Testamento de juventud
Sinopsis de la película
Una mujer británica recuerda su juventud durante la Primera Guerra Mundial en este relato autobiográfico de Vera Brittain, ambientado entre 1913 y 1925, ya adaptado para la televisión por la BBC en los años setenta. Justo tras el estallido de la I Guerra Mundial, la joven Vera duda entre sus estudios en Oxford o convertirse en enfermera para ayudar a los heridos en el frente.
Estreno en Reino Unido: 15 enero 2015.
Estreno en USA: 5 junio 2015.
Detalles de la película
- Titulo Original: Testament of Youth
- Año: 2014
- Duración: 129
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Opinión de la crítica
Película
6.3
50 valoraciones en total
Como es de esperar, una película nunca será lo mismo que el libro, pero no por ello deja mal sabor. Sufres con Alicia Vikander, dios si sufres… Sobretodo en esos planos directos de su cara, te hace participe de su dolor. Algunos la tildan de inexpresiva, pero, no puedo estar de acuerdo. En todo momento te sumerges en sus alegrías y tristezas. Los pequeños detalles de enfocar las manos para hacer al espectador complice de la situación. Sin hablar de lo complicado que es a veces meter, situaciones de humor que transmitan recuerdos al espectador de épocas amorosas pasadas.
Algo que me gustaría destacar, pese a que parece algo obvio, es el gran trabajo que realiza Vikander en vocalizar un inglés perfecto de Inglaterra, teniendo en cuenta que no es nativa. Aunque en una versión doblada no se podrá apreciar. ¡Lástima! Los diálogos son profundos y hacen aflorar sentimientos en inevitables lágrimas en algunos momentos. No profundizaré más porque sería separar el caviar de la tostada y arruinar el canapé. Gran banda sonora.
Los objetos: vestidos, plumas, papeles, libros, hacen despertar sensaciones añejas de esa época, pese a no haberla pisado nunca. Y el barro, que está presente en las escenas de extremo sufrimiento… Todo ha sido seleccionado y elaborado con sumo cuidado por un chef que quiere transmitir lo máximo posible a sus comensales.
Película histórica, maravillosamente ambientada, con una gran relación de buenos jóvenes actores, con una actriz protagonista que está y va a dar mucho que hablar, y que nos envía un mensaje pacifista que siempre es digno de valorar.
La película cuenta la vida de una joven (Vera Britain que tras pasar muchas vicisitudes al inicio y durante la I Guerra Mundial en Inglaterra, escribió un libro contando su vida y las consecuencias de la guerra, a modo de reflexión.
El libro fue un hito histórico antibelicista, y según cuentan, todavía lo es.
Alicia Vikander, actriz sueca, hace un papel que la confirma como la gran sufridora del cine actual.
No es que la historia que cuente no es para sufrir, es que esta actriz, borda este tipo de papeles desde que la sigo. Me recuerda mucho su modo de actuar a Joan Fontaine. Una cara casa infantil, sin maquillaje visible, rostro que no destaca especialmente por su sencillez, y que parece que por todo sufre, hasta en las alegrías y fiestas, su rostro muestra un sufrimiento sobrenatural. Consigue un punto de tensión su rostro, que no sabes si va a arrancar a sonreir o a llorar.
En esta película, con amores, con familia, con estudios, y sobre todo con guerra que afecta a todo, borda el papel, porque sufre desgracias por doquier.
El otro aspecto destable de la película es el eterno dilema si una situación de guerra, da para el amor, la poesía y la sensibilidad que muestra el director en escritos, imágenes y pensamientos.
Como suele ocurrir en estos casos, es difícil imaginarse situaciones sensibles con ropas blancas impolutas en ambientes rurales y de guerra, y es ahí donde la película puede flojear un poco más. Le falta fuerza.
La película me ha parecido muy buena, y otra ocasión más para ver a la nueva musa del cine europeo de momento, Alicia Vikander.
Qué aburrida es Testament of Youth.
