The Affair (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2014-2019). 5 temporadas. 53 episodios. Noah (Dominic West) es escritor y profesor de instituto, está casado con Helen (Maura Tierney) y es padre de cuatro hijos. Durante un verano de vacaciones en Montauk conoce a Allison (Ruth Wilson), una mujer que intenta recomponer su vida tras haber sufrido una tragedia. Al instante se siente atraído por ella, y ambos comienzan una aventura extramatrimonial. The Affair cuenta cómo afecta a una relación sentimental el hecho de que uno de ellos haya sido infiel. Muestra dos versiones de la misma trama por separado, una desde el punto de vista masculino y otra desde el femenino.
La 5ª temporada (y última): fecha de estreno 26 de agosto 2019.
Parte de la acción de la 5T tendrá lugar varias décadas después de la temporada 4ª, con Anna Paquin como protagonista en el personaje adulto de Joanie Lockhart, hija de Alison y Cole, que intenta averiguar qué le sucedió a su madre.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Affair (TV Series)
- Año: 2014
- Duración: 50
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Opinión de la crítica
7.1
92 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Abigail Dylan Harrison
- Adam Shapiro
- Ajna Jai
- Anna Paquin
- Brendan Fraser
- Brooke Lyons
- Catalina Sandino Moreno
- Christopher Meyer
- Claes Bang
- Colin Donnell
- Danny Fischer
- Danny Mastrogiorgio
- Darren Goldstein
- Deirdre OConnell
- Dominic West
- Elizabeth Stanley
- Emily Browning
- Irène Jacob
- Jadon Sand
- Jake Richard Siciliano
- Jennifer Esposito
- Joanna Gleason
- John Doman
- Jonathan Cake
- Josh Stamberg
- Joshua Jackson
- Julia Goldani Telles
- Karina Logue
- Kathleen Chalfant
- Leya Catlett
- Mare Winningham
- Mark Margolis
- Maura Tierney
- Max Fowler
- Michael Godere
- Michael Gross
- Michael Pemberton
- Nick Fondulis
- Nicolette Robinson
- Omar Metwally
- Peter Friedman
- Reagan Grella
- Rebecca Rittenhouse
- René Ifrah
- Richard Schiff
- Ruth Wilson
- Sanaa Lathan
- Stephen Kunken
- Teresa Yenque
- Victor Williams
- Zenobia Shroff
PARTE 1. MANUAL PRACTICO PARA PILLAR A LAS ADULTERAS: ALISON
Si tienes duda sobre la fidelidad de tu mujer haz lo que recomienda John LeFevre en su libro Directo al infierno : manda un ramo de flores sin tarjeta a tu esposa. Si por la noche cuando llegas a casa, no te dice nada…tienes un problema . Si esa mujer se llama Alison, tienes 2 problemas, pues nunca vas a dudar de alguien aparentemente tímida, que intenta pasar desapercibida, que suele responder con monosílabos a las preguntas, que te mira penetrantemente, sonríe y se ruboriza. Nada que ver con la mujer resuelta y magnética que procede cuando le apetece acostarse con un hombre. Toma la iniciativa, ordena el lugar, el momento y te desarma. Le gusta jugar, probar cosas nuevas , el placer del riesgo. Nada es comparable a la adrenalina de echar un polvo fuera de casa y que no te descubra tu marido a la vuelta. Es apetecible y muy buena en la cama. Da igual el sitio, no es exquisita, prefiere la variedad a la seguridad, prefiere el suelo a la sábana. Sabes que siempre oculta algo, pero es difícil pillarla en un arrenuncio, y cuando se equivoca niega la evidencia o te monta un follón por desconfiar de su palabra. Jamás es su palabra favorita. Sin embargo no está bien, vive en una permanente montaña rusa, nadie es capaz de mantener tres relaciones a la vez. Su móvil sabes que existe pero nunca recibe ni mensajes ni llamadas, nunca lo deja en lugar visible, a menudo está en silencio y cuando se lo pides con cualquier excusa, no te va a dejar saber el pin pues considera que estás invadiendo su intimidad, suelta el discurso de el teléfono es algo muy personal y el de no tengo por qué darte explicaciones de mi vida . Muchas veces le llamas y no le coge, en su whatsapp no ves la última conexión y tiene line aunque dice no saber manejar nada. Su coartada son unos estudios que nunca va a terminar, una amiga fiel que le cubre las espaldas y ser camarera a tiempo parcial con horarios a la carta. Solo aspira a pasarlo bien con los tíos hasta que conoció a Noah, un hombre distinto y aunque no quiere creérselo está celosa de su mujer y se ha enamorado.
