajeen emocionalmente. Aunque reconozco que en manos de otro director posiblemente la película fuera más explosiva y mejor aceptada por crítica y público..
Jodie Foster interpreta a la abogada y está como siempre, esto es, fenomenal. Destila con naturalidad inteligencia e integridad. Tahar Rahim, el prisionero mauritano, lo hace muy bien. Cumberbatch y Woodley cumplen.
Esta el historia de un hombre sometido a una gran injusticia cada hora de cada día durante muchos años. Y sin grandes alardes, mantiene la dignidad y la cordura. Que gente más grande hay en este mundo.
Manipulador relato testimonial, servido frío.
Sin preliminares, el guión es un despropósito. Una visión desenfocada, muy parcial y absoluta, poco ambiciosa intelectualmente de una temática muy interesante. Es una pena que la película no se adentre en los porqués, que no profundice. Se queda, lamentablemente, en el blanco y negro, se conforma con el papel de taquígrafo y no intenta en ningún momento adentrarse en los grises, perdiéndose en lo accesorio por el camino. Había mimbres para haber hecho una grandiosa película, porque había presupuesto, un reparto solventísimo y tenían una de las problemáticas políticas más actuales en bandeja. Si bien es cierto que el sesgo radical y plano es heredado del libro que adapta, no deja de ser también verdad que la película se recrea en su falta de contrapesos, de profundidad, en su falta de inteligencia.
Mitad drama carcelario cuasi alegórico, con buenos muy buenos y malos muy malos, mitad intentona fallida de intriga judicial. Doble naturaleza, que ni se llega a integrar bien, ni se refuerza mutuamente. Esta dicotomía mal avenida llega a generar problemas de ritmo, dejándose por el camino muchas ideas esbozadas como meros apuntes sin desarrollar, sobre todo en la parte biográfica de la parte dramática. Mucha suciedad en un discurso que se embarra en cuanto intenta apuntar someramente, solamente un poco más lejos de la condena moral evidente, e intenta adentrarse en causas y consecuencias.
Guantánamo nunca fue un secreto de estado, siempre ha sido vox populi que fue, es, y por ahora, será, un instrumento del estado para poder torturar impunemente. Creado ex profeso, nunca fue, ni ha sido, ni será, secreto alguno. El que una abogada especializada en derechos civiles sea ignorante de algo de lo que cualquier persona, ya no culta, sino meramente informada, es consciente, saca completamente de la película. El personaje de Foster es tan irreal, tan naif, llega a cotas de irrealidad tan grandes, que sonroja. Igualmente el personaje de Tahar, no es creíble de pura contradicción, por un lado, unas carcterísticas cuasi divinas, una moralidad tan blanca que saca al espectador de la narrativa, de artificial. Por otro, lado la inconsciencia absoluta, casi infantiloide, de una persona perteneciente a un núcleo social cercano, o como mínimo próximo, a corrientes islamicas radicales -terroristas-, con un intelecto privilegiado y una educación superior de prestigio, se sorprende absolutamente de cosas triviales y consecuencias esperables para cualquier mortal.
Lo más interesante de Guantánamo, lo que significa en cuanto a hito, fue y es la aceptación social del finiquito público de las libertades civiles, ya sea sustentado en el populismo de derechas y su busqueda de la seguridad irreal, o en discursos de izquierdas y su correctismo político de pensamiento único.
La película deja una sensación fuerte de inconsciencia, no ya de tranochada noticia vieja, en pleno dos mil veintiuno, de no entender que la historia no estaba en el hecho, público y conocido, ni en su abyecta maldad moral e intelectual, si no en los procesos que llevaron y llevan a su aceptación social. Da vergüenza ajena el uso de ciertos tipos de discursos forzadísimos y artificiales. Desperdicia casi todo su metraje en dos aspectos accesorios como son la supuesta intriga alrededor de las torturas, inexistente en la realidad, y sobre la interrogante de la culpabilidad, irrelevante para el discurso. Solo al final, y de la peor manera posible, como moralina artificial, centra el mensaje en el meollo del asunto, en las garantías procesales que garantizan los Derechos humanos en las democracias liberales occidentales, y en como las sociedades actuales las van abandonando poco a poco a lomos de doctrinas políticas radicales.
Salvable de la quema absoluta por unos actores que hacen lo que pueden con un guión bastante malo. Un empaque formal bastante cumplidor, con algunos puntos reseñables, algún destello en la fotografía, alguna sorpresa en el montaje, un acompañamiento sonoro cumplidor. En general, panfleto de costura gruesa para intelectos de perfil bajo, con factura de clase alta.
