Texasville
Sinopsis de la película
En un pueblo de Texas todos se preparan para celebrar el centenario de la fundación de la población. Es también el momento para recordar el pasado de Duane y Jacy. Secuela de La última película .
Detalles de la película
- Titulo Original: Texasville
- Año: 1990
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
5.9
66 valoraciones en total
Esta película no tiene los tres parámetros típicos de toda historia dramática, esto es, presentación, nudo y desenlace. Sino que durante las dos horas largas de su metraje se limita a hacernos una presentación pelmaza de los habitantes anodinos y estrafalarios de un pueblo texano.
Siempre estás esperando que ocurra algo especial, pero nunca llega a ocurrir nada distinto a lo que ya has visto. Y lo que has visto es que en Texas están todos como una cabra, disparan con pistolas y rifles a todas horas y en cualquier sitio, y que todos son promiscuos liándose unos con otros dentro de la misma familia y de la de los vecinos como si tal cosa.
En cuanto a los actores no es que sean malos, sino que se pasan también las dos horas poniendo las mismas caras y los mismo gestos en todas las escenas.
The last picture show es una película de una especial belleza, con unos personajes entrañables. Esta pretende contarnos lo que fue de aquellos chiquillos cuando se hicieron cuarentones y lo consigue a medias. Para empezar, falta el glamour da la primera parte. Será la cosa del blanco y negro. Luego nos encontramos con unos cuarentones/as que siguen acostándose entre sí, como de jóvenes, pero sin la gracia de entonces. La primera parte de la película me ha parecido un barullo de personajes llorones y gritones, con escenas de comedia frívola sin mucha gracia. A medida que la historia va transcurriendo, la cosa gana en pulso narrativo y los comportamientos de los personajes ganan en profundidad. Algo que desconcierta es que el protagonismo pase totalmente de Sonny (Timothy Bottoms), ese chico perdedor pero con tanto encanto, a su amigo el exitoso Duane (Jeff Bridges) que en la primera película quedaba en segundo término. Sonny a acabado desequilibrado y Duane sigue siendo el don Juan de siempre. Aparece Jacy, tras años de ausencia y tocada por la muerte de un hijo, y surge el recuerdo de su amor a la vez que hay una estrecha relación entre antigua novia y esposa actual. Esa parte es la más lograda. De fondo está una celebración del Centenario , con desfiles de caw-boys y demás al más puro estilo del Berlanga de Mr. Marshall. No recomendada para quien no haya visto la primera.
El colegio, el despertar sexual, el primer romance, los grandes amigos que fallecieron y que se recordarán siempre… todo eso ha quedado atrás, y tras haber transcurrido treinta años, cuando ya del Teatro Royal, el billar y el restaurante, no queda más que su sombra, porque han dado paso a la transformación y al progreso que llegan con los años, y cuando ya las canas brillan en las cabezas de aquellos que se conocieron en los años 1950, Duane, Sonny, Ruth, Lester… vuelven a reencontrarse con Jacy Farrow, la linda rubia que, alejada por su padres, se había ido lejos y que, ahora, con menos tersura en la piel y la huella de grandes pesares en el alma, vuelve para recordar los gratos y tristes momentos vividos con aquellos que significaron tanto en su vida. La amistad continúa… ¿pero que es de ellos ahora y que será de aquí en adelante?
La última película, no fue la última película así como la última moda nunca es la última moda. En 1990, al director Peter Bogdanovich, se le vino a la mente que, de la novela de Larry McMurtry, todavía quedaba parte de la historia sin contar y que, siendo factible acceder a los principales actores que protagonizaron aquel exitoso filme que lo encumbrara años atrás, podía resultar bien interesante volver a reunirlos con sus reales cambios físicos para continuar el relato de sus vidas.
De esta manera, TEXASVILLE reemprende las vivencias de aquella gente del común del que podría ser un pueblo cualquiera, y su apreciación queda estrechamente ligada al visionado de la primera parte de la historia, so pena de no comprender y de, quizás, no conseguir compenetrarse con lo que ahora pasa por la mente de sus personajes.
El resultado no logra la inspiración profunda que consiguió Bogdanovich con La última película, pero no obstante, consigue que queramos seguir a aquellos comunes pero simpáticos seres, que, como casi todo el mundo, luchan por la estabilidad económica, anhelan tener sexo, lidian con la familia… y trasiegan cada día lo mejor que se pueda. Y entre estas cotidianidades, también brilla la amistad y la dulce añoranza se reaviva en sus pensamientos, el amor pugna por seguir su cauce entre aquellos todavía palpitantes corazones, y la solidaridad está siempre dispuesta a aflorar cuando el amigo o la amiga la requieran.
Ese regreso de Jacy Farrow a Texasville, abrirá una nueva puerta para el reencuentro de viejos amigos, que, aunque aún siguen siendo vidas que se llevará el viento, en el corazón de alguien muy cercano quedarán guardados para siempre.
Jeff Bridges, Cybill Shepherd, Cloris Leachman, Timothy Bottoms, junto a los nuevos intérpretes y nueva generación: Annie Potts como la consecuente Karla, William McNamara, el irrefrenable Dicki y Su Hyatt, la coqueta Suzie Nolan, traerán otro aire a las ahora más largas y transitadas calles de Texasville.
Han pasado veinte años y el regreso al pueblo de Jacy, acentúa los problemas emocionales de Duanne. Ella pasó este tiempo en Italia y tuvo una famillia probablemente estable por lo que podemos deducir. Él, a pesar de haber creado una fortuna, tiene una familia totalmente disfuncional y se desmorona igual que su economia. No le salió mal la jugada a Bogdanovich, infinidad de veces, al terminar una película hemos jugado con la mente en deducir que les devino el futuro a esos personajes con los que nos encariñamos. La película es interesante, Jeff Bridges está genial, la ambientación de ésa América dejada de la mano de Dios es simpática, la música ya no es Hank Williams y los vecinos de Texasville han enloquecido pero no alcanza las cuotas de su predecesora y quizás peca en el metraje, a los veinte minutos ya sabemos que fue de cada uno de los personajes