Señora doctor
Sinopsis de la película
Elvira Ruiz, licenciada en medicina, es destinada a un pueblecito habitado por personas rudas y testarudas que no comprenden que una mujer pueda ejercer esta profesión. Debido a su atraso, los lugareños tienen problemas para contarle sus problemas a una mujer, así que ella deberá recurrir a métodos poco ortodoxos para cumplir su tarea.
Detalles de la película
- Titulo Original: Señora doctor
- Año: 1974
- Duración: 91
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargar una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te citamos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
4.3
92 valoraciones en total
Una secuencia vale más que mil palabras.
Llega el autobús al rústico pueblo en que todos los habitantes esperan al nuevo médico y no hacen sino recibirlo con tremenda repulsión…pues no es hombre, sino mujer.
¿Es necesario especificar contra qué se ataca?
En estos tiempos actuales, en los que en una película se exprese un ideal conservador o pronuncie una palabra sin mala intención pero que ofenda a un colectivo puede levantar polvaredas de polémica por parte del sector más progresista y radical, un cine como el de Luis María Delgado, Pedro Lazaga, Ramón Fernández o el mismo Mariano Ozores está condenado al ostracismo o a críticas que rayan en lo cruel por energúmenos disfrazados de intelectuales de tres al cuarto que ni siquiera han visto ni una de sus obras.
No así estos tontos se deshacen con el último taquillazo norteamericano. Al cine realizado en época de Régimen o periodo tardofranquista el ignorante bulgo tiende a calificarlo de casposo o fascista, y esto es un mal que persistirá, pues si se quitaran un poco las ataduras de los prejuicios y se atrevieran a echar un vistazo se darían cuenta de que alberga mucho más, y expresado con mayor libertad que hoy, y es que cualquiera que desconozca el tema crucificaría con rapidez un film como Señora Doctor , realizado en el lejano 1.974, y sin embargo tan fresco, tan moderno como pudiera serlo ahora.
Aquel es un año frenético para el sr. Ozores, que estrena hasta seis obras, todas grandes éxitos de público gracias a dos de los actores que más le hacen llenarse los bolsillos, Alfredo Landa y Lina Morgan, ésta última volverá a sus brazos para rodar una historia de alcance y actualidad cuya acción transcurre en un pequeño pueblo muy alejado del ajetreo de la gran ciudad y de sus cada vez más liberales costumbres y que Ozores vuelve a representar como ese reducto de morales desfasadas repleto de individuos producto de una larga dictadura a la cual ya le queda muy poco tiempo de vida.
Estereotipos de los que se hará mofa y burla encerrados en su perenne tradición y que no son más que el perfecto reflejo de ese español medio anclado en el modelo del Régimen que nunca participó en las migraciones interiores, a ello deberá enfrentarse la joven Elvira, licenciada en medicina que prefiere la comodidad rural sin saber que no la va a saborear al lugar al cual se dirige, donde en ausencia de un médico se acude al veterinario (¡!). Han pasado 170 años desde que María Isidra de Guzmán se convirtiese en la primera mujer con el doctorado en España y 60 desde que Dolores Aleu ejerciera oficialmente la medicina en el país…pero nada importa eso a los habitantes de Pozales.
Nada más bajarse Elvira del autobús se produce el choque de culturas y puntos de vista, la tradicional y arisca y la liberal, la primera no sólo está presente en los hombres (todos, a excepción del alcalde), sino también en las mujeres (aunque no forme parte de la noticia general muchas pueden ser tan intolerantes y reaccionarias como el más fascista de los hombres), y la segunda, claro, en las chicas jóvenes, quienes hacen amistad con la nueva médico. Ese rechazo inicial y que proseguirá durante un buen trecho es el objeto de denuncia por parte de un Ozores dispuesto a criticar con dureza la exclusión laboral femenina y la mentalidad retrógrada.
Los hombres del pueblo responden con temor, con vergüenza e incluso con burla, pero el director sabe que está haciendo una comedia y decide ir disipando rápidamente este clima de hostilidad gracias a la amabilidad y abnegación de la protagonista y sirviéndose de un recurso tan fácil y previsible como el de crear un par de situaciones que impriman tonos melodramáticos a la historia y en los cuales se vea involucrada aquélla para ganarse la confianza de los aldeanos (que serán: un enredo amoroso entre adolescentes y un parto cuyos padres aguardan horrorizados tras haber perdido varios hijos).
Ozores se ha burlado de la sinvergonzonería y falta de tolerancia y respeto, pero como defensor de la buena moral y la conciencia colectiva que es no extiende más de la cuenta el pesimismo y cuanto antes se puede veremos a todos los habitantes destapando la bondad oculta bajo la tozudez y colaborando para ayudar (emotivo y no menos increíble cuando todos trasladan a Rosa en la cama por todas las calles del pueblo), así lo expresará el alcalde: …Somos todos muy cabezotas, pero cuando hay que hacer algo por un vecino lo hacemos hasta el final .
