Sofía
Sinopsis de la película
La joven Sofia, de 20 años, vive con sus padres en Casablanca. Esconde su embarazo y entonces debe dar a luz de manera ilegal y fuera del matrimonio. El hospital le da 24 horas para presentar los papeles del padre antes de alertar a las autoridades…
Detalles de la película
- Titulo Original: Sofia
- Año: 2018
- Duración: 79
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Opinión de la crítica
Película
6.6
77 valoraciones en total
La película ‘Sofia‘, ópera prima de la joven cineasta Meryem Benm’Barek, parte de la historia de un embarazo abrupto dentro del excelso tradicionalismo de la sociedad marroquí. El inesperado suceso que altera la vida de la protagonista, cuyo nombre da título al filme, tiene explicación bajo el denominado trastorno de negación del embarazo, que provoca que sorpresivamente la joven rompa aguas en plena reunión familiar.
El problema para Sofia se presenta en el campo legislativo, ya que Marruecos condena con pena de prisión las relaciones extramatrimoniales, como anuncian unos títulos de crédito en los primeros segundos de la película. Además, la joven vive en un entorno familiar con ansias de elevar su posición socio-económica, que será clave para el desarrollo y consiguiente toma de decisiones por parte de la protagonista.
A primera vista, la premisa aparentemente convencional y la lógica de la película podría radicar en la simple denuncia legal y cultural (aunque aún necesaria) de la situación en Marruecos. Sin embargo, Meryem Benm’Barek consigue, tras una apuesta inteligente en la segunda parte de la película, dar un giro a su relato para plantear una reflexión mucho más profunda sobre una sociedad patriarcal donde muchas veces, las víctimas, las mujeres, deben sacrificar sus valores y transgredir los límites morales para salir de las situaciones más vejatorias de manera airosa. La cineasta delega a un segundo plano la denuncia al régimen marroquí para traer a la conversación el impacto del poder económico en una sociedad donde imperan los intereses particulares, ejemplificados aquí en la familia de Sofia.
La primera parte de la película, en la que Sofia busca junto a su prima asistencia médica para su inminente parto, se plantea como una road movie social, con una cámara sigilosa que sigue los sucesos de su protagonista y que le sirve a Meryem Benm’Barek para poner en escena y cuestionar los tratos vejatorios del sistema médico y judicial de Marruecos. Un recurso característico del nuevo cine rumano, con resonancias claras a ‘4 meses, 3 semanas, 2 días’ (2007) de Cristian Mungiu o a ‘La muerte del Sr. Lazarescu’ (2005) de Cristi Puiu, donde una cámara en mano relatora ponía en evidencia la realidad del sistema de sanidad de Bucarest a medida que seguía durante un día a un anciano al borde de la muerte, de hospital en hospital, de ambulancia en ambulancia, de camilla en camilla.
Tras dar a luz al bebé, Sofia deberá abandonar rápidamente el hospital y buscar a la figura paterna, que una vez más seguida de la presencia notoria de la cámara, se adentrará en los barrios más periféricos y pobres de Casablanca, retratando el entorno por el que Sofia transita en busca de algo que no encuentra.
La caligrafía de Meryem Benm’Barek es sobria, sin artificios estilísticos y elude muchos de los tremendismos y trampas que caracterizan a la nueva película de la libanesa Nadine Labaki, ‘Cafarnaúm’. Esta contención formal, que parte de una vocación realista de la representación, que separa emocionalmente al espectador del personaje principal, funciona de manera regular, sin destacar en ningún momento, pero sin tampoco llegar a molestar, aunque a veces estas decisiones acentúen cierta falta de rigor al querer contar ciertas situaciones emocionales y morales de manera tan retraída.
Leer en: https://macguffin007.com/2019/02/07/critica-pelicula-sofia/
Sofia es una contundente visión sobre la supervivencia femenina en un mundo patriarcal desde tiempo inmemorial. Ya en el siglo XXI lo siguen haciendo con mayor o menor libertad dependiendo donde el destino, siempre caprichoso, las coloque en un mapamundi trufado de naciones donde aún son poco más que una costilla del Adan de turno. Y es en esta lucha por la supervivencia sea cual fuere su clase social en la que se la juegan, apartando los escrúpulos, apostando buena parte de su felicidad y libertad para poder ser en alguna medida ellas mismas.