Y qué pena da decirlo, porque la producción es excelente (cómo no iba a serlo… es británica, y el cine británico, cuando se pone a tocar época, amor y guerra, siempre es el mejor) y las intenciones de Vera Brittain no pudieron ser mejores a la hora de escribir (la obra literaria es uno de los relatos de guerra más celebrados e importantes), pero la película es aburrida. Así de claro. Y lo que es peor. Una serie como Downton Abbey, que no es una historia románico-bélica, ha plasmado mejor y con mayor emotividad las consecuencias de la Primera Guerra Mundial para Inglaterra.
No hay nada que emocione verdaderamente en Testament of Youth más allá de la interpretación de la omnipresente Alicia Vikander, su química con Kit Harington, el desfile de grandes secundarios (así, como quien no quiere la cosa, Emily Watson, Hayley Atwell o Miranda Richardson) o la ya mencionada y elegantísima producción. Es una historia de guerra más de dos jóvenes amantes separados por el conflicto y una de esas historias de valor y coraje humano que se sobrepone a la adversidad. La pena es que sea tan lenta, tan larga y tan aburrida en demasiados momentos.
Lo mejor: Alicia Vikander. Y la producción. Inglaterra, siempre a la cabeza de la elegancia.
Lo peor: Es lenta, aburrida y no aporta nada nuevo al subgénero de amor y guerra.
Testamento de juventud, ópera prima de James Kent, fue editada directamente en dvd en nuestro país a finales del año pasado. Fue entonces cuando supe de su existencia, así como de la de Vera Brittain. Éste es uno de los principales méritos que siempre he atribuido al séptimo arte, el descubrirnos en apenas dos horas detalles de personajes reales cuya historia muchas veces queda restringida al lugar de origen y a los eruditos del tema. A pesar de haberme acercado con entusiasmo en mi adolescencia (y en la actualidad, pero a un ritmo menor) al feminismo y la historia sobre los inicios del movimiento sufragista a nivel internacional, no había oído hablar (o quizás no lo recuerdo) de la interesante figura de Vera Brittain. Testamento de juventud, libro en el que se basa la película y primera entrega de sus aclamadas Memorias, se considera uno de los testimonios más valiosos sobre la Primera Guerra Mundial. Entre otros motivos, por el enfoque femenino que aportó sobre el horror bélico, los sueños perdidos y futilidad de los anhelos perseguidos en una guerra dónde la sociedad instaba a los jóvenes al enaltecimiento patriótico (con medios propagandísticos de objetividad dudosa) con el fin de su alistamiento. Una guerra dónde perdieron los de siempre, aquéllos que estuvieron en el lugar y tiempo elegidos, y cuya intransigente resolución final dio lugar al caldo de cultivo que posibilitó el ascenso del nazismo y, con ello, el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
La película aborda el período comprendido entre 1913 y 1925, mostrando al inicio a una joven Vera que en pocos minutos manifiesta su naturaleza inquieta a pesar de pertenecer a una sociedad y época dónde el papel de las mujeres estaba relegado a la esfera doméstica. En plena expansión del movimiento sufragista británico, ella no tiene más sueño que el de ingresar en Oxford (aunque no les otorgasen título a las mujeres) y poder convertirse en escritora. Por las fotografías de la verdadera Vera Brittain y las críticas sobre su legado literario, considero muy oportuna la elección de Alicia Vikander para el papel. La actriz sueca, recientemente premiada con el Óscar por su actuación en La chica danesa y a quién descubrí en la maravillosa Un asunto real, encarna a la perfección el papel con su apariencia frágil pero espíritu inquebrantable. El resto del elenco que la acompaña cumple satisfactoriamente, si bien la estrella de Vikander (y del personaje que encarna) eclipsa en ocasiones a los demás.
