The Gigantes

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1. *Unos cactus gigantes

   Al igual que el tamaño descomunal que llegan a alcanzar algunos cactus en zonas desérticas de México y Baja California, puede ser el agobio que suponen algunos problemas o encontrarle sentido a la vida.

   Esos cactus, llamados popularmente saguaros, forman parte del escenario natural de la mayoría de las secuencias en The Gigantes. Como si se trataran de otros personajes, silenciosos pero imprescindibles para el desarrollo de la trama, estos gigantes son los que le dan título a la película.

   También son gigantes sus dos protagonistas al enfrentarse a una serie de dificultades que se irán sucediendo durante el peculiar viaje que iniciarán juntas. La joven mexicana Andrea Sutton (Todas las pecas del mundo, Netflix) es una de ellas. Su sonrisa adorable junto a su asombrosa personalidad, la han convertido en una famosa Instagramer.

   Interpretando a una treintañera con muchos problemas económicos y de errores que quiere arreglar, Anna Layevska, es quien se pondrá en su piel. En la piel de una white trash, es decir una escoria blanca, así denominada a la clase social blanca, rural y pobre de la América profunda.

   Esta actriz, ucraniana de nacimiento, vive en México desde que tenía nueve años y su trayectoria artística la desarrolla allí. Toca el violín, guitarra y piano, además de hablar tres idiomas: inglés, español y ruso. Uno de sus numerosos trabajos fue junto a Óscar Jaenada en la película Cantinflas.

   *Viaje solo de ida

   Todos conocemos diferentes tipos de viajes, incluso también los motivos que pueden inducir a realizarlos.

   Los hay por placer, por el gusto de conocer nuevos paisajes, culturas y gentes. Por trabajo, desplazarse a diario desde el lugar de residencia e incluso a otras ciudades o países con mayores oportunidades. También los hay para salvar la vida, dejando lo poco o mucho que se tiene comenzando de nuevo.

   En The Gigantes se trata de un viaje iniciático a lo largo de un paisaje muy peculiar. El desierto representa la dureza de la vida, la hostilidad del medio para conseguir las metas deseadas. Milla tras milla se va conociendo a las dos protagonistas, tan diferentes y tan parecidas a la vez.

   La soledad de ambas, la necesidad de protección, de amor y comprensión las unirá durante unos días. Después de este viaje de ida, sus vidas no serán igual que antes, tomarán conciencia de ellas mismas para alcanzar la misión que cada una de ellas tiene.

   También sirve para conocer a otros personajes marginales, de los que nadie se quiere encontrar pero que son tan humanos y generosos como cualquier persona o incluso más. Es decir que no dudarán en ayudar dentro de sus posibilidades.

   *Conclusión

   The Gigantes es una bonita película, un perfecto retrato de personas que proceden de diferentes culturas y estatus, pero que llegan a conectar de una manera muy especial. Un canto a la libertad, a sentirse dueño de tu propia vida.

   Sus protagonistas muestran dos tipos de feminidad. Mediante un peculiar viaje por zonas desérticas irán formando una relación cada vez más empática y cercana. Ambas van en busca de sus sueños y se apoyarán una en la otra para ello.

   Escrito por Irene Abecia Navarro

2. Beatriz Sanchís realiza su segundo largometraje después de que en 2014 debutara con la ambiciosa Todos están muertos. En aquella, una cautivadora Elena Anaya llenaba la pantalla con su presencia y saber hacer. En The Gigantes, serán Ana Layevska y Andrea Sutton quienes consigan dar vida a una treintañera y a una adolescente que también cautivan y enganchan durante toda la película.

   La directora propone una road movie, un viaje de búsqueda pero también en el caso de la adulta de una huida hacia adelante en una vida que pretende encauzar con un antiguo ex. La jovencita, a pesar de su estatus social acomodado, también arrastra heridas de vida evidentes. Sin embargo, no estamos ante un feel good en que podamos empatizar con ambas, más bien todo lo contrario. El retrato no será complaciente aunque poco a poco se puedan entender las razones de una y de otra. Además ha sabido captar el proceso de reconocimiento entre ellas y de autoconocimiento personal con mucho detalle y esto hay que remarcarlo. Numerosas emociones afloran a lo largo del trayecto y los vínculos de protección funcionan en las dos direcciones. Las dos actrices consiguen mucha verdad con sus interpretaciones y cuentan experiencias vitales de lo que supone a dos mujeres realizar un viaje por una zona desértica con escasos recursos y en frontera hostil.

   También destacar la capacidad de Beatriz Sanchís para introducirse en la realidad de personas un tanto outsaider que buscan las razones para arraigar en una vida que no se lo pone fácil y a la vez para establecer vínculos cuando tan difícil les resulta. Además lo hace sin complacer con una perspectiva atada a lo real eliminando capas y centrándose en lo que quiere contar con mucho mimo.

   Destaca una fotografía luminosa en exteriores donde tanto los cuerpos como la naturaleza adquieren un protagonismo especial. Los cáctus gigantes dan nombre a la película y se convierten en imprescindibles en un guión medido para ir transitando por una variedad amplia de emociones. Está ambientada en EEUU y en México, en territorio de frontera como la jovencita de origen mexicano que tiene sus conexiones vitales a ambos lados de la misma. Un cine que conecta espacios pero que también descubre otros que están fuera del mundo como el de un grupo de personas que vive en un territorio un tanto al margen de la sociedad y que pone el acento en el desarraigo y desolación que quiere hacer sentir.

   En definitiva, muy recomendable, engancha y muestra una mirada contemporánea que es difícil de encontrar en el cine. Así que deseando que llegue su tercera película pronto bien sea producida en México o en entornos más cercanos. http://www.cineparatodas.wordpress.com