Taxi
Sinopsis de la película
Por haber suspendido los exámenes, el padre de Paz (Ingrid Rubio), que es taxista, la obliga a aprender la profesión. La chica descubre pronto que su padre es miembro de una banda de taxistas fascistas que, durante el turno de noche, buscan por las calles de Madrid a homosexuales y negros para darles una paliza. Según ellos, lo único que hacen es limpiar la ciudad de indeseables. Lo malo es que Paz se enamora de Dani, un joven atractivo que pertenece al grupo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Taxi
- Año: 1996
- Duración: 111
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te detallamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
5.8
22 valoraciones en total
Desde siempre el ser humano ha tenido un lado oscuro, cruel, maligno y eso seguirá por los siglos de los siglos. Cuando hablamos de personajes como Hitler, Mussollini, Franco o Nicolae Ceaucescu nos vienen a la mente lo que es capaz de hacer hombre a sus congéneres. Y lo más triste de todo es que todo ese odio es por una sencilla razón, las diferencias de pensamientos. Yo creo en esto, tú no me apoyas…debes morir.
Taxi es una historia enmarcada en la ciudad de Madrid, la cual posee más de 3.000.000 de habitantes. Por supuesto no todos son españoles, no todos son heterosexuales, no todos llevan una vida sana y ejemplar. El motivo suficiente para darles caza y exterminarlos. Reme, Velasco, Niño y Calero comparten más que su profesión de taxistas, también lo hacen en ideologías políticas…son fascitas, conservadores de pro. No aceptan cambios en la sociedad, para ellos España tenía un modelo perfecto y la sociedad actual la está modificando y ellos no lo van a permitir. Con denominaciones como Mierda: hombre de color, pescado: homosexual o carne: yonkie se comunican a través de las emisoras de sus taxis, quedando en lugares muy particulares donde como dioses bajados del mismísimo Olympo se toman la justicia por su mano. Todo este plan se origina después de que en una carrera el marido de la Reme fuese tiroteado por una yonkie una vez le hubo robado la recaudación del día. La pena es que Carlos Saura no deja ver si estos acontecimientos eran anteriores a este suceso por parte del personaje del ex-policía Calero.
Pero después de la tormenta siempre viene la calma y hay otra parte positiva en la historia. Dani el hijo de la Reme y Paz la hija de Velascos se aman, pero ella desconoce en que han convertido a su amado a lo largo del tiempo. Ahora es un soldado a disposición absoluta de la causa llamada limpieza de España . Por un lado es un chico alegre, divertido, amable, cariñoso y tierno. Sin embargo, se transforma cuando está al lado de los otros soldados y sale a cazar. La trama gira en torno a la pareja, como ella entra en el mundo del taxi y comienza a sospechar y a atar cabos llegando a una conclusión muy dramática, con un final para dejar contento al espectador sin mojarse mucho el director.
Me hubiese gustado ver una crítica más dura hacia ese sector fascista que sigue viviendo en nuestro territorio, a ver centrado más la historia en ese grupo y no tanto en la trama romántica de los protagonistas. Si vas a hacer una crítica social, debes ir hasta las últimas consecuencias. Buscar sus orígenes, ver su estatus, como se organizan, quien los sufraga, todo lo relacionado con esa escoria de zumbados. Está claro que a mi tampoco me gustan muchas de las cosas que veo en mi país, pero eso no es razón suficiente para buscarmes unos colegas, nos rapemos la cabeza, nos disfracemos de motoristas como los Angeles del Infierno y con bates de beísbol y navajas salgamos a la calle a hacer un mundo mejor. No, ese no es el camino.
Esta peli parte de un planteamiento excelente, trata un tema potente y lo hace con fuerza.
Ingrid Rubio es divina, aunque aquí está con el pelo corto y no luce su belleza sobrehumana.
Ahora bien: la que se sale, es Agatha Lys, una actriz que estaba absolutamente olvidada. Aquí hace una interpretación genial de un personaje inquietante, y que, no sabe uno por qué, lo acabas queriendo a pesar de lo reprensible de sus actos. La escena del bautizo, con todos los neonazis bailando sevillanas y la Agatha Lys soltándose el pelo para arrancarse por bulerías, es de lo que no hay. Un diez para ella.