Tratándose de una película británica, la ambientación es impecable, qué duda cabe. ¡Qué mal acostumbrados nos tienen estos ingleses! Al igual que ocurría en otra película que reflejaba el amor juvenil en tiempos de guerra, Expiación, la fotografía refleja la ingenuidad de una época bucólica para los protagonistas así como la desazón y opresión cuándo la guerra llama a sus vidas. Un ritmo pausado, al servicio de un metraje que alterna diferentes episodios de la vida de la protagonista, logra evocar en el espectador las emociones contenidas en la cinta. Y siendo, como es, una ópera prima (aunque con trabajos televisivos previos en el haber del director), el mérito de Kent es incuestionable.
Lo mejor: la exquisita actuación de Alicia Vikander (confirmando por qué es una de las actrices del momento con más proyección internacional), el valor histórico de lo narrado y la tenacidad de una heroína que asistió al desmoronamiento del mundo que conocía y, aún así, reivindicó la necesidad de plasmar el horror sufrido para defender el pacifismo como modo de vida. Una postura (la del pacifismo), utópica como concepto y sin embargo tan necesaria aún hoy dia.
Lo peor: haber pasado desapercibida en nuestro país, que recuerda lo triste que resulta que obras más que interesantes sean denostadas por cuestiones de marketing e intereses puramente comerciales.
La Primera Guerra Mundial ha sido poco tratada en el cine, a pesar de contar con acontecimientos y personajes tremendamente cinematográficos. Si observamos detenidamente, salen apenas un puñado de películas que tengan esta contienda como telón de fondo, y especialmente en los últimos años, la mayoría procedieron de Europa. Y no es de extrañar, ya que el continente europeo fue el territorio más afectado por esta Gran Guerra. Testamento de juventud, dirigida por James Kent y escrita por Juliette Towhidi, es una de esas películas ambientadas en la Primera Guerra Mundial y que adapta de manera lo más fiel posible las memorias de Vera Brittain, una joven mujer que sueña con ser escritora pero una vez declarada la guerra se ofrece como voluntaria para cuidar y ayudar a los heridos en el frente. Muy pronto esos sueños de juventud quedan sepultados en el desván y su inocente mundo se derrumba antes sus ojos. Vera atraviesa momentos difíciles y muy dolorosos que tendrá que afrontar y tomar arriesgadas decisiones que la abrirán los ojos frente a lo que es una guerra de verdad.
La película cuenta con un buen guion de Towhidi que ubica la acción en Inglaterra comenzando el día del armisticio, en noviembre de 1918, donde se ve a Vera Brittain no del todo feliz porque a su cabeza le vienen amargos recuerdos del conflicto bélico.
Kent cuenta con un elenco de actores y actrices que interpretan excelentemente sus respectivos personajes, manteniendo un equilibrio igualado de protagonismo, es decir, que ningún personaje ensombrece a otro sino que todos destacan por igual, aunque, y como es obviamente, el personaje de Vera que encarna estupendamente Alicia Vikander tiene que destacar un poco más por encima del resto.
Sin embargo, algunos no encontrarán lo esperado ya que la película es vendida como si de una historia romántica entre los personajes de Vera y Roland se tratase, y no es del todo cierto, de hecho es verdad que existe una historia de amor, pero es tan relevante como puede serlo la relación de la protagonista con sus padres, con su hermano o con sus amigos. La película es marcada por un tono inicial apacible hasta que llega el verdadero drama, en el que se alternan imágenes de la enfermería con imágenes de su hermano en el frente en un día de lluvia.
Testamento de juventud es un emocionante retrato de una generación perdida y una descarnada evocación sobre el sinsentido de la guerra, el trauma y las consecuencias dramáticas que sufren aquellos que participaron en la misma. Un relato pacifista, que es muy fácil que cale hondamente, sobre una mujer que no quiere más muertes ni más guerras y que siente dolor tanto por los de un bando como por los del otro, porque el dolor es el mismo.
El film es un notable drama de principios de siglo XX gracias a una excepcional recreación de la época, todo es debido al vestuario de Consolota Boyle, a la dirección artística de Jon Henson y a la esmerada fotografía de Robert Hardy. Por último, la película está acompañada musicalmente por una correcta partitura de Max Richter, la cual contiene fragmentos que enfatizan perfectamente los momentos más dramáticos.