Si las mujeres mandaran (o mandasen)
Sinopsis de la película
A finales del siglo XXI la mujer ha logrado la victoria sobre su eterno enemigo, el hombre, y la tierra es un feroz matriarcado. Por eso Marcelo, como todos los españoles del sexo masculino, dedica su tiempo a la cesta de la compra, a limpiar el hogar y a llevar y traer las niñas del colegio. En cambio su esposa, la gallarda y calavera Comandanta Santurce, se pasa la vida tan ricamente, siéndole infiel con Sancho, un precioso y casquivano coristo del Barrio Chino de Madrid. La sociedad quiere maridos sufridos y callados. Por eso Marcelo sufre y calla… hasta que un día maravilloso aparece en su vida Agustina. Una joven y preciosa arqueóloga, que cree haber encontrado en sus excavaciones australianas, en un fósil idéntico a Marcelo, el arquetipo del macho de tiempos pasados. Tras muchos y divertidos esfuerzos, logra que Marcelo colabore con ella en el redescubrimiento del amor. Es sólo un experimento científico, pero cuando la comandanta Santurce, los descubre juntos haciendo el amor, no lo entiende así y para lavar su honor se bate en duelo con Agustina. Agustina tiene mala suerte…¡pero ya no importa! Marcelo, capitanea la lucha por la liberación masculina y al final, los hombres logran la victoria sobre su eterna enemiga, la mujer. ¡Y vuelta a emprezar! Con lo que se demuestra -entre risas y carcajadas- que no se trata de liberar a la mujer o al hombre por separado. Que o se libera a la pareja, a los dos al mismo tiempo, o nos vamos todos al cuerno.
Detalles de la película
- Titulo Original: Si las mujeres mandaran (o mandasen)
- Año: 1982
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
4
78 valoraciones en total
But for a boy to look like a girl is degrading
Cause you think that being a girl is degrading.
What It Feels Like For A Girl, Madonna
Esta película, la única en lides de dirección que realizara el muy prolífico guionista Jose María Palacio, es una de las distopías más pintorescas del parque fílmico español, quizá sólo igualada por la excepcional Pájaros De Ciudad de Jose María Álvaro. La historia toma lugar en un futuro en el que el sexo hegemónico es el femenino y el relegado a la opresión el masculino. Solo que feminizándose los hombres y amachurrándose las mujeres, es casi una transposición de intercambio la que se da. Se da un empoderamiento que ni Mercedes Formica o Adela Castañejo de Jumilla, aquella diosaza que interpretase la inmensa Nuria González en Manos A La Obra. Así, Amparo Muñoz es una generala que de cada cuatro palabras que suelta tres son tacos fortísimos y cuyo marido es un delicado José Sazatornil que vive constantes penurias por la nula consideración que le tiene su esposa. Abnegado padre amantísimo de sus hijas –que se ríen de él ya desde canijas por ser el sexo débil- tendrá que venir una aliada machista a ayudarle a que retome la liberación masculina ante el yugo femirulo. Tan grande y longeva es la opresión de las mujeres sobre los hombres que Claudia Islas le cuenta a Sazatornil sobre la época pretérita en la que era a la inversa y aún existía la paella y el pobre hombre no alcanza a imaginar que eso fuera posible, se queda del todo flipado. Al final le lía y acaba liderando el Movimiento de Liberación Masculina, tras decirle ella que quiere que sea para los hombres lo que Mary Wollstonecraft para las mujeres y que si no luchan igual ni merecen su libertad, algo muy Camille Paglia. Y así acaba megáfono en mano pidiendo el sufragio masculino, el derecho de tutela sobre los hijos y otras cosas antes que se muelan todos a palos al final. Que es, de nuevo, una conclusión muy en sintonía con las que elucubra doña Camille, que la igualdad absoluta hombre mujer es imposible.
No sé por qué me decidí a ver esta película, quizás por esa obsesión casi enfermiza por las películas olvidadas, pero lo hice con esperanzas de ver una comedia casposa de la época, pero no, resultó una experiencia bastante agradable, quizás esté dando falsas esperanzas a los lectores de esta crítica, pero me ha sorprendido para bien. Me explico.
Primero de todo, creo que esta película no está sujeta a cánones cinematográficos para gustar al gran público, cosa que se agradece, la veo una película sencilla que cuenta una historia sencilla que sólo busca hacer pasar un buen rato al espectador.
Pero lo que me lleva a escribir esta crítica es el contenido ético de la superioridad de un género desde una visión muy naive, que es como se trata en la película, disfrazada de comedia ligera para pasar el rato esta cinta nos muestra la imposibilidad de igualdad entre ambos sexos, en este caso en el extremo opuesto, donde las mujeres dominan el mundo y los hombres están sometidos con un rol femenino , el director muestra a un sexo dominante bastante posesivo (Aunque quizás esté radicalizado en el personaje de Claudia Islas) y un sexo débil donde el personaje masculino no concibe un mundo de igualdad. Es muy interesante la idea de la incompatibilidad de los dos sexos para lograr una igualdad, idea que comparto, ya que creo que es casi imposible que tanto el sexo femenino como el sexo masculino lleguen a una igualdad completa. Quizás algún día se pueda lograr esa igualdad tan deseada por la gran mayoría, o quizás acabemos en un futuro como el que se muestra en la película, quién sabe, a lo mejor se acaba convirtiendo en una película premonitoria, sea como sea es interesante ver como en una España muy cercana a un régimen machista sale esta cinta desde la visión de una sociedad pueril, pero con miras de futuro, ya sea igualitario o con un régimen feminista
Después tiene unos cuantos gags divertidos, sobretodo de la mano del robot con acento de chulapo madrileño.