Como es de esperar tiene que haber un desenlace agradable y todo resuelto con rapidez, incluso ese romance cocinado a fuego rápido entre Ataúlfo y la protagonista, síntomas de una buena idea planteada pero en un guión poco elaborado que demandaba mucha más profundidad y menos concesión al optimismo. Dejando a un lado su colección de exagerados mohínes, Lina Morgan interpreta con su habitual carácter y desparpajo a esa médico cuyo objetivo no es más que el de ser reconocida y respetada, Mari Carmen Prendes, Gemma Cuervo, José Riesgo, Roswicha Nadiuska Honczar, un divertido José Sacristán y el siempre alocado Antonio Ozores son los grandes secundarios de la función.
Para muchos sería difícil creer que un director tan afiliado a las comedias gruesas llenas de desnudos fuese capaz de plantar un alegato con voz alta y clara no sobre el feminismo (término ya prostituido y al que todos dan un sentido erróneo al que en realidad tiene…), sino sobre la aceptación de la mujer, su capacidad para ejercer cualquier profesión al nivel del hombre y el destierro de las costumbres arcaicas.
Y todo esto en una peliculita de 1.974 que no pasa de ser una comedia costumbrista y previsible de toques ligeros de la cual ya casi nadie se acuerda, pero muy necesario es (sobre todo para esos que critican sin conocimiento de causa, trasuntos de los catetos del pueblo) el desempolvarla y comprobar lo actual y audaz de su discurso. Para bien o para mal este Ozores no deja de sorprenderme.
Curiosa película de los 70, en la que se honra a las mujeres, y se reconoce su valia profesional. Feminismo del que dignifica a la mujer, no el pastiche queer , y las manipulaciones, rollo guay/gay , que tenemos que sufrir hoy dia.
Y la película es entretenida , y con unos actores sobresalientes, creo que la mejor en su rol, la madre de la doctora, M. Carmen Prendes. Merece la pena, para disfrutar y comprender que España ya estaba cambiando, en los últimos años de la dictadura
Decir de una película de Ozores que es una de sus mejores es, por una parte, aventurarse demasiado, ya que con cerca de cien títulos no creo que haya habido muchas personas que hayan visto ni la mitad (yo desde luego no), por otra, no es decir mucho, porque es bastante complicado toparse con una de ellas que ofrezcan al espectador atractivos cinematográficos. En este caso, el valor de este filme puede tener, más que en otros de este director, un peso sociológico. Aguarda, así, al espectador la sorpresa del tema, en un director de claras tendencias conservadoras (lo mismo pasa con ¡Que vienen los socialistas!): la lucha de una mujer médico rural para hacerse respetar como profesional en un ambiente claramente machista en la España de los setenta. Tema que, no escapa en su desarrollo, de muchos toques claramente sexistas, aunque parezca una contradicción. En su haber se puede mencionar igualmente el hallazgo del trío de personajes encabezado por Antonio Ozores que, la verdad, tiene mucha gracia (a pesar del propio Antonio Ozores), la estupenda interpretación de más de un actor (destaquemos a M. Carmen Prendes) y una dirección y montaje siempre ágiles en Mariano Ozores. Es una pena que este director, con el buen hacer de su cámara, se especializara en guiones rápidos, baratos, de escaso vuelo y humor chabacano. Pero como decía él, y sostengo yo, sufre nuestra industria una dicotomía tal que el profesional del cine sólo (o casi), ha podido elegir entre el éxito populachero y el fracaso de qualité , y Ozores, como bien expresó en sus memorias, se decidió, para bien o para mal, por lo primero.
Película de Lina Morgan con mensaje social …ya sé que algunos dirán que eso no es posible pero a ciencia cierta que lo es . En un pueblo de la España profunda de los 70 llena de hombres rudos con pelo en pecho una médico mujer no era de lo más apropiado . Pero ella se los ganará con su simpatía y profesionalidad . De paso se ganará el corazón de José Sacristán que no es moco de pavo . Pero la verdad para mi lo mejor son las desternillantes escenas de Antonio Ozores y sus colegas con sus enfermedades digamos raritas . O sea estamos ante una de las mejores películas del gran Mariano Ozores lo cual no es decir poco porque hay donde elegir . Sí ya sé que queda mejor decir que es cine casposo y pasado de moda pero no me temblará la mano en reivindicar su cine guadianesco como el de todos pero con una depurada técnica y siempre con la capacidad de sacarnos una sonrisa cuando no carcajadas . Y Lina sale hasta bella vamos al menos a mi me lo parece . Su cine no saldría en su tiempo en Cahiers de Cinema , pero si quedará para siempre en nuestra memoria cinematográfica de calidad .
Esta película en el año de su lanzamiento pudo ser una comedia más sin aspirar a grandes pretensiones y la historia que cuenta es muy simple, pero es muy digna de ver hoy día porque con el paso del tiempo y el cambio de la sociedad española se puede encontrar en el filme un fiel documental sobre los problemas de integración de la mujer en el franquismo. La cinta puede representar un claro ejemplo de esas primeras mujeres que se impusieron el machismo imperante en España y se decidieron de una vez por todas a acabar con los estereotipos de la superioridad del hombre frente a la mujer.