Sin filtro
Sinopsis de la película
Pía (Paz Bascuñán) es una buena mujer que lleva una vida estresada, llena de problemas personales, profesionales y familiares, hasta que un día recurre a una extraña terapia que le hará decir absolutamente todo lo que piensa, sin tener filtro lidiando con las personas que la rodean diciéndoles a la cara las verdades.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sin filtro
- Año: 2016
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5
85 valoraciones en total
Si me pidieran que resumiera el trabajo de López sería en 3 simples palabras: Rápida, cotidiana y cómica. Esta cinta no es la excepción a la regla, ya que lo característico del cine del director es tomar objetos cotidianos, con el sentido del humor predominante en Chile. La película es rápida y chistosa, pero por el mensaje que trata de dar al final no da lugar a lo cómico por lo que provoca que sientas haber perdido tu dinero y/o debiste verla por Internet.
Sin Filtros ofrece una reflexión sobre la abundancia, la estupidez, lo absurdo de ciertas redes sociales, el desapego, el desarraigo, la mala educación, la buena… hacer durante años lo que de nosotros se espera, actuar correctamente, cumplir las normas, para al final diluirse en la mecánica de una existencia vacía.
Esta película chilena, en clave de comedia dramática, refleja lo que sucede cuando nos alejamos de lo esencial.
Diógenes, a quienes muchos asocian con un síndrome que nada tiene que ver con la realidad, aprendió a prescindir de todo… Hasta tal punto llegó, que viendo a un niño utilizar sus manos para beber agua de una fuente, se deshizo de su cuenco de madera.
Comedia intrascendente pero divertida, poco pretenciosa y tampoco demasiado memorable. La protagonista es la tía más desgraciada del mundo. Absolutamente todos a su alrededor son completamente impresentables: su marido un vago con ínfulas de artista, su hijastro un nini digno hijo de su padre y de llevarlo de los pelos al Hermano mayor , su jefe un capullo de campeonato, su mejor amiga una obsesa de las redes sociales que pasa de ella como de la mierda, su hermana una friki más preocupada por su gato que por ella, su exnovio y mejor amigo un auténtico calzonazos… la verdad es que sería difícil encontrar a alguien en el mundo con un entorno más insoportable.
Lo flipante es que Pía cree que lo tiene todo para ser feliz: tiene pareja, tiene un buen trabajo, tiene amigos, tiene dinero… Qué me pasa, dios míooooo???? Por qué soy tan infeliz y me dan taquicardias y ataques de ansiedad??
Para más inri, Pía lo sufre todo en silencio y no dice nunca nada, no se queja, no protesta, es extremadamente educada, sumisa, paciente, conformista… es un poco para hostiarla, la verdad. Hasta que un buen día va a un supuesto curandero chino y cuando sale de allí empieza a soltarlo todo tal cual lo piensa. Y ahí empieza lo divertido.
No es una gran película pero tiene su puntito. Lo más destacable es la crítica nada velada sobre la banalidad de la sociedad de la imagen, de las redes sociales, del Instagram y del Facebook, de esas vidas cuya única finalidad es ser mostradas a los demás, de ese paloselfie sin el que no se puede vivir… Y que levante la mano el que no haya dicho alguna vez en medio de un momento especial: vamos a hacernos un selfie!!!!
La verdad es que estamos todos, unos más y otros menos, un poco enfermitos. Y la peli, dentro de su intrascendencia, lo refleja y tiene su mensajito y su moraleja. Y tonto el que no la pille, porque en la crítica social que hace estamos todos en mayor o menor medida, probablemente incluso el propio director.
Es divertido reírse de la sociedad y parodiarla, y Nicolás López lo hace bastante bien. Todos los personajes son hiperbólicos, incluida la protagonista (por cierto, fantástica Paz Bascuñán), no hay nadie medianamente normal, pero esas caricaturas son las que dotan de comicidad al conjunto. Sin ellas la historia de Pía tendría unos tintes más bien dramáticos.
Sobre la moraleja final, una discrepancia: decir siempre la verdad y toda la verdad no es nada bueno, la sinceridad es una virtud (si es que lo es, que no estoy demasiado segura) muy sobrevalorada.
Pero eso sí, pasar de la gente que pasa de ti sí es muuuuuuuy bueno. Y prometo que no es un proverbio chino.
