Tacones lejanos
Sinopsis de la película
El marido de Rebeca (Victoria Abril) fue en otros tiempos el gran amor de su madre, la diva Becky del Páramo (Marisa Paredes). Cuando éste muere asesinado, madre e hija vuelven a encontrarse. El juez que lleva el caso (Miguel Bosé) es por la noche una drag-queen que imita a Becky.
Detalles de la película
- Titulo Original: Tacones lejanos
- Año: 1991
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
6.3
80 valoraciones en total
Tacones lejanos te atrapa desde el primer minuto.
Elegante, sofisticada y con un guion donde nada está claro y el espectador trabaja hasta saber que está pasando realmente, con una interesante fotografía, un elegante vestuario central y una banda sonora que hizo de Piensa en mi un éxito internacional.
Aunque Miguel Bosé este bastante desigual en sus tres personajes, ya no me imagino a otro Letal que el, supo darle esa mezcla de misterio y ternura a partes iguales.
Soberbias Marisa Paredes y especialmente Victoria abril, en el monologo donde hace referencia a Sonata de otoño consiguió levantar el vello de mis brazos y cuando hizo la famosa confesión en televisión, tan natural, me lo estaba creyendo absolutamente.
También destacar a una impecable Cristina marcos y a Bibiana Fernandez (para mi su mejor interpretación) que nos regalo esa sexy coreografía en la cárcel.
Maravillosa.
A pesar de la cuestionable interpretación de Miguel Bosé, compensada por su momento drag , y sobre todo por las brillantes interpretaciones de las dos protagonistas femeninas, esta es de esas películas que enganchan desde el principio. Curioso el cameo de Javier Bardem.
Se trata de una mezcla de drama psicológico con algo de cine policíaco, con un guiño a Sonata de otoño de Bergman, que incluso se menciona en la impresionante escena del juicio , y cuyos paralelismos argumentales son bastante claros, pero recreados muy libremente. Y en esto creo que está uno de los puntos más interesantes de la película: plantear la misma situación (un conflicto psicológico además bastante sutil) desde una cultura y punto de vista muy diferentes a los del sueco. El resultado es mucho menos frío y -hay que decirlo- bastante menos aburrido, en parte por el apoyo de las tramas secundarias.
Buena banda sonora de Riuchi Sakamoto (qué bien sabe Almoóvar rodearse de artistas potentes), mezclada con la habitual selección de canciones conocidas -temas de Miles Davis, y versiones de Chabela Vargas y Mina con la voz de Luz Casal.
Rebeca ha vivido siempre a la sombra de us madre, una cantante y actriz famosísima y sumamente querida por todos, las distancias que tuvieron siendo Rebeca una niña ( su madre vivía permanentemente de gira en gira) y luego una adulta ( teniendo un trabajo importante y un novio) han afectado considerablemente la relación. Las vuelven a reencontrarse luego de años, con un crimen de por medio.
Aqui Almodovar nos dá una muetra más del talento natural como director para saber llevar cualquier tipo de historia, aqui una muy oscura y desgarradora.
La historia es absorbente, te lleva a explorar en la mente de las mujeres ( Rebeca es mejor atendida por el guión) y esa complejísima relación, que poco a poco se convertirá en destructiva.
Complejo es el guión que enhebra desde un sugestivo espectáculo de una drag-queen hasta el paso por una carcel. Las actrices están imponentes en sus roles: Victoria Abril se lleva las palmas con su extraordinaria composición, su Rebeca transita todo los sentimientos y las situaciones más angustiantes del film y Abril le dá a cada escena un talento de impresionantes resultados. A su lado la prodigiosa Marisa Paredes, verdadera diva si las hay, esta maravillosa, aunque Abril le saca mucha ventaja. Miguel Bose se defiende muy bien en su doble rol y sale bien parado al lado de esas monstruas de la escena española.
Espléndida película, llena de momentos de una profundidad y dramatismo, que son muetra del talento inagotable de Almodovar como verdadero creador.
