The DUFF
Sinopsis de la película
Bianca (Mae Whitman) no se considera la más guapa del instituto, pero sí demasiado lista para dejarse engañar por el atractivo y mujeriego Wesley Rush (Robbie Amell). Por eso, cuando Wesley la llama Duff (apodo para referirse despectivamente a la chica menos agraciada y más rellenita de un grupo de amigas: Designated Ugly Fat Friend), lo último que ella espera es acabar teniendo algo con él.
Detalles de la película
- Titulo Original: The DUFF aka
- Año: 2015
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.2
78 valoraciones en total
No ha sido tan mal valorada en esta página, como cabría esperar. Pienso que es una perdida de tiempo por la falta de profundidad, las obviedades en las que se apoya, y la mala gestión de emociones sinceras.
Estaba colgada en Youtube y le eché una hojeada esta mañana de festivo, con las cejas arqueadas, no por desprecio, sino por lo poco que contaba… Es muy generoso por parte de quienes le han dado un elevado voto, creo que algunos de nosotros ya hemos tirado la toalla, pues hace tiempo que dejamos de creer en los siete enanitos. Este año solo se pueden reunir por Navidad 6. Uno tendrá que quedarse fuera.
Hay actores/actrices que, sencillamente, tienen el don de poder cargarse una historia a hombros y darle alas.
Este es el caso de Mae Withman en The DUFF.
Si no fuera por ella, sus constantes salidas de tono, su valentía en muchas secuencias y su probable improvisación en más de una probablemente esta sería una comedia de instituto del montón.
Gracias a ella, consigue convertirse en una interesante reflexión sobre los roles sociales impuestos en el instituto, aunque lo más importante siga siendo atar en corto al buenorro, claro.
Un pequeño detalle: por una vez, la cosa no va de ser popular, sino de demostrarse a si mismo que ni hace falta serlo, ni hace falta etiquetarse de esa manera.
Sorprendente, cuanto menos.
The DUFF, como buena película de reina del baile de fin de curso, se convierte en un festival de chicas jóvenes y extraordinariamente atractivas. Curiosamente, sólo Bella Thorne tiene 18 años. El resto hace varios años que dejaron el instituto…
No sabía que DUFF era el acrónimo de Designated Ugly Fat Friend, la amiga fea que te hace ver a las otras chicas del grupo más bonitas. Tantos años conociendo la cerveza de los Simpsons, y sin conocer que ironizaban con que sirve para ver a los demás más guapos.
Como comedia romántica para adolescentes que es, no tiene más profundidad que contar una historia del primer amor, en el entorno de un instituto dividido en grupos (atletas, animadoras, empollones, etc.), y para de contar. Visto mil veces ya y con un final previsible en grado sumo. Sin embargo, el guión está lleno de gags divertidos y adaptado a las nuevas tecnologías.
Es una tontería para pasar el rato, sin grandes pretensiones.
¿Quieres volver al instituto?, ¿a esa época dorada de tormento y felicidad discontinua?, ¿a recordar quién eras tú?, ¿cuál era tu porte en él?, ¿a ese lugar fantástico que se guarda en la memoria o experiencia apestosa que mejor olvidar?, ¿eres de los que se divirtieron, pasaron de fábula o simplemente pasaste por ello para nunca más volver, no gracias?
La industria norteamericana especialista en este tipo de filmes, recrear el ambiente subliminal de diversidad feliz y aterradora, angustiosa mezcla de júbilo y malestar por el cual se accede a la madurez y la personalidad propias si eres de las raras, inteligente, con sesera e individualidad propia, o seguir con la ceguera de la tontería y banalidad si aspiras a ser la reina del baile y futura estrella de la red porque la televisión, al lado de internet, se ha quedado escasa y coja.
Chico 10, guapo, con cuerpo de escándalo, siempre capitán de fútbol, por supuesto, cortito para los estudios que tropieza con esa extraña chica de clase, vecina de la infancia, amiga a negar en público más una necesidad mutua de ayuda desesperada y ¡tachán!, la transformación da a lugar, ella sabe explotar su belleza física, que se ratifica con su firme y atractiva personalidad, y el resulta tener cerebro, sensibilidad y buen gusto para distinguir a la falsa muñeca de portada de facebook -las revistas ya no juegan en primera división- de la auténtica joya que le quiere como es, que le valora y respeta sin reservas, a su lado siempre fiel.
