Tango Feroz
Sinopsis de la película
El legendario amor entre Tanguito y Mariana sirve para mostrar una época, la de finales de los 60 y comienzos de los 70, en la tiene lugar el nacimiento del rock argentino y el conflicto entre los viejos valores y los nuevos ideales de la juventud argentina: libertad, amor, la paz y solidaridad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Tango feroz: la leyenda de Tanguito
- Año: 1993
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
Película
6.4
70 valoraciones en total
A mi entender uno de los clásicos del cine argentino de los ultimos 15 años. Triste historia de amor, llena de pasajes de un romanticismo extraño. Marca la historia del nacimiento del Rock Nacional Argentino y la crudeza de una época oscura de la historia de este país. Brillante trabajo de Marcelo Piñeyro, con pasajes de actuación descollante a cargo de Hector Alterio y una de las mejores bandas sonoras que he escuchado.
El movimiento que se conoce como rock argentino, del que actualmente destacan cantantes como Ariel Roth o Andrés Calamaro, se inició en un local de Buenos Aires conocido como La Cueva. En ese sitio, concebido para escuchar música Jazz, empezaron a tocar jóvenes impulsores de la música rock. Finalmente, el poeta Miguel Grimberg consiguió dar a conocer a esos artistas y fundar, por tanto, el conocido como movimiento del rock argentino. Esta película trata de dar a conocer la vida de José Alberto Iglesias, alias Tanguito, uno de los más importantes cantantes que tocaban en La Cueva.
La película nos muestra un José Alberto Iglesias excesivamente idealizado con unos valores e ideas muy firmes y plenamente enamorado de su querida Mariana. La realidad es que el personaje real nunca tuvo esos valores y la relación con Mariana no fue tan mística: Tanguito era un derrochador y un ladrón al que se le atribuyen infinidad de relaciones amorosas. Caso aparte merece el tratamiento que da la película a sus devaneos con la policía y su internamiento en el manicomio. En aquella época, en la tierra de los tangos estaba penado el ir borracho por la calle y Jose Alberto Iglesias no sólo era un alcohólico sino que tenía una grave adicción a las drogas. La policía le detuvo infinidad de veces por ir borracho por la calle y no por motivos políticos como se dice en la película. Al final, seguramente a causa de toda la cantidad de drogas que tomaba, acabo en un sanatorio mental porque era incapaz de reconocer a sus propios amigos (y no por motivos políticos como nos cuenta la película).
Quitando el hecho de que podrían haber idealizado menos ese personaje y que podrían haber enfocado la película más hacia la contribución de Tanguito a la música argentina, la película presenta graves deficiencias. La más importante de ellas es que el ritmo es absolutamente soporífero y que hay partes en las que da más la impresión de estar asistiendo a un concierto de música rock a estar visionando una película. Los personajes secundarios no están convenientemente presentados con lo que muchas escenas chocan al espectador y el comienzo de la relación de amor entre el protagonista y Mariana no se lo cree ni el propio Marcelo Piñeyro. Sin embargo, presenta buenas acuaciones y alguna que otra escena interesante.
La pena de este largometraje es que en vez de centrarse en el verdadero personaje de tanguito, intentaron hacer una oda a los movimientos estudiantiles del 68. Eso si, siempre es una delicia ver a una actriz como Cecilia Dopazo.
Tras una banda sonora de espantosos covers de temas clásicos se va montando esta historia banal y previsible. Un Tanguito que le da discursos morales a un amigo que se fuma un porro en el baño de un bar y que es guiado por un gurú interpretado por Imanol Arias.
Pero el amor es más fuerte , grita el tema central, porque La balsa no puede sonar en semejante bodrio.
Pésimas actuaciones de Fernán Mirás (¿existe ese nombre?) y de la bella Cecilia Dopazzo. Pésima copia de la onda estética de Alan Parker. Una visión edulcorada de lo que era el rock argentino en la época de la represión. Una pésima película.
Ninguno de los iconos vivos del rock (Spinetta, Nebbia, García, Moris) ha querido participar en este engendro. Por algo será.
Fue uno de aquellos amigos a los que llamamos hermano quien me recomendó esta película, la primera vez que la vi, me emocioné como pocas veces me he emocionado viendo una pelicula. Como obra de cine, no está tan bien hecha, pero como una historias de aquellas que nos hacen replantearnos o quizás recordar lo que era ser libres en medio de tantas influencias es una joya. Tiene buenísimas canciones, tiene poesía, hay amor de ese que se suele hallar casi siempre en las peliculas (a veces ocurre que amores como éste se hacen realidad…pero me reservo los detalles). Las actuaciones no son lo suficientemente buenas, pero algunos diálogos son de antología. No me quedó otra que agradecerle a aquel amigo por su sugerencia…
Si hay una película argentina que marcó a una generación, es muy probable que ésta sea Tango Feroz de Marcelo Piñeiro. Si bien yo no pertenezco a esa generación por una cuestión de edad, pude sentirlo a través de los comentarios, especialmente de mi padre, que cuando le conté que vi esta película por primera vez y en el cine se emocionó y recordó lo mucho que le había gustado.
La primera película de este reconocido director que tendría luego varios éxitos de taquilla en su haber, no es una biopic sobre Tanguito, sino una historia sobre una leyenda.
No todo se compra, no todo se vende, se deja como mensaje para la posterioridad, para su posterioridad. Y probablemente sea de las que mejor definen para qué y por qué existe una película como Tango Feroz, de espíritu tan libre como su protagonista.
Lo ideal para ver esta película, por primera vez o no, es alejarse de los conocimientos verídicos que se tienen sobre el y los personajes y aceptarla como lo que es, una película, una historia, que por ser basada en hechos reales no quiere decir que todo sea tal cual está acá reflejado. Porque lo cierto es que más que nada por un problema de derechos de autor, la película se toma bastante licencias poéticas.
Una historia de amor y pasión en medio de una caótica Buenos Aires. Eso es antes que nada Tango feroz. Y musicalizada por grandes temas del rock nacional, siendo El amor es más fuerte probablemente su himno.
Fernán Mirás, Cecilia Dopazo, Leonardo Sbaraglia, Antonio Birabent, Federico D’Elia son algunos de los conocidos rostros argentinos que acá aparecen muy jóvenes pero demostrando ya que su talento era digno de seguir vigente durante décadas.
El guión tiene sus momentos flojos pero a la vez está adornado de extraños pasajes románticos que le agregan magia a este clásico del cine argentino.
Con reminiscencias a The Doors, la película, Tanguito se entrega al público en el escenario, y Mirás a su personaje con una soltura impresionante. Dopazo está más linda que nunca. Y Birabent conmueve en el papel de su padre, Moris, interpretando su canción, El Oso en un muy bello montaje.
Es cierto que su protagonista está acá muy idealizado, pero eso no le quita mérito a la película si se la sabe apreciar como un poquito de ficción. Incluso el modo en que sus dos protagonistas se enamoran es tan fugaz que no se lo percibe realista.
La oportunidad de volver a ver, o en mi caso de experimentarla por primera vez y tener la suerte de que pueda ser en una sala de cine, porque no hay lugar más hermoso, es sin dudas impagable. Y si a eso le sumamos la remasterización en HD que permite que una película que ya tiene más de veinte años se vea y se escuche como si fuera más reciente (teniendo en cuenta que el cine argentino siempre tuvo problemas para preservarse), Tango Feroz debería ser cita obligada. Porque lejos de ser una película perfecta, tiene mucho corazón y representa ideales y a una generación.
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