Superpoli en Las Vegas
Sinopsis de la película
Kevin James vuelve a interpretar a Paul Blart, un guardia de seguridad. Blart va a Las Vegas para supervisar una Exposición y aprovecha la ocasión para llevarse a su hija Maya (Raini Rodriguez), que pronto se irá a estudiar fuera. Paul descubre con sorpresa que se está produciendo un atraco, así que tendrá que detener a los criminales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Paul Blart: Mall Cop 2
- Año: 2015
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
3.4
51 valoraciones en total
Seis años después de haber salvado el centro comercial donde trabaja al más puro estilo de John McClane, regresa el obeso guardia Paul Blart, con cambio de director y un nuevo escenario pretendidamente más espectacular: Las Vegas.
Apenas arrancando esta segunda parte, nos enteramos que la chica con quien se casa al final de la primera parte estuvo con él sólo 6 días y lo abandonó, que su madre fue muerta arrollada por un camión lechero y vive sólo con su hija Maya, quien ha aplicado y fue aceptada para cursar en UCLA, noticia que aun no le han revelado al buen Paul.
Al mismo tiempo Blart es invitado a la convención de guardias de centro comercial en Las Vegas, por lo que viaja con su hija a donde deberá enfrentarse ahora a una banda de ladrones de arte con los que coincide en su estancia en el hotel.
Apelando a una comedia familiar y lejos del humor escatológico de otros de sus colegas, ésta nueva película de Kevin James basa la mayoría de sus momentos cómicos en las torpezas y complicaciones físicas del personaje principal por motivo de su obesidad, acciones recurrentes cuando el personaje se intenta deslizar por el piso y situaciones similares.
Otros puntos en contra son la ausencia de un personaje antagónico de peso, ya que el que interpreta Eduardo Verástegui se pierde en la indefinición de su rol, más allá de la nula capacidad interpretativa del actor, así como el fallido intento de historia de amor, factor que en la primera parte equilibraba el relato contra su parte cómica, y el escenario elegido para ésta aventura, Las Vegas, se siente desaprovechado así como el hotel-casino donde se desarrolla la acción.
Un producto destinado para incondicionales del simpático actor y no mucho más.
Partimos de la base de que ir con mucha gente al cine no es una buena idea, porque es imposible que todos nos pongamos de acuerdo para ver una peli, pero siempre hay alguien al que se le ocurre la maravillosa idea de decir ¿Y si vemos esta? tiene pinta de ser mala, pero seguro que nos reímos
Continuamos con que la entrada valió 9€, claro que sí, crea cultura
Pasado el mal trago inicial tocó ver la película. Podría criticar el hecho de que el guión deja mucho que desear, que el argumento es absurdo y la primera media hora no te introduce a nada o que hay escenas que verdaderamente dan vergüenza ajena.
O el hecho de que a los 5 minutos ya me estaba aburriendo y arrepintiéndome de haber pagado por ver este bodrio, que en lo único que se basa es en coger unos cuantos personajes patosos y hacer que se caigan, los secuestren, hagan peleas a lo matrix con las lámparas de un hotel o se den de morros contra un cristal, situaciones tan absurdas y tan mal interpretadas que no sacaban ni una pequeña sonrisa, por reírse ni siquiera se reían los niños presentes en la sala.
No había salido tan disgustado y arrepentido de haber pagado por una película desde que fui a ver Ouija, me esperaba ver una peli mala, pero no a semejante nivel de penosidad. No paguéis por ver esto, no merece la pena ni verla gratis
Os dejo en spoiler las cosas que me parecieron más absurdas y vergonzosas:
Resignado por el desastroso resultado de la primera parte decidí darle la oportunidad a esta segunda. Para criticar algo primero hay que verlo o, al menos, intentarlo. En mi caso fue más lo segundo, un simple intento, porque al igual que pasaba con la primera se hace imposible acabar de verla. La verdad es que no entiendo el motivo de esta secuela, sobre todo cuando las críticas y la nota de la primera eran, cuanto menos, malísimas. ¿Intento desesperado de remontar el vuelo? Puede, pero no se consigue en absoluto.
Se parte de la idea principal que no era atractiva, por lo tanto explotar aun más dicho asunto no pintaba bien. Incluso se permiten el lujo de reírse en la misma cinta de esta clase de policías. Lo único que vemos es al protagonista hacer esparavanes y movimientos toscos con el fin de hacer reír. ¿El resultado? Exacto, vergüenza ajena y sensación en el espectador de facepalm. Un tipo con sobrepeso no es sinónimo de hacer gracia, esto es algo que deberían haberse replanteado un poco más.
