Star Trek: Insurrección

5 comentarios en «Star Trek: Insurrección»

1. Muchos críticos calificaron en su momento que esta era como mucho, la peor y la más floja de las cuatro entregas cinematográficas protagonizada por la tripulación de La Nueva Generación cuando se estrenó en nuestras pantallas en el año 1999, y para ser sinceros no estoy totalmente de acuerdo con esta rotunda afirmación.
   
   Es obvio que mucha gente en nuestro país, o bien no comprende o no entiende en el peor de los casos, el espíritu de un fenómeno como el de Star Trek que ha perdurado durante décadas en la mente de muchos aficionados que han llegado a ser una legión de fans en todo el mundo, cuando Gene Roddenbery la creó en la década de los años 60 para ofrecer una alternativa inspirada en los westerns que se hacían en aquella época, ya fuesen películas o series de televisión, Roddenberry creó su propia visión del género floreciente del western en una seríe ambientada en el espacio, con una tripulación formada por humanos de diferentes naciones y civilicaciones alienígenas y ofreciendo con ello, la esperanza de un futuro mejor.
   
   Está película dice mucho acerca de lo que Roddenberry quería ofrecer al público cuando creó Star Trek, un futuro donde el espacio es la última frontera que el hombre ha de cruzar, la búsqueda de otras formas de vida en base a culturas y civilizaciones alienígenas para cofraternizar, y llegar con audacía donde nadie había llegado anteriormente y en pocas palabras, la de reflejar en todas las series y películas de la saga, la optimista filosofía de su creador.
   
   Y como todo fenómeno que se precie desde los tiempos de La Guerra Fría en la cual surgió hasta nuestros días, Star Trek siempre ha ofrecido al espectador muchas e interesantes historías que han sido desde sus inicios, un reflejo paralelo de la realidad y la ficción a todos los verdaderos acontecimientos históricos que han acaecido a lo largo de la historía de la humanidad hasta nuestros días.
   
   Por tanto el argumento de está película en cuestión obra de Michael Piller, es otra de tantas historías que ya forman parte de ese mencionado paralelismo, y que desde que existe Star Trek como fenómeno desde entonces, han tratado de trasmitir a los espectadores de todo el mundo, historías para entretener, fascinar y concienciar, en concreto mostar con esta entrega cinematográfica, la del forzoso destierro y posterior reubicación de todo un pueblo, transgrediendo con ello, todos sus derechos como tal a su existencia en concreto en este caso en algún lugar del lejano univérso.

2. Con Insurrección, se rompen las expectativas abiertas por Primer contacto y la saga Star Trek retorna a un declive y mediocridad de la que ya no sabrá recuperarse. Con elementos parecidos al trabajo anterior, en este caso Frakes transita por los caminos más rutinarios y ello responde a diferentes motivos.
   
   El primero y más evidente el hecho de que los actores invitados aparecen como figurantes y de que se recupera la figura del malvado de turno como solución de gestión de la trama. Grave error éste, que se repetirá en la siguiente entrega, puesto que tras ocho películas y cuatro con ese criterio, la fórmula estaba completamente agotada. En segundo lugar, se asegura que Patrick Stewart pidió una clara imagen heróica, sin dobleces como en los episodios previos, con lo que asistimos a un personaje de lo más vulgar sobre el que recae todo el entramado. Siguen los problemas con un guión de mercadotecnia, que persigue ya claramente -y también persiguirá en la décima- el brillo exclusivo del capitán y el androide, por mucho que Frakes se reserve alguna escenita. Y todo se completa tristemente con una cierta vulgaridad, recuperando el tono dudosamente humorístico de otras entregas y claramente banal de algunas disquisiciones.
   
   ¿Cuál es el resultado, pues? Diría que mejor de lo que transmito pero claro en su mediocridad. La película es entretenida, se puede ver, pero no interesa mayormente. Perfectamente prescindible, aunque distraida.

3. Los habitantes del planeta BaKu, en su día decidieron alejarse de la alta tecnología, para vivir en una pequeña comunidad pacífica y en armonía con la naturaleza. No son conscientes de que están siendo observados y estudiados en secreto por un equipo de científicos de la flota estelar, hasta que un día el comandante Data, que formaba parte de ese estudio, por algún motivo sufre un cortocircuito y se enfrenta violentamente a sus compañeros, revelando a los habitantes del pueblo BaKu la existencia del observatorio. Tras el comprometido incidente, los SonA, aliados de la federación, liderados por RuAfo y acompañados por el almirante de la flota estelar, piden al capitán del Enterprise que desconecte a su androide Data, pero Picard sospecha y decide investigar que es lo que ha producido el fallo de su compañero y que despierta tanto interés en el tranquilo planeta.
   
   Interesante tercera entrega de la nueva generación, sin grandes pretensiones dirigida por segunda vez por Jonathan Frakes, aunque algo inferior en calidad al anterior capítulo, tiene un guíon aceptable y resulta bastante entretenida, cargada de efectos especiales cada vez más logrados, continua con el espíritu de la saga y no dejará de contentar a los fans.

4. Al contrario que Primer contacto, Insurrección no me gustó en su día pero en la revisión de todas las pelis ha ganado enteros. Tiene un aroma trekkie, con una historia sobre el descubrimiento de una raza que no envejece y las triquiñuelas de una raza rival para quitarle el secreto. La serie de TNG se basaba en descubrir gente nueva, en analizar la condición humana, en personificar en razas no humanas las miserias nuestras. Esta peli es como un capítulo largo de la saga, pero yo no lo veo mal. Si la historia se basaba en esto, las pelis también deberían serlo. Insurrección es como La última frontera: pelis que desprenden la esencia trek pero son mal valoradas por los especialistas en la saga, como DS9.
   
   Animo a la gente que la vea libres de prejuicios para que descubran que son mejores que otras que sí son mejor apreciadas.

5. Sorprendente inicio el que nos depara el tercer capítulo de la Nueva Generación (aunque para algunos lo consideren una versión extendida de un episodio de TV). En una tranquila y pacífica comunidad rural de un paradisíaco planeta, los Ba´Ku son amenazados por los insurgentes Son´A liderados por Ru´Afo y Gallata (F. Murray Abraham y Gregg Henry respectivamente) con el beneplácito de un codicioso alto cargo de la Federación Intergaláctica, Dougherty (Anthony Zerbe).
   
   Picard, Riker, Geordi, las doctoras Beverly y Troi, el klingon Worf y el androide Data tienen una nueva aventura en mano cuando éste último se rebela contra unos enviados de la federación camuflados en el medievo planeta de los Ba´Ku, rudimentarios por voluntad propia pero lo suficientemente avanzados en teconología como para decir hasta aquí hemos llegado. O al menos no como el resto de sus vecinos del Universo. Cuando Data es neutralizado y se descubre el origen de la verdad, un secreto entre ambas civilizaciones enfrentadas traerá consecuencias irreversibles cuando el líder de los Son´A decida asentarse en el planeta que en su día fue expulsado.
   
   Por messiánica que parezca Star Trek, Insurrection , se aprecia por ser terriblemente entretenida, imaginativa y políticamente correcta dentro de la complejidad que representa escenificar conflicto entre civilizaciones. En tres palabras: ideal para incondicionales. Imaginación a derroche, realidad virtual, karaokes en los cazas, artilugios voladores y más perdonavidas que una mosca cojonera y, atención, deshinibidores de teletransporte a modo de farolillos de camping gas que tampoco le hacen mucho favor a la série en lo referente a gadgets .