PARTE 2 MANUEL PRACTICO PARA NO PILLAR A LOS ADULTEROS. NOAH.
Un adultero que se precie debe de poder olvidar su teléfono cargando la batería y estar tranquilo en el trabajo, pues sabe que por mucho que su mujer le espíe y abra todas las aplicaciones nunca encontrará nada. El método del segundo teléfono con tarjeta de prepago ya pasó a mejor vida, con lo cual la mejor manera es comunicarse por mail a través del teléfono sin dejar la contraseña grabada: discreto, limpio y seguro. Por otro lado, debes dejar claro a tu concubina que no la vas a poder regalar nada para que te lleve consigo , ni ese perfume penetrante que te recuerda a ella, ni esa lencería fina que jamás te hubieras gastado con tu mujer y mucho menos, un collar, pendientes, pulsera, reloj o gafas de sol, que aparte de dejar rastro con la tarjeta, ningún marido por torpe que sea, va a creerse que lo ha comprado ella. Aficiónate a la natación, te permitirá tener una excusa perfecta para escaparte a la hora que te apetezca primero y ducharte después, pues las mujeres detectan al instante el olor de otras hembras en la piel de sus esposos. No caigas en la tentación de quedar para tomar café, ni encontrarte casualmente en la puerta de concurridos centros comerciales y mucho menos la lleves a tu casa aunque estés seguro que no va a venir tu mujer: En un pueblo siempre hay alguien que os está mirando y tal vez tu amante cometa el error de gastar todo el champú queriendo. Además los nervios te harán quedar en ridículo y se sobreentiende que los amantes son mejores que los maridos practicando el noble arte del sexo compartido. Llámala siempre desde el fijo del trabajo y queda con ella entre semana ¿quién va a pensar que tienes un affaire un martes a las 10 de la mañana?. Nunca le presentes a tu mujer por mucho que insista y mucho menos que sean amigas y sobre todo, ante todo y por encima de todo, cuando empiecen las sospechas niégalo todo por defecto, niégalo por sistema, niégalo siempre y en cualquier circunstancia, pues si piensas que decir la verdad va a servir de algo, eres todavía más idiota de lo que aparentas.
Así sea literatura, cine, televisión, o a nivel coloquial, cuando una historia está bien relatada, no depende de su contexto.
Porque de lo que aquí se trata, no es exclusivamente de un drama burgués fronterizo con la tragedia, si no de una compleja trama de involucramiento humano de dimensión universal. De alturas y miserias, individuales y colectivas. Y dado que nadie se salva de vivir , el entorno en el que se desarrolla esta magnífica serie podría ser tanto el que es, como cualquier otro.
Sin embargo, habiendo tenido oportunidad de atravesar experiencias personales en el lugar en que está situada la historia – lo cual quizás haya acrecentado mi interés -, es oportuno refrescar a la memoria cinéfila que esa zona de Long Island (N.Y.), de grandes contrastes climáticos – muy calurosa en verano y gélida en invierno, siempre ventosa por dar la cara al mar -, también es en la que se han situado algunas películas y series de gran repercusión, como p.e. Verano del 42 Nuestros Años Felices y la vigente (aunque menos relevante) serie Revenge , todas en las cuales se exhibe el perfil del alto medio social que la habita y visita.
En ella está Fire Island -emblemática playa nudista y gay- y más allá Marthas Vineyard, tradicional refugio veraniego de la famosa región WASP (white-anglo saxon-protestant) estadounidense que inmortalizara en algunas canciones el gran dúo setentista Carly Simon y James Taylor, otrora un matrimonio artístico y formal. Y esto explica, entre otras cosas, la presentación de cada episodio, musicalizada con un extraordinario tema llamado Container , aún no incluido en ningún cd de la gran cantante norteamericana Fiona Apple, digna heredera de Joni Mitchell.
