Su pequeña aventura
Sinopsis de la película
La esposa de un conocido ginecólogo toma una importante decisión: convertirse en actriz, lo que le permitirá lograr fama y unos ingresos extras. Pero, a partir de entonces, los conflictos son constantes y desaparece la armonía conyugal.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Thrill of It All
- Año: 1963
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
5.6
71 valoraciones en total
Entretenida y sofisticada comedia realizada de forma un tanto académica, tal y como lo solía hacer con frecuencia, por Norman Jewison, autor de un buen número de estimables cintas.
Aquí se puede decir que lo intenta, sobre todo en el primer tercio, muy ágil y con excelentes diálogos.
Sin embargo, se va perdiendo la fuerza poco a poco hasta desembocar en una amena pero convencional comedia, que al final no se distingue demasiado de otras muchas del mismo pelo.
Pero no está nada mal y la pareja protagonista sale muy guapa.
¿Porqué no me extraña que dos críticos de El País tengan esa opinión de esta película? Desdeluego he visto mejores trabajos de Doris Day, pero decir que esta excelente actriz no ha dado nunca mucho de sí, me parece exagerado cuando menos. Enfin, merece la pena ver Su pequeña aventura . Aunque solo sea por los valores que defiende, y porque pasaréis un rato divertido. Pienso que es una buena película, sin más, pero he querido subirla de puntuación, porque si a estos señores (los del País me refiero) no les gusta, eso es que algo bueno tiene.
Lo que necesita una mujer debe decidirlo ella y solamente ella. Nadie más. Puede haber quien la aconseje, quien le haga proposiciones de diferente índole, pero será ella, y solo ella, quien debe tomar la decisión última porque, sencillamente, es su propia vida la que está en juego. El carácter de una mujer –como el de un hombre- se demuestra precisamente en esa capacidad de autodeterminarse, de responder por su propia vida y no permitir que nadie tome por ella las decisiones más relevantes de su existencia.
Beverly, la hasta ahora hogareña esposa del Dr. Gerald Boyer, es una mujer de ese talante. Se queja con razón de que su vida social es bastante escasa… y apoyada ahora en los propios escritos de su esposo que abogan por la independencia femenina (pero sin incluir a su esposa), Beverly aprovecha el interés que ha demostrado en ella el señor Fraleigh, un anciano empresario que anda muy interesado en una buena campaña publicitaria para su jabón Happy.
¿Quién tiene el mando?, ¿Quién decide los cambios que pueden hacerse en casa?, ¿Quién aporta más dinero?… Temas como estos, comenzarán a debatirse y a poner en jaque una relación donde la esposa cree plenamente en el derecho de la mujer a realizarse más allá de las cuatro paredes de su hogar, siendo el marido de aquellos que, mucho tilín tilín pero pocos los helados.
El director canadiense, Norman Jewison, tiene aquí su primer éxito cinematográfico partiendo de una estupenda historia de Carl Reiner y Larry Gelbart, con la que logra una divertida e ingeniosa comedia, en la que no hay personaje de segunda ni (casi ninguna) escena desperdiciada. Desde esa soterrada y punzante crítica a la eterna pobreza televisiva, hasta ese alegato contra la sumisión al hogar por parte de la mujer (tan solo malogrado por ese final donde de seguro hubo intervención de los impotables conservadores de ciertas juntas), SU PEQUEÑA AVENTURA (¡Vaya un título en español!) asegura unas buenas carcajadas y está colmada de deliciosas sutilezas que, para quien no se despiste, resultarán reveladoras.
El reparto es de oro: Doris Day (quien se quedó con un rol destinado a la inefable Judy Holliday) demuestra que podía como ella hacer muy digno su papel. James Garner es estupendo como el ginecólogo que teme verse destronado. Edward Andrews resulta hilarante como el madurito empresario que, tras muchos años de lucha, por fin está a punto de ser padre. La legendaria Zasu Pitts es estupenda como la empleada Olivia… y hasta Kym Karath, la niñita precoz que luego se inmortalizaría en Sonrisas y Lágrimas, resulta aquí de una picardía inolvidable. Tuvo que haberse atravesado después algún in$eguro maridito castraideales, para que esta chica no hubiese trascendido con semejante brillo. ¡Ah! ¿Y adivinen dónde aparece Carl Reiner, quien tiene unos cameos la mar de interesantes?
En fin, lo cierto es que, Norman Jewison, se ha consolidado aquí como un eficaz realizador de comedias.
Título para Latinoamérica: LA SAL DE LA VIDA