The Loved Ones (Cita de sangre)
Sinopsis de la película
Brent, un joven de diecisiete años, rechaza la invitación de Lola, una de las chicas más apacibles del instituto. Lo que no puede ni siquiera imaginar es que ella y su padre lo secuestrarán y tendrá que luchar desesperadamente para sobrevivir a la macabra celebración que le han preparado.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Loved Ones
- Año: 2009
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
Película
6.3
45 valoraciones en total
El debut cinematográfico de Sean Byrne con esta terrorífica comedia pseudo-gore es una más que agradable sorpresa, no en vano triunfa en los festivales a los que acude.
Los motivos son varios. El buen hacer del director y guionista australiano mantiene la atención no sólo a base de situaciones cómicas y/o tétricas muy bien llevadas, sino que hace crecer las distintas historias hasta desembocar en una de manera más que solvente. La cinta carece de giros de guión (oh, gracias), de escenas demasiado gratuitas que buscan estremecer al espectador a base de grotesto gore, no pierde el norte en ningún momento, no miente, no te engaña y, lo más importante, no hay actores de medio pelo que desdibujen el conjunto.
Desde los primeros minutos Sean muestra sus armas. Paciencia y sobriedad para mostrar lo que ocurre, consigue planos y secuencias realmente bellas y que ayudan al espectador a mirar de otra manera la pantalla y olvidarse de los subproductos de serie B. Así mismo, dota de la fuerza necesaria a los momentos que la necesitan y los salpica de un humor negro fresco que consigue recordarte algunas de las mejores películas del género, casi todas ya citadas por el amigo Stenbocken en su crítica.
Nada de estruendosas músicas, pero sí una poderosa banda sonora, a base de canciones que dibujan claramente el perfil de los personajes, utilizándose para la presentación de los mismos y enfatizar los momentos más intensos. Lo consigue.
El reparto es perfecto y está de lujo. Los protagonistas menos simpáticos lo bordan, sobre todo papi, que me ha recordado al malvado cirujano de The human centipede . El prota se comporta tal y como esperamos tras su presentación, es coherente. La madre, que sin hablar transmite. Su novia, cumpliendo y regalando a los fans más jóvenes un par de minutos de erotismo que otros directores no consiguen, o no se atreven a mostrar. Su amigo porrero y la amiga gótica de éste, el padre de la gótica. Así todos y cada uno de ellos, piezas que encajan a la perfección, más allá de que a la historia debamos concederle uno o dos momentos (nada para lo que es este género) de dudosa credibilidad, el resultado es muy satisfactorio y no te deja esa sensación de estafa que sientes al ver el 85% de las pelis de su tipo.
Leyendo la sinopsis de The Loved Ones se tiene casi la certeza de que uno se encuentra ante lo mismo de siempre pero con otro disfraz. Y uno desde luego no se equivoca en demasía si piensa eso, pero lo que no espera es que lo mismo de siempre esta vez funcione. Y bastante bien.
El protagonista es un joven deprimido de aspecto desaliñado con el que uno siente cierta empatía con tan sólo un par de escenas de presentación. Y la empatía va in crescendo en cuánto entramos en materia gracias a lo repulsivo que resulta el personaje de Lola, al que se define perfectamente durante el metraje: caprichosa, amoral, egocéntrica, celosa, hedonista del dolor ajeno y consentida por un padre que no queda atrás. Además hay que añadir la relación platónica-incestuosa que mantienen ambos y un tercer personaje en tan peculiar familia que termina siendo, efectivamente, quién uno presupone que es.
Manteniendo la tensión en todo momento, la trama principal tiene sus dosis de gore no visualizado y un humor negrísimo que la aleja notablemente de otras piezas del género de torturas. Aún así, no hubiese dejado de ser una más dentro de la explotación que últimamente sufre el mencionado si no fuese por un giro de guión inesperado a la par que efectivo que hace de la película una propuesta muy interesante y desde luego, destacable por encima de la media.
A esto añadimos una subtrama cómica que no termina de cuajar en el conjunto pero que por sí sola resulta muy agradable. En ella tenemos otra pareja peculiar cómo poco que sí acude al baile de fin de curso pero borrachos cómo cubas y con un colocón tremendo de marihuana. La historia no aporta absolutamente nada a la trama principal y sólo tiene con ésta dos nexos de unión bastante quebradizos: que el chico es amigo del torturado y una sorpresa final sobre ella y su familia que desgraciadamente terminan por no explotar.
The Loved Ones es terror del de ahora, que mezcla géneros por doquier, dónde desde los personajes hasta aspectos técnicos cómo la fotografía son mimados con esmero y dedicación y dónde tal esfuerzo consigue colocarla entre una de las mejores propuestas del género del pasado año.
Ahí es nada…
The Loved Ones es una película de las que se llevan ahora. En ciertos puntos, la película decepciona y cae en algunos de los típicos tópicos que tanto se repiten en el género gore y de terror pero… ¿Acaso no es por eso por lo que vemos películas de gore y de terror?
