Tarde para morir joven
Sinopsis de la película
La democracia vuelve a Chile el verano de 1990. En una comunidad aislada, Sofía (16), Clara (10) y Lucas (16) se enfrentan a sus primeros amores y miedos mientras se preparan para la fiesta de año nuevo. Puede que vivan lejos de los peligros de la ciudad, pero no de los de la naturaleza.
Detalles de la película
- Titulo Original: Tarde para morir joven aka
- Año: 2018
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.9
90 valoraciones en total
Montaje, escenario, ambientación, vestuario y fotografía de primer nivel. Pero en los que respecta al argumento es totalmente vacía, donde abundan escenas vacías y diálogos que no llevan a ningún lado. Los personajes carecen de carisma y de profundidad alguna, donde incluso hablan como si estuvieran leyendo el titular de un periódico. Ningún fragmento suma y parece un compendio de escenas improvisadas grabadas sin objetivo alguno, haciendo avanzar a tropiezos una trama sin cocinar que no es líneal, cíclica ni nada que se nos pueda ocurrir. Además posee errores de continuidad garrafales y efectos especiales aplicados de forma caricaturesca. A primera vista parece un ejercicio egocéntrico sin motivo alguno disfrazado de arte.
Una tribu de burgueses disconformes, y al parecer ecologistas, intentan establecerse en los boscajes que están situados a cierta distancia de una zona urbana y organizarse allí. De momento van a preparar las fiestas de Año Nuevo, pero en pleno verano, porque estamos en el hemisferio sur. La confusión gobierna toda la trama, con idas y vueltas sin destino, con algunos retazos de solidaridad, con el apocado y contraditorio despertar de la pulsión amorosa adolescente, con correteos y juegos infantiles, con alguna disensión familiar, pero sin claridad de ideas, sin nervio conductor, con cierta contradicción argumental, con un incendio descolocado y desconcertante, con actuaciones irregulares… Poco más que añadir, salvo que una parte de los espectadores, habituales de filmotecas y salas de ensayo, acabaron abandonando el esfuerzo que supone esperar a que concluya este galimatías visual y sonoro. ¿Ocurre la aventura en Chile o en Argentina? No llegué a enterarme con seguridad.
Es la historia del descubrimiento de la fuerza de la vida. Es la enseñanza de las caídas que aún no hacen el daño suficiente como para no levantarse. Es el eterno cuento del primer sentimiento, de las vidas en impasse. Todo edulcorado desde la visión de unas circunstancias y unas vidas apartadas de los miedos contemporáneos. Del ruido que nos introduce lo que nos sobra. A partir de ahí asistimos a esos momentos puntuales de conocimiento de las verdades sociales, de los caprichos sentimentales y de los códigos culturales que nos rodean, para asistir como personajes a la realidad imperante y su fuerza en nuestra vida. Ponernos en situación en nuestro contorno y situarnos antes los próximos pasos que viviremos. Como trama es un punto de partida, no es una finalidad. Como guion es limpio y sin matices rocambolescos. Como producto final es liviano y brillante, con su luz propia difícil de sentir desde la vehemencia.
A continuación, en una sesión más abarrotada, inició a las 20:00 la chilena Tarde para morir joven, ganadora del premio a Mejor Dirección en Locarno y recientemente galardonada con el premio a Mejor Dirección y Fotografía en el Festival de Gijón. Verano de 1990, la democracia ha vuelto a Chile. Una comunidad aislada disfruta de esta libertad y alegría en el campo. Los niños y adolescentes, dónde encontramos, juegan, cantan canciones y viven sus primeros amoríos. Los preparativos del año nuevo comienzan, pero la naturaleza les guarda una sorpresa. Una película estival, de jóvenes disfrutando de su compañía, de la lozanía y de su tiempo libre. Una película asemejada a Verano 1993 en su tono. Costumbrismo bucólico y jovial, que dedica su tiempo a describir personajes y reflejar con naturalidad y cercanía sus relaciones. Capta con acierto la riqueza cultural y las costumbres del momento, y transmite al conjunto una sensibilidad y realismo que el espectador se sumerge en la diégesis, le cuenten lo que le cuenten. La realización es sin duda lo mejor del filme, con elecciones cromáticas propias a la postal fotográfica de antaño que deleitan la mirada y tomas de seguimiento a motos o canes que engrandecen a los personajes y sus acciones, además de aprovechar en grado sumo el buen trabajo de la dirección artística. Cine de la vida y de la manera de narrar, porque de nuevo lo narrado no es particularmente interesante. La ausencia de chispa narrativa es evidente, el entorno sociopolítico queda desdibujado y las evoluciones de los personajes no queda plenamente matizada, en dos horas en las que un tercio es reiteración de momentos idénticos en tanto a contenido de festejo. Pero la manera en que está filmado este universo es tan cuidadosa y atmosférico que logró que disfrutará en todo momento de esta bucólica estampa.
La elogiada Tarde para morir joven de la directora Dominga Sotomayor es un relato coral y simple ambientado en el Chile que volvía a la democracia.
Tarde para morir Joven de la ascendente directora chilena Dominga Sotomayor(De Jueves a Domingo). Esta película está ambientada a principios de los noventas con el advenimiento de la democracia en el verano dentro de un grupo de familias que vive aislada las ciudades y en comunidades donde no hay televisión, no se agobian con las noticias y solo está presente la interacción humana como centro. En ese contexto hay un triángulo amoroso Sofía, Clara y Lucas luchan con sus primeros amores y miedos, mientras se prepara una gran fiesta para la víspera de Año Nuevo.
Algunos recordarán las comunidades ecológicas en las alturas de Santiago, es precisamente donde apunta la directora, este retrato un poco autobiográfico sus recuerdos los que representa este film, dispersos y con el objeto de tratar de comunicar con esta estructura coral con un carácter espontáneo que la hace única muy en la línea de Llámame por tu nombre. Muchos mundos interiores sobre todo el de Sofia, que es la protagonista, es donde centra su mirada la realizadora. Todo un hallazgo de esta artista que tiene talento y naturalidad de sobra y contribuye enormemente a que el film sea calificado de real y que por momentos tiene casi un tono documental de aquella época.
La película de la chilena ha recibido reconocimientos, como los premios a la Mejor Dirección y Mejor Fotografía en el Festival de Gijón (España) y el premio KNF en el Festival de Rotterdam, otorgado por el Círculo de Periodistas Holandeses de Cine. También mejor Dirección en el Festival de Locarno en 2018. El filme corresponde a una co-producción entre Chile y Brasil, Argentina, Holanda y Qatar, entre sus productores figura Rodrigo Teixeira la elogiada y premiada Llámame por tu nombre de Luca Guadagnino.
Es muy buena la actuación del grupo de jóvenes y niños quienes trasmiten una sensación de relajo, pureza y paz , en su camino a crecer en un ambiente lejos de todo muy puro y enriquecedor.