Sin miedo a la vida
Sinopsis de la película
Tras sobrevivir a un accidente de avión en el que muere su mejor amigo, el arquitecto Max Klein sufre una transformación espiritual. En un estado de bendición en el que no tiene ningún miedo a la muerte, Max se encuentra incapaz de continuar con su antigua vida. La única persona que parece compartir su experiencia es Carla, una joven madre que perdió a su bebé en el accidente y que se ha hundido en la culpa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Fearless
- Año: 1993
- Duración: 122
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de fuentes de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.1
63 valoraciones en total
Max Klein (Jeff Bridges) es un arquitecto que tras salir ileso de un gravísimo accidente de aviación en que han perecido la mayoría de sus pasajeros, decide afrontar los peligros y riesgos que le han deparado durante su vida sin pestañear acaso y sin pensar en las consecuencias posteriores: un volver a nacer en su vida que tendrá como testigos a su esposa (Isabella Rossellini) así como los pasajeros supervivientes, entre ellos Carla Rodrigo (Rosie Pérez) una joven ama de casa traumatizada por la muerte de su hijo en el siniestro aéreo. Los intereses de un abogado picapleitos (Tom Hulce) y un psicólogo (John Turturro) chocaran por la percepción que tiene Max, como el resto de tripulantes del accidente, sobre su camino a seguir después de esa situación.
Drama psicológico dirigido por Peter Weir (El Club de los Poetas Muertos) que no funcionó bien en taquilla (aprovechando la popularidad que se estaba ganando la ahora olvidada Rosie Pérez (en una memorable interpretación con Benicio del Toro haciéndole de despreocupado esposo) y que se basa en una novela de Rafael Yglesias, guionista aquí y que también escribió el guión de la muy interesante Desde el Infierno (From Hell, 2001) de los hermanos Albert y Allen Hughes.
La película es un punto de inflexión en una etapa del director australiano, en un momento muy fructífero de su carrera, gracias al éxito de El Club de los Poetas Muertos y a pocos de rodar las tan notables como entretenidas El Show de Truman (1998) y Master and Commander: al otro lado del Mundo (2003).
Sin miedo a la vida es un film tremendamente intenso en el plano emocional, sin caer por ello en el sentimentalismo (algo bastante difícil de conseguir) beneficiado además por las magnificas interpretaciones de su triplete protagonista (Jeff Bridges, Rosie Pérez y John Turturro) el papel de Isabella Rosellini está más en un segundo plano en esta película.
La cinta se aleja en todos los sentidos de los cánones hollywoodienses a la hor ade narrar este tipo de historias aunque quizás termina abusando de los simbolismos y va cayendo por el ritmo lento de la propia historia. Pero en general es una película que está bien para pasar un rato entretenido.
Esta película narrada por otro director con menos talento hubiera sido mucho peor. Pero Peter Weir consigue transformarla en realmente interesante, gracias al tono, al gusto por el detalle, al simbolismo, a la atmósfera que consigue crear.
La historia es sencilla. Unos supervivientes de un accidente de avión afrontan los traumas de esta experiencia. Pero de ahí a tacharla de aburrida o pesada hay un trecho largo. La película es lenta pero nada aburrida, y si muy intensa, con un amplio abanico de detalles, muy buenos diálogos y secuencias bastante logradas. Ahora si lo que queremos ver es tiros, peleas, sexo y palabrotas, pues puede que nos aburramos.
Todos los actores están estupendos y la trama se desarrolla de manera muy correcta. Es posible que el espectador prefiriese una decantación por temas más existenciales, más filosóficos, en vez de los puramente psicológicos por los que opta Weir. Al final la película afronta la situación desde una postura psicológica, pero no religiosa o metafísica, lo cual la hace ser más limitada.
En fin, obra de muy buen tono, drama psicológico de altura, con el que Peter Weir consigue dar muestras de su maestría.
Se presentaba al comienzo como un ambicioso proyecto que fue diluyéndose con el correr de los minutos. El tema, muy interesante pero la película no llegó a ahondar como hubiera sido necesario o por lo menos de acuerdo a mis expectativas.
Maravilloso film de un Weir que recupera temas de mayor trascendencia tras su única, hasta el momento, incursión en la comedia con la interesante pero fallida Green Card. Valiéndose de un núcleo de nuevo basado en el choque ideológico, con su habitual ritmo pausado, contemplativo y rico en matices visuales, Weir reflexiona sobre el miedo, la muerte, la amistad, el matrimonio, la familia o la perdida. La elegancia con la que Weir traslada el excelente guión de Iglesias, el minucioso cuidado con el que coloca la cámara, la manera de sugerir mas que mostrar… hacen de este trabajo una autentica rareza, una joya a defender entre tanta mediocridad, como casi toda la obra del director. Además, como también viene siendo habitual, los actores están imponentes, desde una sufridora Isabella Rossellini como esposa de Max, Tom Hulce (casi desaparecido desde Amadeus) como abogado oportunista, Turturro como psicoanalista de la compañía aérea, una inmensa Rosie Pérez como la mujer que ha perdido a su hijo y ante todo un Jeff Bridges brutal, en una interpretación tan impresionante como inolvidable. Pero tal vez lo que mas termina destacando son ciertas escenas de una inusitada brillantez conceptual y formal: la escena inicial en medio del maizal, la de la cornisa, la del accidente de coche o toda la extraordinaria escena final (de lo mejor del director) que hacen percibir como pocas veces en su carrera el enorme talento de este director australiano. Gran película.