A golpe de tacón, Almóvar se calzó un casi-peliculón. Coge la premisa más o menos de Sonata de otoño (madre artista/hija con insoportable complejo de inferioridad) pero en un giro genial que le diferencia a años luz de los rollos psicoanalíticos de Bergman, añade vicio, crímenes y travestis. Y hablamos además de un hombre que sí conoce a las mujeres: porque a ver, no pretendas hacer un filme sobre mujeres y sus interioridades más íntimas y no dar ningún tipo de importancia o simbolismo a la ropa y los zapatos. La filosofía que va de Bergman a Almodóvar se traduce en un: menos Freud y más Chanel, guapa.
Y es que Tacones lejanos es una película cien por cien femenina, empezando porque el oscuro objeto de deseo es un morbosísimo travestido interpretado por Miguel Bosé, donde hay preciosos primeros planos de preciosos zapatos y donde todo es posible, desde un diálogo de dos mujeres que se despedazan las entrañas hasta una secuencia totalmente feliz de un baile en pleno patio de una cárcel, escena maravillosa por lo que tiene de paréntesis vital y espontáneo en medio un melodramón de madre y muy señora mía.
De pequeña cuando vivíamos juntas, no podía dormirme hasta que no oía el ruido de tus tacones a lo lejos…
Hay pasión a raudales, sentimientos a flor de piel, melodramón en carne viva, humor, amor, odio y frescura, mucha frescura. Los actores están perfectamente sintonizados con el mundo del manchego y no dudan en poner toda la carne en el asador, conscientes de que en cine español no volverían a catar muchos guiones de ese calibre. Y por una vez, la escena de sexo no sobra, vaya, es un calentón importante.
Por poco no se alcanzó la maestría total, algún secundario que sobra o chirría, las escenas de Abril o Paredes con el ex…Sin embargo, estamos ante una obra irrepetible que sienta definitivamente las bases de la genialidad de este singular director. Su elección. Almodóvar declinó las posibilidades del Icono, porque prefirió la humilde grandeza del Fetiche. Su arte todavía era insolente. Y joven.
Siempre que se alaba la facilidad que tiene Almodóvar para penetrar en los sentimientos de las mujeres y en lo bien que retrata el universo femenino siento cierto resquemor por la posibilidad de que esos comentarios se refieran, en gran medida, a este espantoso bodrio de mujeronas arrebatadas (hay que ver Victoria y Marisa como se desfasan), celos, envidias, asesinatos, rencores, personajes que se duplican, colores pastel, bolsos de Chanel, travelos que son jueces y jueces que son yonkis, asesinatos, telediarios, divorcios, amantes, complejos de Electra, embarazos no desados, infidelidades, cárceles, números musicales… Y todo en poco más de hora y media. Vamos, que ni un culebrón venezolano, de esos que tienen tropecientos mil capítulos, consigue almacenar tanto en tan poco tiempo.
Salta a la vista que esta es una de las películas más excesivas de Almodóvar en practicamente todos los sentidos. El guión, que como ya he dicho aúna así por las buenas mil y un detalles que lo sobrecargan hasta que desfonda de manera inevitable, se le va completamente de las manos conforme la trama va avanzando. Las actrices sobreactúan todo lo que quieren y más todavía por si alguien no queda del todo contento. Hay algún que otro error de cásting bastante garrafal (ese Miguel Bosé con su doble papel). La dirección artística es tan colorista y chillona, tan pomposa, que termina por resultar cargante. Se hace interminable y los giros de guión son de auténtica telenovela sudamericana, es decir, completamente absurdos. Pero Almodóvar es mucho Almodóvar y aunque la película haga aguas por todos los lados no se puede negar que atesora escenas maravillosas (ese recital en el teatro, esa actuación de Femme Letal), diálogos para enmarcar y algunos momentos que ya han pasado a formar parte de la historia del cine español. Si es que el que es bueno es capaz de brillar hasta cuando lo está haciendo de pena. Lo que es tener clase y talento, señores.