The Iceman (El hombre de hielo)
Sinopsis de la película
Nueva Jersey, mediados de los 60. Richard Kuklinski, un hombre frío de origen polaco, lleva una doble vida: es a la vez un implacable asesino a sueldo de la mafia pero también un padre de familia casado con dos hijas.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Iceman
- Año: 2012
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
6.4
45 valoraciones en total
Una película ha de tener un elemento característico que la diferencie del resto, algo que no sólo le aporte una nota de distinción, sino que la haga única. Si la trama gira en torno a la mafia, dicho elemento tiene que ser considerablemente grande, para que la cinta no se ahogue en un mar de comparaciones con las obras maestras que el género ha dejado a lo largo de la historia. En este caso en concreto, esa particularidad, mide dos metros de altura y se llama Michael Shannon.
Un actor que ha ido forjándose un registro de maníaco que, posiblemente, le lleve a encasillarse en ese rol pero que, sin ningún tipo de duda, está y estará a la altura de los grandes villanos de todos los tiempos. Él mueve la cinta, él es quien dicta si tiene que avanzar más rápido, más lento o detenerse. En la sombra quedaron en esta ocasión dos pesos pesados de la interpretación, como son Ray Liotta y Winona Ryder. El cameo de James Franco resulta llamativo, pero por lo ajustado de su duración no pasa de anecdótico.
Biopic sobre uno de los mayores asesinos a sueldo freelance, contratado de forma esporádica por diferentes grupos mafiosos, entre ellos, la mayor de las cinco familias ítaloamericanas de Nueva York, Los Bonanno. Richard Kuklinski, un hombre cuyos métodos expeditivos le hicieron ganar fama rápidamente como sicario, responsable de un número aproximado de 200 asesinatos en sus 40 años de carrera criminal.
La atmósfera sombría creada por Vromen es efectiva en tanto que consigue introducirnos en ese peligroso mundo de los matones por encargo. La filmación en espacios interiores y reducidos, acentúa ese ambiente lúgubre que resta a la cinta esplendor y la deja desprovista del lujoso romanticismo siciliano al que estábamos acostumbrados en anteriores referencias a las Cosa Nostra. Una figura recortada en la sombra avanza hacia nosotros, un paso irregular, impreciso, balanceándose de un lado a otro como si le costara mantener el equilibro de esa impresionante altura que, a su vez, trata de disimular encorvándose un poco hacia delante. El hombre que aparece nos provoca un escalofrío mientras esboza una forzada mueca que, de forma muy segura, mantiene durante varios segundos, un gesto inexpresivo producto de muchas horas de ensayo frente al espejo, hasta que por fin da los buenos días. Entonces caemos en la cuenta de que el misterioso mohín era una sonrisa, la misma sonrisa tras la que ha conseguido ocultar a su familia, durante más de veinte años, su terrorífico empleo.
El título de la película hace referencia, no sólo al nombre con el que el esbirro fue apodado por la prensa en relación con su modus operandi, El hombre de hielo, sino también a la personalidad del mismo:
Ray Liotta, como Roy Demeo, saca de forma inesperada una pistola y apunta a la cabeza de Kuklinski, éste permanece impertérrito sin hacer un solo guiño, por lo que Demeo, dirigiéndose a sus compinches, dice:
– Este tío es frío como el hielo.
Ahora mirando directamente a Kuklinski añade,
– ¿Tienes novia o algo?
– Estoy casado
– ¿Entonces por qué actuás como si no te importara una mierda?
Una película que no hubiera pasado de ser una anécdota escabrosa más, de no ser por esa interpretación magistral de Shannon, comportándose como un bloque de hielo muy compacto que, a medida que se van sucediendo los acontecimientos, sentimos como va resquebrajándose, y esperamos con estupor el momento en el que termine por romperse en un violento estallido.
El precio de la entrada ha quedado sobradamente justificado.
Intrigante biopic sobre la figura de Richard Ritchie Kuklinski, al parecer uno de los mayores asesinos a sueldo de la historia de EEUU. Interpretado espléndidamente por Michael Shannon en un papel que lleva con maestría, y es que con la escena del coche entendemos el por qué del título de la película (sin spoilers, ya lo entenderéis).
En cuanto al resto del reparto, todos están muy bien en sus respectivos papeles: Winona Ryder, Ray Liotta (este hombre, al igual que Joe Pesci sabe desenvolverse muy bien en los roles mafiosos), David Schwimmer, Chris Evans (mi sorpresa de la película, no me esperaba que su papel fuera tan bueno, mis felicitaciones), e incluso hasta los cameos de James Franco y Stephen Dorff han sido agradables de ver, pero es que todos, absolutamente TODOS quedan eclipsados ante la omnipotencia de Shannon.
Una grata sorpresa cinematográfica. Nota final: 7,5.
Ariel Vromen elige el camino más adecuado para contarnos la historia de Richard Kuklinski. La sobriedad, el camino directo. Un hombre como otro cualquiera, con una familia que sacar adelante, dos hijas a las que adora. Con un trabajo, como la mayoría. La diferencia es la naturaleza de su trabajo, no aplicable a todos. Y Michael Shannon entrega una interpretación de antología como el asesino a sueldo y padre de familia que se ve forzado a poner en peligro todo lo que ama.