Pero aún con ello, creo que de no haber sido así el suspenso incesante que nos entrega la estética con que es presentada la historia, causaría intenso efecto, haya uno estado en la zona o no, aunque el conocimiento del medio social coadyuve a comprender mejor la idiosincracia de los personajes.
Comparativamente, ubico a The Affair (palabra difícil de traducir al español) entre lo mejor que he visto en este formato, con el agregado de ser un producto tan sutilmente elaborado que fluctúa permanentemente – y con solvencia – entre diversos géneros. Hay de todo: amores, desamores, pasiones, odios, indiferencias, empatía, desentendimiento, cuestiones de familia, de pareja, íntimas, inter generacionales, sociales, económicos, de intriga policial, toques de humor, etc. Y todo ello resuelto mediante una cinematografía experta que se potencia con actuaciones de altísimo nivel.
Tan así es que si por casualidad el tema no fuera de nuestro interés, igualmente vale la pena no perderse la descollante actuación de Ruth Wilson, emulando – o tal vez superando – la cima alcanzada en Luther . Para mi, estamos ante la presencia de una nueva Meryl Streep.
En síntesis: vista ya completa la soberbia primera temporada (2014) – que recomiendo calurosamente -, esperamos la segunda.
Recuerdo que hace muchos años leí una reflexión que desde entonces me ha acompañado y me ha ayudado a tomar decisiones en los momentos difíciles de la vida. El texto señalaba que cuando las personas están en su lecho de muerte, no se acuerdan de sus logros profesionales, o de sus bienes materiales, o sus éxitos sociales. No, cuando la gente está cerca de la muerte en lo único que piensa es en aquellos a los que ha amado, o en los que les han amado a ellos. Éste es el tipo de pensamiento, en el que si meditas un poco, te cambia completamente la vida…
Bueno, pues de eso va esta serie. Va de maridos, esposas y amantes. Va de lo complicadas, retorcidas, impredecibles y dolorosas que son las relaciones interpersonales y, sin embargo, de lo imposible que es escapar a ellas, vivir sin ellas, pues son, sin lugar a dudas, lo más importante de la vida. Son aquello que nos define y nos completa, aquello que nos desgarra o nos hace volar por encima de la vulgaridad cotidiana, aquello que nos hace humanos en el más hermoso y complejo sentido de la palabra.
Esta serie es una delicia para los sentidos y la inteligencia. Se nota que uno de sus guionistas es el creador de la serie En Terapia, pues comparte con ésta el gusto por no quedarse en la superficie, por dedicar tiempo (todo el que haga falta) en hablar de las relaciones entre las personas, por poner el foco en ello y no dejar caer el peso de la serie en intrigas vacuas o escenas de acción estúpidas. No, ésta es una serie que habla de Personas escrita por y para Personas. Muchas escenas me han recordado, salvando las distancias de época y geografía, a Escenas de un Matrimonio de Bergman, y también a las mejores películas serias de Woody Allen. Sí, éste es el nivel de la serie, nada menos. Y la guinda del pastel la ponen la pareja protagonista, con una química y un saber hacer que logran que cada escena entre ellos suene verdadera, que cada diálogo, cada mirada, cada caricia, cada beso parezcan reales y entiendes que este hombre felizmente casado con una mujer maravillosa -muy buena su interpretación también- decida aventurarse y tener un affaire con esta chica sensual y de mirada dulce, que esconde un terrible dolor de su pasado que necesita exorcizar de algún modo… Ya no cuento más. Me dejo muchas cosas, muchas escenas de sexo que parecen de amor verdadero, muchas miradas que encierran mundos en ellas, muchos silencios conmovedores, en fin, retazos de vida de esos que rara vez es capaz de captar la pantalla en toda su complejidad y que aquí lo consiguen estos actores en cada capítulo.
Desde que cumplí hace no tanto los 50 años casi todo me aburre y me provoca indiferencia. Sólo decir que esta serie ha conseguido conmoverme y devolverme a la vida por unas horas cada noche. Ojalá no sea el único que piensa así.
Parte Uno: Noah.