No obstante, a los aficionados al género, nos encanta ver nuevos matices, cosas que no hemos visto antes, detalles que nos sorprendan y nos hagan retorcernos de dolor. En esta película los hay, no recomendable para los más sensibles y muy pero que muy recomendable para esa gente que disfruta sufriendo.
Vamos con el argumento: Brent es un tío guay, muy grunge, casi podríamos decir que la versión morena de Kurt Cobain, un tipo malo malo. Pero no es tan malo como para no cagarse de miedo cuando una inocente chica pija de instituto (Lola Stone) le quiere poner a prueba. Esas pruebas es lo verdaderamente atrayente de este film y lo cual no desvelaré en este cuadro de texto.
La primera sensación con la te quedas después de haber visto The loved ones es un claro what-the-fuck sobre qué cojones acabas de ver, y cuestionándote sobre la salud mental de quién fue capaz de pergeñar algo así y finalmente sobre la tuya propia por haber tenido el morbo y la mera curiosidad de acercarte a ella.
Su no convencionalidad frente a otras y manidas piezas del género la convierte en una obra asimétrica y radical, casi lejana de la necesidad de responder a expectativas comerciales, y sí más cercana a responder otro tipo de expectativas, como la de los frikis que o bien acudirán a verla a las pantallas o la encontrarán por Internet. Evidentemente no es una peli para cualquier tipo de estómago ni de gusto, y solo los amantes del gore, de rarezas o los frikis como yo seríamos capaces de saber apreciar en su justa medida semejante y descerebrada invención.
Siguiendo las mejores pautas del loco y rabioso cine australiano y neozelandés, Sean Byrne no oculta en ningún momento su sentimiento de deuda frente a otras obras magnas del subgénero comedia gore provenientes de Oceanía y a su sello radical y violento, y deja su propia impronta personal cuando pretende socavar el vacío y la simplicidad de su relato tratando de aportar un retrato psicológico de una mente profundamente disfuncional y perturbada, aunque no sea capaz de incidir con total éxito en ello, y quizás tampoco le interese totalmente. En su lugar, en lo que sí incide es en una serie de torturas más propias de la Inquisición que de dos seres enfermos, y deja un reguero de escenas de indigesta visión y aún más de difícil disfrute. A diferencia de las bromas de Jackson and company, aquí la diferencia entre humor y repulsión parecen separadas por una barrera demasiado enorme como para que ambas hagan efecto al mismo tiempo, y la cosa se centra más en un sádico torture porn que por momentos no tiene mucho que envidiar a las grandes piezas del género.
Aún con sus defectos y siendo un film para nada imprescindible y que no tarda demasiado en olvidarse, tiene diversos elementos que la hacen potencialmente atractiva, sobre todo para los más adeptos al género. Y es que es cierto que no aburre en ningún momento, poseedora de cierta originalidad y radicalidad que la hacen cuanto menos interesante, además de poseer un guión que entre tortura y tortura es capaz de manejar el suspense con gran soltura y tensión, amén de una vuelta de tuerca casi en su tramo final realmente sorprendente y satisfactoria y un desenlace bestia que arrancará los aplausos de los más allegados a este tipo de productos.
Y es que a pesar de no ser una obra maestra ni ser catalogada como imprescindible, sigue siendo una perversa curiosidad proveniente de un cine diferente y nada convencional como es el oceánico que hará las delicias de los fans del gore y del suspense más salvaje.
·LO MEJOR: La vuelta de tuerca antes de su desenlace. La espeluznante Robin McLeavy.
·LO PEOR: La innecesaria y burda subtrama de los dos borrachos que solo sirve para rellenar minutos.
De las antípodas nos llega, bueno, es un decir, porque aún no sabemos si llegará a nuestras pantallas, una fresquísima película de género que como la mayoría del australiano de terror que vemos últimamente-Acolytes, Lake Mungo, Triangle, Wolf Creek- es más que estupenda. La típica historia de familia zumbada toma una vuelta de tuerca más y nos traslada a la fiesta de graduación de un instituto australiano a la que la protagonista, fantástica Jessica McNamee, terrorífica, se niega a ir sin la pareja elegida, un pobrecico muchacho marcado por la tragedia desde el minuto uno, que se convierte en un ecce homo en manos de la nena loca y el papi complaciente con instintos incestuosos.
Plagada de momentos inolvidables, con un toque a lo Aja en el gore ligerillo, si por algo destaca The loved ones es por el magnífico retrato de la locura y la recreación de ese universo insano en el que vive la prota.
Yo no me la perdería por nada del mundo y si no le casco el 10 que seguramente merece es por alguna salida de tono fuera de lugar y demasiado desagradable.
Lo mejor: Lo dicho, la prota, el ambiente familiar con ojos claros lobotomizada, la meada en el vaso, el drama por encima del terror…
Lo peor: Que no tenga la repercusión que merece.
El momento álbum infantil narrando el terror del pasado es soberbio.
Buena es decir muy poco…