La puesta en pantalla es la de un biopic como otro cualquiera, con la excepción de que el magnetismo y la fuerza que Shannon imprime a su personaje, hacen que perdure en la memoria. El reparto se completa con Winona Ryder, en un trabajo correcto, un curioso cameo de James Franco, Chris Evans como compañero de trabajo y un Ray Liotta que nos termina de convencer de que lo suyo es esto de la mafia.
Durante los años que Kuklinski ejerció como asesino de la mafia y los diferentes encargos que tuvo que realizar para la misma, se intercalan situaciones de la vida privada del personaje. Shannon se adueña de la película en todo momento, demostrando que es uno de esos actores camaleónicos que tanto placer cinéfilo pueden aportar a los aficionados. La historia se cierra de forma redonda, relatando los hechos que acontecieron tras el final al personaje real.
Una cinta que pasaría sin pena ni gloria, a pesar de estar rodada con pulso, de no ser por la colosal interpretación que ofrece su personaje principal y los secundarios, que hacen en todo momento que el espectador quede pegado a la pantalla hasta ver los créditos. Muy recomendable.
Biopic de uno de los asesinos a sueldo más letales y efectivos de la historia, el mismo después de ser arrestado confeso haber matado más de 100 personas de diferentes formas y según el cliente lo requería, esto iba desde uso de armas de fuego, puñales, cianuro y roedores, en un impactante y recomendado documental de la HBO, Richard aclaro fríamente que lo único de lo que se sentía arrepentido es de haberle mentido a su familia, pero para el asesinar más que un trabajo, era una verdadera vocación, y disfrutaba de ella como tal . Ice Man logra por momentos crear interés desde esa perspectiva, pero la ligereza de la narrativa y el poco desarrollo del personaje no nos hace comprometernos por completo en la propuesta de Vromen, no es una película mala pero no es lo que esperábamos, si podemos destacar la actuación de Shanon que con solo una mirada inspira toda la maldad frialdad de sus acciones. Fuera de eso la emoción no es mucha, y a la narrativa le hace falta nervio, por eso hacer biopics es tan difícil, porque tienes una historia que hay que respetar y hay que hacerla atractiva visualmente, darle un estilo cinematográfico junto un narrativa que se sienta atractiva, en esto falla un poco Ice Man, porque si bien tenemos un personaje interesante, un actor en un gran nivel y una historia en principio atractiva el filme no desarrolla todo su potencial, a pesar de su buen trabajo en fotografía y alguna que otra secuencia. (Sobre todo la que comparte con James Franco). Para ver, nos deja interesados pero no satisfechos del todo, se siente que la historia (tal vez en otras manos de director) hubiera dado más.
Lo Bueno
Shanon, impecable actuación llena de fuerza y expresividad.
Una que otra secuencia que funciona como un producto aparte.
Apreciable fotografía
Lo malo
Desperdiciado potencial, de historia, actor y recursos, como dije no es un filme malo, pero carece de verdadera intensidad dramática, es algo que ya se ha visto mejor por ejemplo con Una Historia Violenta de Cronenberg.
La nostalgia sigue tirando y el ejemplo de esto es la (no tan nueva) ola de producciones cinematográficas que no se limitan a mirar al pasado, sino que se acogen a los códigos de antaño para construirse un futuro, de ahí esa corriente de cintas de género negro que remiten a los años 70 como escenario para hablarnos, en primera instancia, del crimen. Y en segunda -y más importante- de cómo éste afecta a las personas que los llevan a cabo. The Iceman no está al mejor nivel de la lista, que podrían comprender otras como Argo o American Gangster , pero es desde luego un exponente digno de ser reseñado.
El mayor problema de la cinta es, digámoslo claro, no ser una película de alguien importante. Si la hubieran firmado Martin Scorsese, Michael Mann, Brian de Palma o cualquiera de los artesanos de contrastada calidad de la vieja guardia de Hollywood que desarrollaron gran parte de su obra en los verdaderos años 70, podríamos hablar de algo verdaderamente grande. No es que The Iceman ofrezca poco, pero en unas manos más experimentadas podría haber sido más relevante, haberse puesto en el foco de los cinéfilos, algo que merece sobradamente gracias a la impagable interpretación principal del siempre sólido Michael Shannon, en el papel de un criminal de poca monta que comienza a trabajar para la mafia local al tiempo que ejecuta su rol como padre de familia.
Su interpretación es sobresaliente, contenida cuando debe y salvaje cuando se precisa, dando verdadero miedo (aunque esto no tiene mucho mérito, va de serie con el físico de Shannon) en ciertos momentos. Le secundan viejas estrellas como Ray Liotta, en uno de los pocos papeles que ha hecho recientemente en los que no fuerza su registro goodfellas, dando como resultando una de las típicas cintas basadas en hechos reales en las que -personalmente- no puedo poner la mano en el fuego a la hora de dilucidar si lo que se cuenta es real, pero desde luego no parece descabellado. Con una dirección un poco más personal, podríamos hablar de The Iceman como uno de estos thrillers impecables que de cuando en cuando salen de los márgenes de Hollywood. Es muy recomendable, aun así, aunque sólo sea por admirar al salvaje Michael Shannon.