Luna oculta, brisa marina y olor a sexo impregnado en mi piel. ¿Cómo escapar de ti, dulce Alison? Si sólo al escuchar el leve sonido de la voz de Fiona Apple, interpretando ‘Container’, cubro con espuma tu recuerdo. Insisto, aléjate o Peter Pan nunca crecerá.
Ansío desplazar mis manos por tu ingle sonrosada y notarte húmeda. Pero a su vez quiero vivir atado a mi esposa, a la fauna de crios que me rodean, ¡a la vida estable que poseo! Maldigo tu existencia.
¿Serás la musa que necesito para proseguir con mi segunda novela? Siendo así este profesor será alumno, para aprender de tus enseñanzas y esconderme bajo tu blusa. Sentirme deseado, anclado entre tus piernas.
Mas en un interrogatorio pasional prosigue el secreto oculto que no debemos desvelar. Sin preámbulos, hincapié en nuestra tórrida y erótica historia de amor.
Parte Dos: Alison.
Buscando apoyo en J.M. Barrie, perdiéndome en su lectura, persigo al hombre que deposite en mí su placer. Madre huérfana de hijo, miedos adoptados sin remedio. En arreglo tu mirada me hace grande y te pido con ambición de rodillas: ¡jódeme fuerte!
¿Qué hice para que el capitán me aterrorizara con su garfio?, ¿cuáles fueron mis mal pasos? Sirvo comidas y cafés, mientras oculto con ahínco las emociones que albergan mi ser. Querido Noah, padezco de hipocresía, eres marido pero he de atar tu arca.
Producto del vano apoyo del que era mi mejor amigo, perdida la ilusión de vivir. Utopía que no llega y su masturbación me deja vacía, siento la necesidad de tu nueva compañía.
Cuestiones se repiten implicándonos en un crimen pasional, nuestra relación extramarital, la causa y efecto de un misterio velado por las olas del océano…
Parte Tres: Crítica.
Jugar en aventurado terreno hace que uno se exponga a las miradas de terceros. No son Noah o Alison, mágnificos West y Wilson, de quienes hablo. Sino más bien de los inventores de uno de los prodigios de esta temporada que acaba.
Con especial énfasis en la inusitada belleza de sus imágenes, que traen consigo las mejores secuencias de sexo rodadas este año.
Cuando creíamos que True Detective iba a ser la única sorpresa televisiva llega algo insólito, diferente y primitivo. Nuevo poema a la vulnerabilidad del ser humano.
El nuevo estreno de Showtime, un relato análogo desde diferentes ejes. Y la premisa más original del 2014, cuyo título responde por The Affair.
The Affair es una de las series revelaciones del año. No posee una fachada de exagerada grandilocuencia, pero es una serie de gran calibre. Es un producto que apunta a la madurez, a lo adulto, a lo complejo del deseo, a las mentiras de las verdades y los puntos de vista, a las verdades del amor, la traición y el dolor. The Affair abarca el placer culpable del adulterio, la desdicha de las decadencias personales y la tristeza de un par de personajes como Noah y Allison -impresionantes y contenidas interpretaciones de Dominic West y Ruth Wilson- que parecen ahogarse y deambular perdidos en un mundo demasiado apretado.
En la serie, cada detalle importa. Y no estoy hablando de los detalles de la investigación policial que gira en torno a la trama -recurso que por cierto, es sobresaliente en cuanto a la intriga y la duda que genera en el espectador-. No. Estoy hablando de que una mirada, un roce o un simple pensamiento contienen una carga emocional tan importante como los diálogos de los personajes. Los puntos de vista de Noah y Allison, a veces equidistan y a veces se contrarían, pero siempre dejan ver ese manto implacable de las relaciones humanas, que involucran frustración, deseo y esperanza.
Con The Affair, la cadena Showtime se ha jugado con una serie que apunta a lo psicológico y lo emocional, en donde a cada capítulo no solo avanza el misterio policial, sino que también crece y crece ese gran mar de mentiras y verdades, de sueños y desesperanzas, que todo ser humano alguna vez tuvo, afectado por sus ilusiones y contradicciones en medio a lo turbio del deseo y lo prohibido. Una serie notable.