The Gardener
Sinopsis de la película
Un director de cine iraní y su hijo viajan a Israel para investigar una religión mundial con cerca de 7 millones de seguidores, que se originó en Irán hace 170 años. Jóvenes de todas partes del mundo vienen a Haifa, el centro de esta religión, para servir. Aquellos que sirven en los jardines que rodean el santuario desarrollan actitudes amantes de la paz a través de su interacción con la naturaleza.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Gardener
- Año: 2012
- Duración: 87
Opciones de descarga disponibles
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Las hojas de los árboles crecen juntas, no compiten entre ellas y se dirigen al sol.
El árbol se toma su tiempo para dar frutos y con él tenemos paciencia.
Pueden matarte en cualquier momento, pero no podrán parar la emancipación de la mujer.
Las religiones hablan de moralidad y promueven la opresión.
Si la religión se vuelve causa de guerra, mejor es que no tengas religión.
De este estilo, es el caudal de ideas que fluye en este filme experimental que, el director iraní, Mohsen Makhmalbaf (El ciclista, Kandahar …) ha realizado en compañía de su hijo Maysam, con quien juega al rodaje exploratorio entre lo que ofrece un lujoso jardín en Israel, la gente que por ahí transita, y el jardinero que pareciera tener todo un encuentro espiritual mientras arregla aquellas relucientes flores.
Entre los personajes que pasarán por la cámara: El director Makhmalbaf, su hijo Maysamm, el jardinero Ririva Eona Mabi, una encantadora maestra de niños (Paula Asadi) y otros, irá teniendo lugar una interesante serie de reflexiones sobre la relación de la naturaleza con el hombre, el negativo papel de las religiones, el valor de la tecnología… mientras que de una religión, el bahaísmo, se habla bastante porque se dice que asume todo lo bueno que hay en las otras grandes religiones, descartando toda incitación a la violencia y a la división. Esta religión, prohibida por largos años en Irán por considerarla, absurdamente, ‘enemiga de Dios, la religión y el Estado’, cobra cada vez más fuerza, y hasta el agnóstico director iraní, le abre una puerta a su difusión.
Sencillo y rodado posiblemente en un solo día, este pequeño filme posee más significado que decenas o quizás cientos de películas que han costado millonadas, y muchas de las cosas que el director capta, ameritan más de una reflexión, porque apuntan al ser y a la conexión del hombre con la naturaleza.
Nos quedan varias preguntas que cada quien debería responder:
¿Qué porcentaje de la violencia actual del mundo puede atribuirse a las religiones?
¿Quiénes pelean más, los que tienen religión o los que no la tienen?
¿Se puede ser bueno y no profesar ninguna religión?
¿Profesar una religión es garantía de la dignidad del hombre?
Termino con una frase de `Abdu’l Bahá:
Una religión que no sea causa de amor y de unidad, no es una religión.