Terminando de ver The Mauritanian (2021) de Kevin Macdonald con Jodie Foster, Tahar Rahim, Shailene Woodley, Benedict Cumberbatch, Zachary Levi, Corey Johnson, Langley Kirkwood, David Fynn, Darron Meyer, Arthur Falko, Stevel Marc, Walter van Dyk, Daniel Kühne, entre otros.
Drama basado en las memorias Guantánamo Diary (2015) de Mohamedou Ould Salahi y su experiencia de 14 años cuando estuvo retenido sin cargos en El Campo de Detención de La Bahía de Guantánamo, por lo que la historia inicia con su captura en 2001 por el gobierno de Estados Unidos bajo la autoridad de La Autorización para El Uso de la Fuerza Militar (AUMF) y languidece en El Campo de Detención de Guantánamo sin cargos ni juicio.
Perdiendo toda esperanza, Salahi encuentra aliados en una abogada defensora y su asociada… y juntos se enfrentan a innumerables obstáculos en una búsqueda desesperada de justicia.
Pero su controvertida defensa, junto con la evidencia fabricada descubierta por el formidable fiscal militar, finalmente revela una conspiración impactante y de gran alcance.
La película es un fuerte alegato cinematográfico para que prevalezca la tolerancia y la justicia en cualquier sistema legal, y específicamente es un señalamiento directo a EEUU para que cierre El Campo de Concentración en Cuba.
Los productores, Lloyd Levin y Michael Bronner, ya habían colaborado previamente en películas de temática similar como United 93 y Green Zone, y en esta ocasión, el guión de MB Traven, Rory Haines y Sohrab Noshirvani tiene un diálogo convincente y fuertes momentos angustiantes, con flashbacks fuera de secuencia que brindan su historia de fondo, aunque estas escenas tienden a ralentizar el ritmo de la película, sirven más como subtrama que como exposición necesaria.
Y no se escatiman golpes cuando se trata de cuán incompetentes e inhumanas fueron las políticas del horripilante Donald Rumsfeld en Guantánamo, pero la película se concentra en la investigación y las maniobras legales, y sobresale con sus 2 destacadas actuaciones de los actores principales.
Tahar Rahim, que ya tiene una gran cantidad de películas en su haber, como la extraordinaria Un Prophète (2009) logra mostrarnos cómo su fuerza y su desilusión cambian, y ofrece un retrato desgarrador del hombre torturado y acusado, mientras la 2 veces oscarizada Jodie Foster, domina en su papel sensato como su cruzada, una mujer más preocupada por la ley que por la moralidad de su cliente.
Sus momentos abogado/cliente juntos, son excelentes, sobre todo cuando no hablan y es la mirada la que actúa, son actores que dominan la gestualidad impresionantemente porque ayudan a generar interés en el drama legal.
En los secundarios, Zachary Lev y Benedict Cumberbatch parecen productos estereotipados de esa Era de actividades terroristas y paranoia, con soldados militares entusiastas, abogados defensores de mentalidad liberal, el cliente inocente o no tan inocente… el fiscal que interroga, etc.
Pero el escenario básico de la injusticia suena cierto, y ofrece a los espectadores un drama apasionante digno de conversatorio, porque guste o no, tales situaciones prevalecen en algunos países, por ello la película es oportuna, para no olvidar que también el país abanderado de la libertad ha cometido muchos errores, muchos por miedo y otros por querer darle un rostro para culpar, pasando por encima del derecho, la legalidad y la humanidad, por eso, las escenas de la prisión están excepcionalmente bien realizadas, sin mostrar mucho para que el filme llegue al público en general.
Si podemos achacarle algo al reparto, es el personaje de Shailene Woodley, la abogada junior, que está mal dibujado, pues está presente antes de desaparecer de la vista hasta el final, y no le da muchas oportunidades de hacer algo con el papel, y para crédito del cineasta, la película no confirma la culpabilidad o inocencia de Salahi de las acusaciones criminales, aunque sí culpa de su confinamiento ilegal únicamente al gobierno de los Estados Unidos, por ello uno desearía que la película contuviera más escenas de tribunales que de investigación, esto podría haber arrojado más luz sobre el caso y sus personajes.
Lo mejor, es la manera original de contar la historia, sin ser muy drama de Corte y sin mostrar gore aquí la cámara logra captar momentos de mucho suspenso, angustia y zozobra.
SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO