Snowden
Sinopsis de la película
Narra los acontecimientos que siguieron a la publicación por parte del diario The Guardian de los documentos clasificados que aportó el joven analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden sobre el programa secreto de vigilancia mundial de la Agencia en el 2013, unos documentos que revelaban que espiaban a miles de millones de personas de todo el planeta… Film Basado en el libro The Snowden files. The inside story of the worlds most wanted man , escrito por Luke Harding, y en un libro escrito por Anatoly Kucherena, el abogado ruso de Edward Snowden.
Detalles de la película
- Titulo Original: Snowden aka
- Año: 2016
- Duración: 134
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Opinión de la crítica
6.4
76 valoraciones en total
A Oliver Stone le gusta mucho eso de dirigir películas basadas en casos reales, ya sea con The Doors (1991), J.F.K.: caso abierto (1991), Nixon (1995) o World Trade Center (2006) por mencionar cuatro ejemplos. Su último film se titula Snowden y está basado en todo el tinglado que llegó a montar Edward Snowden con unos documentos clasificados que aportó al diario The Guardian sobre el programa de vigilancia mundial secreto de la NSA (o lo que viene a ser lo mismo, Agencia de Seguridad Nacional) en el año 2013. La verdad es que pude visionar el tráiler y me pareció muy bueno, Levitt apuntaba a buenas maneras como Snowden. El caso es que hoy me he decido a verla. En efecto, su interpretación como el ex agente de la CIA y la NSA, el fugitivo Ed Snowden cumple a la perfección, un personaje digno de estatuilla de la Academia. Junto a él podemos ver a la guapa actriz (de la saga Divergente) Shailene Woodley como la novia del protagonista, a los veteranos Melissa Leo y Tom Wilkinson a los que se les une Zachary Quinto, los cuales ponen rostro a los periodistas que entrevistan a Snowden, y con personajes que se sitúan a más altas esferas encontramos, entre otros, a Rhys Ifans (para mí siempre le asociaré a su carácter en la película Notting Hill, Spike), el últimamente desaparecido Nicolas Cage, o también el hijo de Clint Eastwood, que está en muchos proyectos, Scott Eastwood.
Snowden es casi con total seguridad la mejor película de Oliver Stone en la última década desde la injustamente denostada Alejandro Magno. En esta película encontramos a un Oliver más calmado pero convincente una vez más a la hora de denunciar unos hechos que dieron la vuelta al mundo y encontrar en la figura de Edward Snowden el blanco perfecto donde detractores y defensores dirigen su voz crítica. Y como si la historia volviera a repetirse, su amado país de la bandera ondeante por el viento le provoca un nuevo quebradero de cabeza.
Siendo una historia que podría dar pie a la realización de una película compleja y liosa resulta ser todo lo contrario pues está narrada de manera muy didáctica sin llevar a la confusión y atrayendo al espectador hacia el producto. Buen acercamiento al personaje desde sus inicios en el ejército hasta su entrada en la CIA y la NSA. Seremos testigos de cómo su vida y pensamiento van cambiando a medida que sus descubrimientos le hacen percatarse de que la idea de país que tenía en su cabeza no es el que realmente tiene entre sus manos. Y que quizás, la diferencia ideológica y de actuación entre un partido político u otro y su líder, no es tanta como la que imaginamos. ¿A qué me suena a mí esto en España?
Gordon-Levitt hace un buen trabajo en la encarnación del exiliado en Rusia. Buenas interpretaciones y caracterizaciones a nivel general incluso teniendo en cuenta la aparición de Nicolas Cage que no llega a estorbar habiendo cosechado una filmografía en los últimos años que simplemente apesta.
Dos trailers:
Capitán América: ¡¡¡¡GUAUUUUUU!!!! Hay que verla. ¡U.S.A.! ¡U.S.A.! ¡U.S.A.!
Snowden: Pufff VAYA MOVIDA. Quién será el Snowden este.
Conversación:
-¿Viste lo de Snowden?, ¿viste Citizenfour?, ¿viste lo que están haciendo, lo que somos, lo que valemos, lo engañados que estamos, el mundo en el que vivimos?.
– ¿¿¿Qué???, ¿¿¿Que si hay cobra de BIsbal a Chenoa???.
A esto se enfrena Snowden. Película sobre una de las mayores y más crudas e indignantes revelaciones de nuestros tiempos, bien dirigida por Stone, la oveja negra de Hollywood, y bien interpretada por Joseph Gordon-caradeniño-Levitt.
Y tras ver esta película no puedo si no acordarme de dos cosas:
1. Un libro: Esa recomendable y divertida novela de Martin Page Cómo me convertí en un estúpido en la que el protagonista, dándose cuenta de que todo aquel que no se preocupa por nada, que no tiene pensamiento crítico, que acepta las cosas tal y como se le presentan, tal y como se la cuentan, todo aquel que busca lo fácil y placentero, que no se indigna y que se entrega a los placeres más banales de la vida, viviendo casi exclusivamente para estos vive mejor y es feliz, se propone convertirse en uno de ellos y dejar de amargarse la vida. Porque… ¿qué puedes hacer tú, pobre alma de cántaro ilusa, para cambiar todo esto? y… ¿qué ganas si no penas indignándote con el mundo?.
2. Un paseo: De cómo un día, callejeando por Londres, me encontré por purísima casualidad con una sencilla casa azul que disponía de dos reveladores objetos. En un lado una bonita placa que informaba a los paseantes de que en esa casa vivió George Orwell y en el otro una bonita cámara que nos estaba grabando a todos.
¿Puede un hombre desafiar a todo un imperio? ¿Una sola persona es capaz de sacar a la luz las vergüenzas de la teóricamente mayor democracia del planeta? Dos preguntas que tienen respuesta. Un rotundo sí. Y ese hombre se llama Edward Snowden.
El mejor Oliver Stone, el del cine política, ha vuelto. Y lo ha hecho de la mano de un reparto impresionante con Joseph Gordon-Levitt como protagonista. Este elenco de intérpretes tiene la mitad de la culpa del éxito de la cinta. La otra mitad del triunfo radica en el propio Stone. Si bien es inevitable quitarse de encima ese tufillo progresista que invaden últimamente sus trabajos, hay que reconocer que es un verdadero maestro narrando este tipo de películas. Filmes donde nos cuenta esa parte de la historia americana más reciente que no quieren los poderosos que se sepa. Un cine muy necesario y que, como en esta ocasión y recordando JFK, Un domingo cualquiera, Platoon o Nacido el cuatro de julio, consigue remover y cabrear.
Snowden, de Oliver Stone, puede tener errores (y los tiene) en todo su metraje. Desde la tendencia en algunos diálogos, su duración o que a veces pueda parecer caótica. Pero lo importante no es cómo cuenta la historia de este exmiembro de la NSA, sino el qué. Lo que nos está contando, que es algo que da más miedo que cualquier película de zombies o fantasmas, porque es la vida misma, nuestra intimidad y la de la gente que queremos, totalmente violada y vendida en nombre de la seguridad nacional.
Lo que Snowden revela a The Guardian y posteriormente recogen otros medios como The Washington Post es que el FBI y la NSA han recabado datos de Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube y Apple. Conversaciones, llamadas y mensajes privados de millones de personas. La intimidad y la privacidad, derechos fundamentales de todo individuo que vuelan por los aires.
Plataformas que de la noche a la mañana se han convertido en una droga de la que no se puede salir. A día de hoy, quién entiende la vida sin la utilización de algunas de estas aplicaciones que solo pueden utilizarse si uno pasa por el aro de sus condiciones. Es eso lo que Oliver Stone, basándose en el libro de Luke Harding, nos plantea en poco más de dos horas de película. El mejor Stone ha vuelto, dejando a un lado sus ramalazos tendenciosos que con la edad es imposible quitárselos. En esta ocasión le disculpamos porque lo que nos transmite es mucho más valioso.
Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
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Fiel a los acontecimientos, narrativamente impecable, con un equilibrio entre realismo y denuncia, entre documentación y suspense. Visualmente notable. Si existe un motivo por el que buena parte de la crítica se ha mostrado indiferente, incluso belicosa, frente a Snowden éste tiene nombre y apellido: Oliver Stone. Sólo así se entiende que una ficción que podría haber firmado perfectamente David Fincher o Aaron Sorkin, salvando pequeñas distancias, haya obtenido tan injustas reacciones. Al director de Platoon y JFK no se le perdonan sus últimos resbalones, que se remontan desde el Alejandro Magno de 2004. Tampoco sus filias políticas y su afilada lengua. Y lo que sin duda no se le disculpará jamás es haber llegado después de Citizenfour.
Consciente de su cercanía en el tiempo con el documental dirigido por Laura Poitras, y también de su excelente acogida, Stone ha sido hábil en el montaje y ha situado a la periodista en la escena de apertura de otra obra, esta vez de ficción, sobre Edward Snowden. Sin miedo a las comparaciones, aun sabiendo que serían inevitables. Actitud valiente del que se muestra seguro y confiado de su tarea. Y es que la película complementa e incluso amplía las revelaciones de Citizenfour con detalles personales del protagonista y, sobre todo, con nuevos dardos que ya no sólo apuntan a la administración de Obama sino también a empresas que como Microsoft o Apple han participado en esta red de espionaje planetario. Todo ello, además, con un ritmo que va escalando hacia una cúspide de tensión y de aterradores recortes mediáticos muy meritorio.
Las acusaciones de demagogia tampoco se han hecho esperar, cuando buena parte del material discursivo que utiliza Stone para narrar la gravedad de los hechos ha salido de la boca del propio Snowden. Especialmente interesantes son las reflexiones que vierte desde su exilio forzado en Moscú, en una conferencia multitudinaria a la que asiste en forma de pantalla robot. Ese instante, grandilocuente pero triste a la vez, refleja a la perfección el sacrificio de un hombre cuyo patriotismo se sigue cuestionando en su propio país. Una escena que también sirve para comprobar la impresionante mutación de Joseph Gordon-Levitt en un personaje real tan poco expresivo como el ex agente de la CIA. Lástima que sus opciones sean tan escasas para la época de premios como las de una cinta ninguneada sin motivo.