El cine de Nicolás López se puede describir sin excepción por los siguientes adjetivos: Películas intrascendentes, poco pretenciosas, rápidas, cotidianas (historias poco elaboradas), cómicas y un cine poco memorable. Sin filtro no se escapa de ni uno de esos adjetivos, sello registrado de este mediocre director.
Pese a lo anterior, el comienzo de la película está sobre el estándar cine de López, una crítica a la banalidad de la sociedad de la imagen (de las redes sociales, del Instagram y del Facebook) vidas miserables sin mayor humanidad. Un personaje rodeado de gente freak, realmente absurda, pero resulta graciosa: de pareja un vago artista, el hijo de su pareja un degenerado sin ni un criterio, un jefe súper estúpido (personaje bastante fome este en partículas, mal actuado y de poco alcance cómico), su mejor amiga una obsesiva de las redes sociales rayada con su ex, su hermana una mujer ultra freak amante de sus gatos y su exnovio -y mejor amigo- un auténtico lechón. A todo esto hay que sumarle una buena interpretación de Paz Bascuñán, que hace un persona idéntico al que realizo en Soltera Otra Vez y en cuanta otra producción actué (la ductilidad no es lo suyo), pero que le sale bien.
No se imagine una crítica digna de una joya del séptimo arte (es López!!), no se imagine grandes personajes que recordará por siempre, ni una crítica extraordinaria, pero al menos algo aporta este comienzo de película.
Hasta ahí bien, ni una joya, pero al menos más rescatable que el resto de sus películas. Hasta que la protagonista asiste a una extraña terapia (con un Chino freak interpretado por Ramón Llao, que como siempre destaca por ser un pésimo actor, ridículamente malo) que la hará no tener filtro, generando un vuelco en la trama. Ahí todo vuelve a ser como siempre (en el cine de López), intrascendente, profundamente intrascendente, gracioso a medias, porque oscila entre diálogos graciosos y otros muy fomes, predecible y empezar a contar los segundos para que esto acabe.
Buen comienzo y predeciblemente pésimo desarrollo y final. Sobrevalorada por el público, esto se puede explicar por lo liviana y rápida que es, nada memorable para el amante del cine.
Aunque suene a priori como comedia tonta y desechable, hay minutos de Sin filtro (2016) que interpretan plenamente la realidad cotidiana de muchos y muchas que deben lidiar pequeñas pero importantes batallas inverosímiles cada día, intentando mantener a tope su dignidad, algo cada vez más difícil. En tono irónico, Paz Bascuñán encarna una justiciera anónima estilo Robin Hood, a ratos algo sosa y malograda, pero con mucho empeño, especialmente en el complejo y mal estereotipado mundo de la mujer moderna.
Si bien hay aires de Jim Carrey en Mentiroso, mentiroso (1997), Si señor (2009) o un toque de los Farrelly en Amor ciego (2001), las variantes de una protagonista femenina e incluso algo de drama inicial marcan la diferencia, así como el ingrediente de redes sociales que son el sello de las películas más livianas de Nicolás López, con el inefable posicionamiento de marcas.
Para haber pretendido hacer una comedia light, esta apuesta le salió bastante emotiva al director, en gran parte por el rol de Paz Bascuñán, que demuestra que está para cosas más grandes y ambiciosas. Pero adicionalmente, ya que no es el arquetipo de belleza hollywoodense que hace comedias, se agradece el acercamiento a la realidad.
Es lo más concreto de la cinta: su inspiración al sufrimiento cotidiano de miles de personas, día a día. Una radiografía que no puede más que generar empatía. Un homenaje en un contexto que quizás no sea el idóneo, pero se agradece.
Sin filtro , una comedia adulta, chilena, de buen ritmo, con algunos baches de guión, especialmente al acercarse al final, pero que pese a todo se da un par de lujos, como algunos excesos y apuntar que no se trata de un film de gran presupuesto, por lo que hay un mérito quizás más allá de lo que se pensaba obtener en principio.
No es cine arte, está lejos de ser del gusto de la crítica, pero esta película de Nico López al menos puede sorprender a los prejuiciosos -pese a lo anunciado de su trama- y entretener. Ah, y ojo al cierre de títulos.
Recomendación:
Aceptable. Interesante. El manejo de la primera media hora es muy empático. De buen ritmo. En contra, no es una cinta para todos los paladares.
=Cité de Lord Buyinski= http://www.buyinski.wordpress.com