Sherlock: Su último voto (TV)

5 comentarios en «Sherlock: Su último voto (TV)»

1. A esta altura ya podemos reconocer que en esta serie puede pasar de todo, y no a la francesa, con sus peculiares guiños a una fantasía indomable, sino a la inglesa, apelando a una lógica despiadada y a los giros narrativos de mentes analíticas. Los personajes siguen percibiéndose como hombres fantásticos, frutos de la pluma de Conan Doyle, y por ello tienen un encanto natural a su estatus, pero lo mejor de ello es el hecho de que tanto Holmes como Watson se despliegan con gran originalidad en una relación marcada por sus propias personalidades. Así, todo lo que ocurre, y con mayor razón en este último capítulo de la tercera temporada, es un goce para quienes gustamos de los productos que aunque ficticios son astutamente desarrollados.

2. Este capítulo de Sherlock presenta un ambicioso proyecto que, desde el punto de vista cinematográfico, parte de la hipótesis (casi de la convicción) de que la sorpresa, el desconcierto y lo inverosímil son los mejores aliados par mantener la atención.
   
   Pero, entre la atracción y el rechazo que tal planteamiento suscita, el espectador se siente indefenso, a veces vapuleado y un poco bobo por dejarse implicar en el juego avieso que la película le propone.
   
   Su virtud es su defecto.
   
   Los giros imprevistos que se imprimen al argumento, su abuso de lo insólito y su carencia del criterio de la mesura hacen mella en la credibilidad del film y a veces resulta inevitable juzgar que nos hallamos en el contexto del realismo mágico en lugar de en el ámbito de una trama detectivesca.

3. Su último voto (His Last Vow) devuelve a Sherlock a la calidad que atesoraron sus dos primeras temporadas, una a la que los muy interesantes El coche funerario vacío (The Empty Hearse) y El signo de los tres (The Sign of Three) no habían llegado. El primero, ahondaba demasiado en el mito de Holmes llegando a parecer más un fanfic que un episodio canónico, jugando demasiado con las posibilidades que daban cierre a la T2, usando la comedia de forma abrupta y casi restándole importancia a la intriga en favor de la pirotecnia emocional. El segundo mejoraba al anterior: aquí el equilibrio entre lo cómico y lo misterioso se llevaba considerablemente bien, usando una excusa (la boda) para encajar varias situaciones bien escritas y, cómo no, salvadas por su gran reparto. Así, los episodios 3×01 y 3×02 me parecieron muy dignos pero no tan buenos como los mejores de la T1 y T2. Con Su último voto tengo que decir que la cosa recupera su brillo, porque en los 90 minutos que ha filmado Nick Hurran hay suficiente como para poder considerar al episodio un dignísimo final para una temporada que ha abierto y cerrado un ciclo a la hora de presentar personajes y abrir caminos hacia el futuro.
   
   En primer lugar hay algo reseñable y es que Su último voto funciona como película independiente, al contrario de lo que ocurría con los dos capítulos previos. Esto, que no es un problema (en absoluto) para el seguidor de la serie, si que puede suponerlo para quien se acerca a ella por primera vez. Y no digo que lo más razonable del mundo sea empezar una serie como Sherlock por su noveno episodio, pero hay que entender a lo que me refiero como un halago, porque por su ritmo, desarrollo de personajes y conflictos, por la inteligencia con la que está escrito el guión de Steven Moffat, esto podría estrenarse en cines y funcionaría de forma idónea, comenzando por la presentación de su notable villano, Charles Augustus Magnussen, perfectamente interpretado por Lars Mikkelsen.
   
   Dicho esto, y sin ánimo de destrozarle las sorpresas a quienes aún no lo han visto, decir que Su último voto es capaz de renovarse cuando parece que la historia ya no tiene por dónde salir, que gira sobre sí mismo y abre caminos con una facilidad que asusta, que se molesta para ser divertido, inteligente e incluso dramático cuando así lo requiere, amén de imaginativo, como en esa magnífica parte del palacio mental a la que se le saca todo el jugo posible. Muy buen cierre para la tercera temporada de una serie de calidad y que, esperemos, tarde menos en regresar con la cuarta. Quizá no tenga la pegada dramática de aquel último cara a cara, pero se trata de uno de los mejores episodios de la serie, muy bien escrito, y vivido (que no interpretado) con total naturalidad por su extraordinario reparto. En resumen: hay que verlo.

4. El peor episodio de la serie.
   
   Si ya han visto los anteriores, véanlo, por supuesto. No tiene sentido echarse para atrás a estas alturas. El capítulo tiene momentos muy majos, y el humor funciona a la perfección.
   
   Pero si ya lo han visto, vayan al espoiler, y no serán capaces de discrepar (qué indignidad).

5. … o Charles Augustus Magnussen, que, cambiando el apellido por Milverton, parece la aventura de Sir Arthur Connan Doyle que mejor adapta este capítulo. Porque si, todo parte de una dama en apuros que está sufriendo chantaje por Magnussen, genialmente interpretado por Lars Mikkelsen.
   
   Aunque no podemos obviar tampoco esa primer aparación de Sherlock, que no es más que otra gran adaptación, en este caso, de El hombre del labio torcido .
   
   Y es que eso es en esencia esté capítulo. Un gran homenaje a todos los sherlockianos, a los que han leído y reelido sus libros. Porque no es el único guiño o adaptación que hace de los libros, pero si enumero, podría caer en spoilers.
   
   Un capítulo que se ha ido tejiendo a lo largo de toda la temporada y que está filmado de manera magistral, dejandonos algunas de las mejores secuencias de la serie. Muy bien Nick Hurran en la dirección.
   
   Su ultimo voto…
   
   … ¿o quizás no?