Sucedió en Manhattan
Sinopsis de la película
Moderna adaptación de La Cenicienta . Marisa Ventura (Jennifer López) es una madre soltera de Nueva York que trabaja como empleada de la limpieza en un lujoso hotel de Manhattan. Christopher Marshall (Ralph Fiennes), un joven y apuesto político candidato a senador, la confunde con una de las huéspedes del hotel.
Detalles de la película
- Titulo Original: Maid in Manhattan
- Año: 2002
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
4.3
29 valoraciones en total
No tiene mucho sentido criticar Sucedió en Manhattan como si estuviese hablando de una película mínimamente seria. No es que me haya llevado una decepción al verla, ya que da exactamente lo que promete, es decir, un amasijo de tópicos, lugares comunes, situaciones recicladas y poco más.
Esta película vale entonces para bien poco, excepto, si acaso, para preguntarse que hacen por ahí un actor tan bueno como Ralph Fiennes, o un director tan interesante como Wayne Wang, capaz de perpetrar joyas como La Caja China y El Club de la Buena Estrella, u obras maestras como Smoke.
Y si bien Ralph Fiennes se salva de la quema, con otros secundarios como Bob Hopkins, Stanley Tucci y Natasha Richardson (con papeles muy por debajo del talento de todos ellos, pero que defienden con la profesionalidad que les caracteriza), el trabajo de Wang sólo podría calificarse de inexistente, pues se reduce a poner la cámara en los mismos lugares que en cualquier comedia estúpida de Kate Hudson, y a incluir en el score la canción pop de turno (en este caso, de Norah Jones, que suena mucho mejor sin animar películas tan sositas como esta).
Jennifer Lopez merece un punto y aparte. Pocas actrices (Jennifer Lopez… ¿¿¿???) hay en Hollywood con tan poco talento como ella. Su labor se reduce a salir maquillada como una puerta, sonreír aquí, y hacer algún mohín allá. Lo mejor que puede decirse de ella en esta película es que el papel le viene como anillo al dedo… (no se si me explico), pero ni con esas lo salva.
Pero bueno, Sucedió en Manhattan no ofende a nadie, y por lo menos vuelve a dejar ver Nueva York bonita bonita, entretiene sin ninguna trascendencia y ayuda a ver que puede hacer algún buen actor cuando necesita hacer trabajos tan alimenticios como este.
Wayne Wang sigue amando New York. Su dirección se ha divorciado de sus seguidores.
Malos tiempos corren para la lírica, muy malos, si Wayne Wang, director de cierta reputación gracias a títulos tan notables como El Club de la Buena Estrella o Smoke, acaba rindiéndose ante las reglas que imperan en Hollywood, y perdiendo toda seña de identidad en favor de una cámara abonada únicamente al trasero de Jennifer Lopez. Tras el video-clip de la firma J.Lo. (que conste que su música me vuelve loco, pero ni con ésas) al que uno asiste, uno llega a entender la negativa de actrices como Julia Roberts, Sandra Bullock y Hilary Swank ante un proyecto con tan poca sustancia.
Sin ideas
El asunto está claro. Una gran productora, una estrella emergente o a punto de consolidarse, y un director al que se le atisbe algunos retazos de talento y personalidad. Si este último está dispuesto a vender su alma al diablo, el encaje de bolillos está hecho. El argumento es lo de menos, más si tenemos en cuenta que podemos recurrir al cuento tan manido de La Cenicienta, que ha tenido sus mejores adaptaciones en Sabrina y sus amores, de Billy Wilder, y en la más reciente Pretty Woman, de Garry Marshall.
Melosa, melosa, melosa
Marisa Ventura, madre soltera afincada en el Bronx, es empleada de un lujoso hotel. Allí conocerá a su príncipe azul, Christopher Marshall, un candidato al senado con fama de mujeriego.
¿Serán capaces de superar los obstáculos que los separan? Por supuesto que sí, no faltaría más, pero hay maneras y maneras.
La partitura inicial, la pija integral magníficamente interpretada por Natasha Richardson, y las buenas maneras, aunque desaprovechadas de Bob Hoskins, son lo poco rescatable de este producto edulcorado. Al final sólo queda una duda: ¿el delantal o los vaqueros?