Francia, Qatar, Bélgica y Marruecos, se unen en sus diferencias ante la consideración de la mujer para coproducir la ópera prima de Meryem Benm´Barek (1984) franco-marroquí residente en Bélgica. Lo que en un principio comienza con una clara denuncia sobre la legalidad marroquí con relación a las relaciones fuera del matrimonio, va transitando por la angustiosa via de un thriller para acabar en una declaración de intenciones de un grupo heterodoxo de mujeres aliadas para seguir adelante entre los contados resquicios que les ofrece la vida. La sombra del varón está siempre presente, aunque permanezcan en segundo plano, desde el corrupto que la libra de la cárcel, al violador, pasando por el padre que solo piensa en su negocio al títere de un joven marido que aparentemente puede representar una generación masculina mejor y que a la postre también se ve atrapado en el propio sistema.
El elenco coral transmite verosimilitud y Benm´Barek opta por un realismo mesurado que no esconde el tremendo drama social y personal. Buen y necesario debut.
cineziete.wordpress.com
La directora marroquí Meryem Benm’Barek nos presenta su opera prima, tras realizar hace un tiempo el cortometraje Jenna. La película es una clara aproximación a las contradicciones y diversidades de la sociedad marroquí contemporánea. Hace unas pocas semanas se estreno otra película que quería mostrar un poco lo mismo, se trata de Razzia. Y curiosamente las dos se desarrollan en la ciudad de Casablanca. La cinta tuvo su estreno internacional en el Festival de cine de Cannes, dentro de la sección Una cierta mirada, donde obtuvo el premio al mejor guion.También estuvo presente en el Festival de Cine de Gijón, dentro de la sección Rellumes.
Nos cuenta la historia de una joven marroquí soltera que durante una comida familiar empieza a encontrarse mal, al instante se da cuenta que ha roto aguas, sin ni siquiera ser consciente de que estaba embarazada. A partir de ese momento y con la ayuda de su prima tendrá que buscar algún hospital que le dejen tener al bebe, el problema es que en Marruecos, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio es un delito.
La directora cámara en mano consigue mostrarnos como la joven protagonista va deambulando de un lugar a otro, con sus miradas y sus silencios nos muestra la contradicción cultural de un país que aunque parezca que quiere avanzar, sigue sumido en unas creencias ancestrales.
Presenta escenas bastantes duras, como aquella en la cual la joven protagonista busca en la basura unos cartones para abandonar al bebe que ha tenido unas horas antes. Durante todo el metraje se aprecia de una manera especial los miedos, el odio y la impotencia que tiene la protagonista de no sentirle libre en ningún momento. Muy bien estructurada, con unas ideas y un estilo narrativo perfecto nos vuelve a conmover y a seguir pensando que el país vecino le falta mucho en cuanto a la igualdad y a los valores de los derechos humanos
Lo mejor: Su duración y como nos cuenta la historia
Lo peor: Que todavía pasen cosas como estas en un país tan cercano al nuestro.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
No entiendo cómo una película como esta tiene tan pocas críticas y hay cientos para otras mediocres y eso sí norteamericanas, que despliegan mucha publicidad o quizá están más de acuerdo con los gustos de la mayoría, que no suelen ser sublimes.
Esta es una historia contada con sencillez, como unos intérpretes siempre creíbles, porque no parecen actores y actrices profesionales.
El tema es las dificultades para una madre soltera en Marruecos, ya que le puede caer un año de cárcel.¿Y qué pasa con el hijo o hija? Ya nos hemos acostumbrado a que en algunos países musulmanes (no en todos) se siga dando ese trato a las mujeres.
Ver películas como esta da que pensar que aquí nos quejamos casi por vicio. En Marruecos y en sitios así es donde hacen falta feministas.
Sin caer en el maniqueísmo ni en el exceso del melodrama, nos presenta la historia de una terrible realidad social en un país lastrado por las tradiciones y la religión, con una legislación acorde al régimen reaccionario y absolutista que lo gobierna. Si bien es cierto que la mujer es la víctima por excelencia en estas sociedades, la directora acierta de pleno mostrando que no es la única víctima, que en realidad prácticamente todos sus miembros pueden serlo, sin importar la clase social, aunque la directora hace un relato muy interesante aquí sobre la lucha de clases. La historia sabe mantener una tensión dramática que puede llevar al espectador a sacar conclusiones erróneas antes de tiempo, para disparar en la última parte un dardo sorpresa que, debo confesar, no esperábamos ninguno y que añade el elemento del abuso (a varios niveles) a una historia ya de por sí de fuerte contenido dramático. Todo ello sin necesidad de mostrar imágenes espeluznantes y violentas, simplemente a través de los gestos y las palabras, que es más que suficiente cuando se sabe hacer, como en este caso.
Muy recomendable y esperemos que se proyecte en más salas, pues en Madrid únicamente puede verse en Golem y Círculo Bellas Artes de momento.