Saura retoma la problemática juvenil y los ambientes marginales -ahí están su ópera prima Los golfos y la notable Deprisa, deprisa – apoyándose en una historia denunciatoria del fascismo en general y del racismo más en particular.
La historia resulta inverosímil de principio a fin, aún cuando no sé porqué los taxistas tienen en el cine un discutible tratamiento de seres de ideología peligrosa (ahí está la mítica Taxi driver a la cabeza): un grupo de taxistas se organiza cada noche para limpiar Madrid de la basura que lo puebla (negros, marroquíes, transexuales, maricones…) apoyados en su ideología nacionalista/fascista. En medio de ello una historia de amor entre la hija de uno de ellos (Rubio, que está bien) y el hijo de otro de ellos (Fuentes, que está horroroso), resultando una película muy fallida, de obvias conclusiones y nula capacidad de convicción/emoción. Solo la secuencia de la fuente, dónde Storaro magnífica su trabajo de fotografía, y la siempre estimulante presencia de Ágata Lys (qué desperdicio de actriz y mujer en su tiempo), sostienen los hilos de una película además algo peor que discretamente escrita por Santiago Tabernero.
Probablemente el director más sobrevalorado de la historia, desde sus inicios, imagino que merced a buenos contactos, ha dispuesto de material que ha querido para producir sus películas, premios amañados incluídos, incluso a tenido buenos guiones que como sólo el puede hacer ha malogrado, es el caso de esta película, con un interesante guión que el, entretenido en sus caprichos y frivolidades ha logrado hacer fracasar, en especial con el dibujo absurdo y ridículo de los personajes, y no obstante disponer a su antojo de actores-que-saben-hacer-de facha.
Me decido escribir esta crítica a esta película olvidada den el momento en que esta sonando una interminable rumba incoherente y desubicada para deleite del bailoteo de dos carita-guapas, y como típico autohomenaje a ese soberano bodrio titulado Deprisa Deprisa -la película más sobrevalorada del cine españo (incluso a nivel internacional)-.
Con lo facil que era hacer un buen apaño, y con la mitad de presupuesto con una temática propia del hiperrealismo donde el cine español ha cosechado sus mejores frutos. Pero va Saura y la caga, aunque lo haga a conciencia, pagado de si mismo como desde el reseñado bodrio se halla.
En fin, habría sido una película entretenida e incluso buena de no ser por el inefable Carlos Saura.
Por lo demás, patética intervención de ese tal CArlos Fuentes, afortunadamente desaparecido de la escena hace ya tanto tiempo.
Solo se salva el gran Eusebio Lázaro, a quien nunca le alcanzará justo reconoimiento, aunque en este caso mejor porque al final cualquier éxito lo recolecta en estos casos el Saura.
En el cine español posterior al período de la transición hay dos cosas que son el pan nuestro de cada día: los silencios artificiales y los actores que recitan de memorieta el papel que se han aprendido.
¿Os habéis dado cuenta de que en el cine norteamericano se interrumpen más cuando hablan los actores que en el cine español? Y, sin embargo, ¿acaso no es una seña de identidad de nuestra cultura mediterránea el interrumpirnos y no dejarnos hablar los unos a los otros? Pues bien, por obra y arte de magia, esa naturalidad tan nuestra se convierte, al pasar de la realidad al celuloide, en una especie de frases recitadas, acompañadas de mímica que no va en absoluto con lo que se dice en el momento, y que dan paso a esos silencios artificiales.
Este film no es emocionante, ni tiene dinamismo en los diálogos, ni transmite un sólo punto de veracidad. Es, tan sólo, un popurrí de escenas donde un individuo a dice blablabla y un individuo b responde blebleble y se saca el cadáver de un travesti como si fuera una longaniza. Más allá de eso, poco. Ah, sí, debo felicitar a los extras de la escena en que Ingrid ve su nota de selectividad, ya que son los únicos que, verdaderamente, dan el pego en esta historia. El resto… no.
Para los que no hayan visto el film: ni siquiera os lo planteéis como sonido de fondo para una siesta profunda de un domingo por la tarde. Es tan mala que os despertaréis con dolor de cabeza y es un día malo para ponerse a buscar farmacias, y tal.