Y la magia surge, la química explota, se encuentran, enamoran y la fea consigue al guapo, la cool queda sola y rabiosa y, por demás, tenemos discurso moral sobre ser tu misma y no renunciar a tus gustos y carácter todo envuelto en papel de regalo jovial, dinámico y dicharachero que pasa por sus etapas de negación, golpeo, ira, reacción, esperanza y fortuna, aceptación de tu etiqueta y papel en ese pequeño submundo que lleva a la vida real más la oportuna compensación que se le añade.
Dieciséis velas para los más antiguos, Diez razones para odiarte para los de medio camino, para los más recientes cualquier serie, blog, sketch o película al uso les vale, la adolescencia, sus traumas, sonrisas, vaivenes, éxitos y fracasos, amores y decepciones acá desde el punto de vista de una duff , amiga accesible, fea, singular, desaborida, sin interés alguno excepto como apertura a las amigas estupendas, sexys y de moda que conoce, comodín para acceder a zona vip donde sólo juegan los mejores, el retrato de una realidad cinematográfica de obvio recorrido, papeles clásicos, escenas esperadas y final sin problemas después de un inicio y tránsito como cabe esperar en dicho espectáculo.
A pesar de su simpleza y falta de originalidad y ocurrencia a destacar sobre las muchas hermanas que cuentan lo mismo en igual orden es simpática, llevadera y ligera, frescura de una heroína, Mae Whitman, que se desenvuelve con gracia, salero y esmero y un guión que, sabiendo que lo que narra es menudencia mil veces vista, le aporta un ritmo locuaz de personajes bien definidos, sin caer en la soporífera saciedad y dejando sitio para la gratitud y armonía de recrear una obra de pasos nimios y consabidos y, aún con todo, ofrecer un consumo sugerente, ameno y apreciado.
La fábula de cinicienta a la peor edad, a esa línea peligrosa de rozar la mayoría, con la dureza de las clases, la crueldad de los estudiantes, la perversidad del móvil y la víbora micro-sociedad que gira en torno a ella, con su príncipe, su malvada y el beso final de cuento, moraleja y a dormir que hay que soñar con ellos y con esa belleza eterna y magnífica en la que los ruines pagan, los puros de corazón consiguen al guaperas de turno y la admiración de todos es para quien se siente orgullosa de ser diferente y única.
Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde, como todos los jóvenes yo vine a llevarme la vida por delante, dejar huella quería, marcharme entre aplausos, envejecer, morir eran tan sólo las dimensiones del teatro… , aprovecha esta oportunidad de volver atrás, a la juventud ya ida de una adolescencia loca, se la que conquista al chico, la que desbanca con su inteligencia a la más guapa, la que por simpatía tiene las mejores amigas, la que deja huella por su fuerza y valentía, la que cambia y progresa por ser mejor persona y, en definitiva, se la que se lleva los mérito y los aplausos, la gran protagonista de tu propia ensoñación…, es fácil cómodo y no demanda demasiado, exigencia leve de sabor grato que solicita mínima atención de regreso a esa época juvenil donde las inseguridades, miedos y lágrimas se convierten en sonrisa, osadía y voluntad de seguir adelante porque ya sabes donde vas o, al menos ¡eso crees pensar!
¿No vas a por la corona? Uummm…, ¡mejor voy a por la chica! , no hay mucho magnetismo, ni excesiva picardía, su entusiasmo despierta lo justo y su estilo es moderado pero ¿qué más da?
Para ilusionistas de que todo puede pasar, para creyentes de que la justicia se acaba imponiendo, para soñadores de ese glorioso final feliz recordado…, para quien quiera volver a ser joven de nuevo, una y ¡otra vez!
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Estúpida comedieta romántica pubescente absolutamente edulcorada y al margen de cualquier transgresion propia de la edad de los personajes. Parece rodada para un público infantil aún más pueril que el de Walt Disney, si cabe. Pero lo más grave es que pretende ofrecer el encanto de una historia pedagógica para aquellos espectadores vírgenes y llenos de granos que creen que jamás molarán (los llamados DUFF, acronimo de chica fea y gorda a la que nadie toma en serio, pero que sirve de enlace hacia sus amigas buenorras … O algo así. ¿Y qué ocurre después? Lo típico: el patito feo se convierte en un cisne, y el malote cae rendido ante el adefesio mutado. Es absurdo que una pandilla de quinceañeros con las hormonas revoloteando parezcan aquí meros maniquíes asexuados e inodoros.