Seis gendarmes en fuga
Sinopsis de la película
Un grupo de cadetes jóvenes se incorporan a la gendarmería, cosa que provoca una inminente retirada del grupo de gendarmes liderado por Cruchot. Éste es reticente a abandonar su puesto, pero el cambio le condena a una jubilación forzosa. Cruchot no puede acostumbrarse a esta nueva vida de inactividad. Pero cuando Fougasse, uno de sus hombres, es internado por un problema de amnesia, Cruchot ve una oportunidad para volver con su brigada y demostrar que su experiencia es mejor que los nuevos métodos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Le gendarme en balade
- Año: 1970
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.4
62 valoraciones en total
Nuestro querido Louis de Funès, es un sargento gendarme de una población costera francesa. En esta ocasión, el equipo habitual de gendarmes ha sido jubilado y sustituido por otro equipo de gendarmes más jóvenes, pero no se resignarán y empezaran cometer locuras. Como puede suponerse, los enredos no tardarán en aparecer y las escenas alocadas serán el plato fuerte de esta distraída cinta.
Tenemos un actor, Louis de Funès, quizás el más taquillero de toda la historia del cine francés, y tenemos una larga serie de películas que protagonizó desde la década de los años 60, hasta principios de los 80. Todas estas películas están cortadas por el mismo patrón, sea quien sea el director de turno.
Seis gendarmes en fuga, sigue fielmente la línea chillona y estridente de todos sus films, algunos de calidad y otros bastante aburridos. Sin ser esta su mejor película, tampoco es de las peores. Es un film bobo, sencillo, tontorron y sin pretensiones, rodado única y exclusivamente para el deleite del ejercito de seguidores de Louis de Funès, y es fruto de una época en que las películas eran sencillas y simples. La cinta es la 4ª de la saga del gendarme y interpretada por los mismos actores de toda la serie. Tiene algunas secuencias divertidas y graciosas, con un guión banal y sin complicaciones.
Recomendación: Para poner la mente en blanco y rellenar 90 minutos de buena risa inocente.
Pues eso, esta es la típica película que se podía ver en un cine de verano en cualquier lugar de la costa española.
Argumento entretenido, sencillo y muy divertido, yo me quedo con la secuencia de los hippies, ja ja, con el protagonismo absoluto de Louis de Funes, que para eso era la estrella y el más taquillero.
Por lo demás, correctas interpretaciones de todo el reparto, presupuesto generoso y una ligerísima crítica social acerca del arrinconamiento de los policías experimentados por chicos jóvenes recién salidos de la academia.
Para disfrutar un par de horas.
Probablemente la película más floja de la saga, con un argumento interesante como es la jubilación anticipada y obligatorio de los gendarmes que se resisten a dejar de ejercer, pero aplicado con muy poca inspiración.
A partir de aquí ya no contamos con la hija de Cruchot, a la que se le menciona como casada para justificar su ausencia. La humilde vivienda del gendarme es sustituida por una mansión enorme y vuelve a repetir Claude Gensac como Josefa, pero su participación, al igual que la esposa de Gerber es meramente testimonial y exclusivamente para algunos gags. Todos estos aspectos lastran un poco la continuidad, a pesar de que se introducen algunas escenas a modo de homenaje de las tres películas anteriores.
El mayor problema es que la película es demasiado aburrida en más de su mitad, repitiendo gags demasiado gastados como en la playa nudista o las monjas amantes de la velocidad. No obstante, en su última media hora remonta con algunos momentos hilarantes que señalo en spoiler. Eso sí, en su conclusión es bastante absurda.
Esta película, cuarta de la saga de El gendarme iba a ser la última. Como fin de fiesta, se nota demasiado que pretendían rememorar los viejos gags de las tres primeras y a la vez hilar nuevas situaciones inspiradas en aquellas. Así, volvemos a los nudistas, los líos de tráfico, etc, etc. Incluso tenemos una escena en que DeFunes muestra a Galabru, ambos ya jubilados, una especie de museo del recuerdo de las tres primeras películas, metraje oficial de ellas incluído.
Pero esta película, quizá por eso, quizá como búsqueda de explotar definitivamente la figura del gendarme, queda coja respecto a las anteriores. No es tan divertida como El gendarme se casa ni de lejos, y contiene momentos bastante vergonzantes que hoy llamaríamos fan service .
Nueve años tuvieron que pasar para que Girault y De Funes resucitaran a Cruchot y sus amigos, en una secuela -la quinta- mucho más inspirada, aunque -como toda la saga- igual de intrascendente.
Hasta seis películas tuvo la saga del Gendarme, lo que recuerda a las similares siete entregas de otra similar saga americana, Loca Academia de Policia , también con altibajos dentro de una divertida intrascendencia.