Mi tía se durmió en el sofá mientras veíamos esta película. Sus ronquidos son la única anécdota memorable que recuerdo de esta película.
Jennifer Lopez suele tener un ojo pésimo a la hora de hacer películas, y esta es probablemente la peor película de Jennifer Lopez por lo que ya se pueden hacer una idea de lo mala que es.
Es tan mala que, si Maid in Manhattan es un homenaje a la Cenicienta , en comparación Ana y los 7 es una obra maestra del homenaje a Sonrisas y Lágrimas .
No hay nada destacable, PERO NADA: Guión plano, estúpido y aburrido, unas interpretaciones bastante lamentables, etc.
Jennifer Lopez demuestra en esta película que es mejor cantante que actriz. Pero lo que más me sorprendió fue lo de Ralph Fiennes (al que siempre he considerado un gran actor), totalmente inexpresivo. No hay química entre López y Fiennes, en todas las escenas que aparecen juntos paracen dos extraterrestres de dos planetas a años luz. Da bastante vegüenza ajena.
En fin. No se ve el romanticismo entre ellos nunca y la película ni siquiera hace gracia en ningún momento. No tiene ni romanticismo, ni comedia, ni historia, ni emoción, NI NADA.
Lo peor: Todo
Lo mejor: Es una cura ideal contra el insomnio, ¡aseguro excelentes resultados!
Dicen por ahí los sabios críticos a los que leo con fruición que ésta es una nueva adaptación de la Cenicienta, una Cenicienta moderna más, vamos, una mala copia de Pretty woman. Pues miren ustedes, señores críticos, será una copia, no digo yo que no, pero en mi opinión, un poquito menos infumable que el original. No demasiado pero lo suficiente para poderse ver sin vomitar hasta la primera papilla.
No nos engañemos. Es, al igual que Pretty woman, una historia insustancial, ideada para mentes simples, y poco evolucionadas, casi al borde de la subnormalidad, pero sin embargo hay un par de cosillas que hacen que sea una mijilla mejor, o menos mala. Por ejemplo una cierta voluntad de realismo en los personajes.
La protagonista esta vez no es una puta callejera impresionante de la que se enamoran locamente sus clientes multimillonarios sino una camarera de hotel, guapita y con un culo estupendo pero dentro de la normalidad, que tiene que aguantar todo el día las chorradas e impertinencias de su pija clientela. Un personaje con el que, esta vez sí, pueden identificarse cienes y cienes de trabajadoras de la hostelería que saben perfectamente lo que es tener que tratarse a diario con lo más granadito del tonterismo nacional e internacional.
Por otra parte, puestos a desear que aparezca un príncipe azul a salvarnos de nuestra cochina vida laboral, yo qué quieres que te diga, prefiero mil veces que tenga la angelical cara y la apostura de Ralph Fiennes que la insulsez estirada y frígida de Mister Gere.
En definitiva, unos personajes algo más hubaaaanos y una historia con ciertos visos de realidad dentro de la estupidez habitual e inevitable de la comedia romántica made in USA. Hay que reconocerle a Wayne Wang que con el material que tiene entre manos no hace algo demasiado cochambroso y nauseabundo. Se puede hasta ver con relajo sin subirse por las paredes y bostezando lo justo.
Lo peor, cómo no, el niño. Éste encima nos ha salido rarito y de mayor quiere ser político. Si ya de por sí los personajes infantiles son insoportables en estas películas, ver al mocoso este aficionado a leer biografías de políticos como Nixon o Kissinger, podría hacer echar la pota hasta a una cabra montés. Pero en fin, mirando al nene lo mínimo posible y centrándose en el príncipe azul Fiennes la cosa se hace llevadera. Palabrita.
Aunque el tema sea el tan manido cuento de la Cenicienta. Jennifer López resulta una cenicienta encantadora, y hace un papel estupendo. Se pasa un rato entretenido con la trama y los paisajes de Nueva York. Lo que se trata es de tener un rato de evasión y relajación, sin películas de temas complicados y violentos. La he visto dos veces y siempre me ha enganchado.