La historia sigue la línea de la primera. No solo no atrapa ni se hace divertida de ver sino que además se hace peor aun que la primera. Si aquella, cutre y lamentable donde las haya, era novedosa con la idea, esta hace una caricatura de aquella y baja la nota todavía más. ¿Se podía bajar una nota que rozaba el 0? Pues por lo visto sí, se podía. No es entretenida, huele a sobremesa que tira para atrás y también provoca vergüenza ajena en muchas de sus secuencias. Menudo desastre.
El reparto repite únicamente en su protagonista y en su hija, con aspecto bastante diferenciado. Kevin James imagino que habrá sido remunerado por su caché, porque si es por su labor en la primera apaga y vamos. Es un actor que considero aceptable y pasable sin más, pero es que este rol que le han dado es patético. Parece que se ríe de sí mismo en todo lo que hace, como si su personaje no tuviese amor propio. En fin, lamentable. Todo el elenco se mete por completo en ese tipo de actores y actrices del cine de sobremesa. Que si malos malísimos que no se cree ni el tato, que si un héroe que no es héroe acaba con todo, que si los valores de la familia… Vamos, llena de clichés y tópicos a más no poder. El reparto refleja todos esos factores.
El aspecto cómico, una vez más, es pésimo. El de la primera era deleznable, pero lo de esta es, creo, todavía peor. ¿En serio alguien ha considerado esto una comedia? Hablo de los productores, el director, los guionistas y demás. ¿En serio? Esto dista muy lejos de entrar en un género (en los últimos años bastante flojo) que se supone es para disfrutar y pasar un buen rato. No hace gracia en ningún momento, repleta de gags (por llamar a eso de alguna manera) y secuencias que lo único que producen es vergüenza ajena. Estos no han sabido aprender de sus propios errores, según se ve.
En resumen Superpoli en Las Vegas es una película malísima en todos los sentidos y una pérdida de tiempo garrafal. La catalogo como inferior a la primera, pero ambas son pura basura. No sé a vosotros, pero a mí en una hipotética tercera entrega ya no me pillan, eso fijo. No se la recomiendo a nadie, por muy aburridos que estéis. Este producto solo te hace maldecir la hora en que te la bajaste, os lo garantizo. Basura cinematográfica de manual y pérdida de tiempo absoluta.
Lo mejor: Nada.
Lo peor: Todo.
* Mala *
He de decir que soy fanático de la serie The king of Queens por lo que me encanta Kevin James, sin embargo ni siquiera esto me ha valido para aprobar este intento de comedia que no logra su objetivo ya que salvo un par de escenas graciosas esta película carece de situaciones cómicas.
Ha sido un error hacer una segunda parte seis años después, ya casi nadie se acuerda de la primera puesto que tampoco fue un culto de género ni muchísimo menos.
También he de confesar que he visto el Superpoli en Las Vegas porque la sala donde proyectaban la película que elegí ver no tenía aire acondicionado y solicite el cambio.
Es como si te invitaran a una convención de seguratas en un hotel de lujo en Las Vegas: Tipos raros con sus esposas caramelizadas pegadas a ellos, programas, stands de armas de disuasión, tiendas … Lo más seguro es que no asistas, nada se te ha perdido allí, a lo mejor, ni eres del gremio, y si piensas que además nada va a tener ni pies ni cabeza, acertarás.
>. Insisto: ¿Cómo puede existir una mente capaz de meter en un mismo saco a Joseph Conrad con una comida de seguratas orondos, feos y tarados?
No hay mensaje, hay muchas tonterías. Una especie de ave del paraíso te atacará con sus gigantescas alas y te picoteará con su pico letal, mientras, un tipo toca el piano ajeno a la lucha entre el hombre y la bestia. ¿En qué clase de cerebro se maquina tal fantasía?
Los malos son de pacotilla, están para que se luzcan cuatro seguratas, más de pacotilla aún, si es posible. La directora del hotel está de muerte, se obsesiona con el gordo del segurata. No casan de ninguna forma imaginable… Es imposible imaginarlos juntos. Posiblemente Freud sabrá algo sobre el tema… Además, es abominable cómo ese hombre con tal sobrepeso puede agitarse de esa forma tan nerviosa… Eso no lo entiende ni Freud ni su madre.
Cierto que hay una réplica de los tulipanes de colores del Guggenheim en uno de los pasillos. Con ello te llevan al pasaje más irreal de toda la película: El hotel también expone Los girasoles de Van Gogh. No sé…, no es que parezca una frivolidad, ni una licencia extraordinaria, es una más de que cualquier cosa vale para seguir adelante. No hay límites.
Y sin límites, algo habrá que emocione, en este caso ha sido el discurso antes de la comida. Acertadísimo. Ni diseñado por los asesores de la Casa Blanca. Termina con una frase de Joseph Conrad: <
Porque la película es más que una tontería que se expande aprovechando su propia esencia. Puede que vaya más allá de la simple tontería, es que puede que, finalmente, sea graciosa.